14.07.2023 Views

El-Sutil-Arte-de-Que-Te-Importe-Un-Carajo-Un-Enfoque-Disruptivo-Para-Vivir-Una-Buena-Vida-PDFDrive

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

lo volvieron a despedir.

Entonces, Becker aterrizó en la Universidad Estatal de San Francisco, donde

logró mantener su trabajo por más de un año. Pero cuando las protestas

estudiantiles explotaron en contra de la Guerra de Vietnam, la universidad llamó

a la Guardia Nacional y las cosas se pusieron violentas. Cuando Becker apoyó a

los estudiantes y condenó públicamente las acciones del decano (una vez más,

acusándolo de ser hitleriano y demás), de nuevo lo corrieron sin demora.

Becker cambió de empleo cuatro veces en seis años. Y antes de que lo

pudieran correr del quinto, se enfermó de cáncer de colon. El pronóstico era

sombrío. Pasó los siguientes años en cama y con poca esperanza de sobrevivir.

De modo que decidió escribir un libro, el cual se centraría en la muerte.

Becker murió en 1974. Su libro, La negación de la muerte, ganaría el Premio

Pulitzer y se convertiría en una de las obras intelectuales más influyentes del

siglo xx al convulsionar los campos de la psicología y la antropología con

profundas afirmaciones filosóficas que aún siguen influyendo hoy en día.

La negación de la muerte aborda dos puntos esenciales:

1. Los humanos son únicos en cuanto a que son los únicos animales que pueden

conceptualizarse y pensar abstractamente sobre sí mismos. Los perros no se

sientan a pensar acerca de su carrera. Los gatos no piensan en sus errores

pasados o se preguntan qué hubiera sucedido si hubieran actuado diferente.

Los monos no discuten sobre sus posibilidades futuras, del mismo modo que

los peces no van por ahí preguntándose si les parecerían más atractivos a

otros peces si tuvieran una aleta más larga.

Como humanos, estamos bendecidos con la habilidad de imaginarnos en

situaciones hipotéticas, podemos contemplar el pasado y el presente e imaginar

otras realidades o situaciones donde las cosas podrían ser diferentes. Justo por

esta habilidad mental única —dice Becker— todos, en algún momento, nos

volvemos conscientes de la inevitabilidad de nuestra propia muerte. Al ser

capaces de conceptualizar versiones alternativas de la realidad, somos también

los únicos animales que se imaginan una realidad sin nosotros.

Esta toma de consciencia causa lo que Becker llama “el terror de la muerte”,

una ansiedad existencial profunda que subyace en todo lo que pensamos o

hacemos.

2. El segundo punto de Becker tiene que ver con la premisa de que, en esencia,

poseemos dos yo. El primero es el yo físico, aquel que come, duerme, ronca

y defeca. El segundo es el yo conceptual, nuestra identidad o cómo nos

percibimos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!