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Nosotros en la luna - Alice Kellen

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—Fácil. Simple. Divertido y ya está.

—Vete a la mierda, Rhys —escupió furiosa.

La sujeté de la muñeca antes de que diese media vuelta.

—Espera. No quería decir eso. No quería…

—Pues lo has dicho. Y eres un imbécil.

Me lamí los labios, acercándome más a ella.

—Ya lo sé. Es que me está matando esto, ver que no nos queda tiempo,

no saber cuándo volveremos a vernos. Y tú te comportas como si diese

igual.

—No me lo puedo creer…

La solté. Me froté la mandíbula.

Ansioso. Nervioso. Cabreado.

—¡Intentaba no estropear estas últimas semanas juntos! ¿Qué querías

que hiciese? ¡Tú tampoco parecías muy afectado cuando hablamos aquel

día en la bañera! «Haz lo que quieras». ¡Eso fue todo lo que dijiste! Así que

decidí que me tomaría las cosas igual, seguiría tu propia filosofía e

intentaría pensar en el presente, disfrutar y ya está.

—Y lo has conseguido —gruñí.

—Sí. Casi me alegro después de ver que esperabas que fuese un lío más,

de esos que olvidas incluso antes de que terminen. Lo sé, Rhys. Sé cómo

eres.

—Si piensas eso…, entonces no me conoces…

La taladré con la mirada. Ella sollozó con fuerza.

—Tienes razón. —Se limpió las lágrimas—. Pero quería hacerte daño.

Quería hacértelo porque no soporto que estés tan ciego, que siempre

parezcas tan lejos de todo, tan inalcanzable…

—¿Parezco inalcanzable ahora?

—No. —Dio un paso hacia mí.

Sentía el nudo creciendo. En el estómago. En la garganta. El corazón

retumbándome con tanta fuerza que me llevé una mano al pecho. La miré.

Tan valiente, tan entera. Al revés de mí, que estaba haciéndome más

pequeño, más cobarde…

—Sigues sin entenderlo, ¿verdad? —susurró.

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