29.01.2023 Views

Nosotros en la luna - Alice Kellen

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

comportarme como el chico callado y reservado que el resto del mundo

conocía.

Porque Ginger sacaba lo mejor de mí.

Hacía que no desease nada más.

—¿Qué me dices del siguiente?

—«Tener un gato (y que me quiera)».

—¿Temes tener un gato que te odie?

—Por supuesto. Acogeré uno del refugio si algún día consigo un trabajo

estable y mudarme sola y esas cosas. ¿Te das cuenta de que ahora mismo es

como si no hubiese hecho nada de provecho en toda mi vida? Siento que

empiezo desde cero.

—¿Y eso es malo? —Giré la cabeza hacia ella.

—Supongo que no, dada la situación…

—La última…

—La sangría estaba buenísima.

—No cambies de tema. Enamorarte de verdad.

—Vaya, ¡tú queriendo hablar de amor!

Me incorporé un poco y la miré.

Estaba tan despreocupada… Tan contenta… A los pies de la luna. Con

la ropa arrugada, el pelo revuelto, a tan solo unos centímetros de mí,

demasiado cerca…, demasiado… Hundí los dedos en la arena, intentando

contener las ganas de ella…

—No entiendo ese punto —insistí.

—¿Qué parte? —Evitó mirarme.

—El final. Ese «de verdad». ¿Qué quieres decir? ¿Que en realidad

nunca lo has estado? —La escuché respirar hondo. Mantuvo los ojos

clavados en el cielo.

—Puede ser. Puede que «querer» y «enamorarse» no sea lo mismo. Y

quiero… estar loca por alguien. Quiero que me duela no poder tocarlo.

Quiero el cosquilleo en la tripa y hacerlo dos o tres veces al día y tener ojos

solo para él. Ya sabes, la intensidad de los primeros meses, antes de que las

emociones se calmen, de que la rutina llegue…

Tragué saliva. El corazón gritándome cosas.

Los dedos aún hundidos en la arena con firmeza.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!