You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Acción→ Etcétera
De ese modo, tus acciones crean más reacciones emocionales e inspiraciones
y empiezan a motivar tus acciones futuras. Al aprovechar este conocimiento,
podemos reorientar nuestra mentalidad de la siguiente manera:
Acción → Inspiración → Motivación
Si te falta la motivación para conseguir un cambio importante en tu vida, haz
algo —de veras, lo que sea— y aprovecha la reacción a esa acción como una
manera de empezar a motivarte.
Yo lo llamo el principio de “Haz algo”. Después de emplearlo para construir
mi propio negocio, comencé a compartirlo con los lectores que recurrían a mí,
desconcertados ante sus propias preguntas de videocasetera: “¿Cómo aplico para
un trabajo?” o “¿Cómo le digo a este tipo que quiero ser su novia?”, y cosas por
el estilo.
Durante los primeros años que trabajé para mí mismo, a veces podían pasar
semanas enteras sin que lograra mucho, por ninguna otra razón salvo que estaba
ansioso y estresado sobre lo que tenía que hacer y era más fácil posponerlo.
Pronto aprendí, sin embargo, que forzarme a hacer algo, incluso la más sosa de
las tareas, rápidamente propiciaba que la tarea mayor pareciera más fácil. Si
tenía que rediseñar un sitio web entero, me forzaba a sentarme y a pensar:
“Okey, por el momento sólo diseñaré el encabezado”. Pero después de que el
encabezado quedaba listo, me seguía de filo a elaborar otras partes del sitio, y
antes de que me diera cuenta, ya me sentía con energía y totalmente
compenetrado en el proyecto.
El autor Tim Ferriss cuenta que alguna vez escuchó hablar de un literato que
había escrito más de 70 novelas. Alguien le preguntó a este hombre de letras
cómo podía escribir de manera tan consistente y permanecer inspirado y
motivado. Él señaló: “Doscientas malas palabras al día, así es como lo consigo”.
La idea era que, si se forzaba a escribir 200 palabras diarias, con frecuencia el
acto de escribir lo inspiraría y, sin darse cuenta, ya tendría cientos de frases en
una página.
Si seguimos el principio de “Haz algo”, el fracaso se siente poco importante.
Cuando el estándar de éxito se convierte en meramente actuar —cuando
cualquier resultado se percibe como progreso e importante, cuando la
inspiración se mira como una recompensa más que como un prerrequisito—, nos
impulsamos hacia adelante. Nos sentimos libres de fracasar y ese fracaso nos
proyecta hacia adelante.