29.01.2023 Views

Nosotros en la luna - Alice Kellen

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

electrónica.

—¿No has pensado en cantar tú alguna vez?

Se encogió de hombros y frunció el ceño.

—No sé, podría intentarlo. Ya veremos.

—Venga, dale al play.

Eran sonidos fuertes, potentes. También animados, bailables. Imaginé

escuchar aquello a todo volumen dentro de una discoteca llena de luces, la

gente saltando alrededor…

—¿Cuándo podré verte en directo?

—Mañana por la noche. Pero ¿estás segura? Puedes quedarte en casa si

no te apetece estar allí tantas horas…

—¡No, claro que no! Me divertiré como la que más.

—Vale. —Sonrió, la mirada clavada en el horizonte.

—¿Y cuántas noches trabajas?

—Tres. Martes, jueves y domingos.

—¿Y el resto de los días?

—Van otros. Y cada noche son varios. Los viernes y los sábados están

reservados para DJ de más caché que no tienen por qué ser fijos. Mira,

escucha esta.

Pasó la canción a otra más oscura, más dura.

Nos quedamos allí hasta que el sol se marchó y decidimos volver al

apartamento para ducharnos antes de salir a cenar. Rhys se metió primero

en la ducha y yo aproveché para colgar en el armario las pocas prendas de

ropa que llevaba en la mochila. Solo había metido eso, un pequeño estuche

con maquillaje y un libro tamaño bolsillo que había comprado en el

aeropuerto antes de embarcar. Nada más. Nada menos. Era como si, por

primera vez en mi vida, lo único imprescindible fuese yo misma.

Cuando acabé de ducharme, me puse unos pantalones cortos cómodos y

una camiseta de tirantes. Dudé sobre si usar sujetador a pesar de que tenía

unos pechos tan pequeños que no me hacía ninguna falta; pero al final

terminé por hacerlo, como siempre.

—¿Lista? —preguntó Rhys cuando salí.

—Lista —respondí sonriéndole.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!