29.01.2023 Views

Nosotros en la luna - Alice Kellen

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

amargos que otra cosa. Todo empezaba a serlo. Por mucho que los dos nos

hubiésemos esforzado en simular lo contrario, las cosas nunca volvieron a

ser iguales después del verano que pasamos juntos. Y fueron unos meses

preciosos, los más mágicos de mi vida, pero también arrastraron tras ellos

esas nuevas versiones de nosotros mismos que no encajaban tan bien como

antes.

—¿Tienes hambre? ¿Te apetece que tomemos algo?

—Vale. Conozco una pizzería que está cerca.

—Pues vamos allá. —Sonrió animado.

Nos sentamos en uno de los reservados al entrar y pedimos una pizza de

salmón ahumado y queso crema para compartir, junto a un par de entrantes.

Su mano se mantuvo sobre la mía cada vez que tenía ocasión. Me gustaba

eso. Que fuese atento. Que no intentase ocultar que no podía dejar de

mirarme. Que con James las cosas fuesen sencillas; sin cristales opacos tras

los que mirar, sin miedo, sin riesgos.

—¿Cuánto tiempo llevamos saliendo, Ginger?

—¿A qué viene eso? —inquirí riéndome, porque de repente James

parecía serio, mirándome fijamente como si no hubiese nadie más en aquel

restaurante italiano.

—Por nada. Tan solo me preguntaba…

—¡Vamos, dilo! —pedí aún sonriendo.

—Solo es que ahora que tu hermana y Kate van en serio, pensé que

quizá, no sé, quizá no sería tan descabellada la idea de que trajeses algunas

de tus cosas a mi casa. Al fin y al cabo, pasas allí casi todos los fines de

semana, ya tienes un cajón de la cómoda…

El corazón me latía rápido, fuerte. Me incliné en la mesa.

—¿Me estás pidiendo que me mude contigo, James?

—Es de locos, ¿no? Solo llevamos juntos unos meses…

—¡No! ¡No! Quiero decir, que no es de locos —aclaré, todavía

nerviosa. En realidad, puede que sí fuese un poco precipitado, pero ¿qué

demonios? Me gustaba James. Me gustaba cómo me sentía cuando estaba

con él; sin tensiones, sin un torrente de emociones desbordantes

zarandeándome constantemente. Y era dulce. Y cariñoso. Y atento. En todo

el tiempo que llevábamos viéndonos no habíamos discutido ni una sola vez.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!