14.07.2023 Views

El-Sutil-Arte-de-Que-Te-Importe-Un-Carajo-Un-Enfoque-Disruptivo-Para-Vivir-Una-Buena-Vida-PDFDrive

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

responsabilicé de mi desdicha. Lo cual, créeme, no me llevó muy lejos,

solamente empeoró mi sufrimiento.

Verás, yo no podía controlarla. Sin importar cuántas veces le llamara o le

gritara, o le rogara que regresáramos, o la visitara de manera sorpresiva en su

casa, o hiciera otras cosas irracionales y sórdidas como las que llevan a cabo los

ex novios, jamás podía controlar sus emociones o sus acciones. Ultimadamente,

aunque ella tenía la culpa de cómo me sentía yo, nunca fue responsable de cómo

me sentía. Lo era yo.

En algún momento, después de suficientes lágrimas y alcohol, mi tren de

pensamiento cambió y comencé a comprender que, aunque me había lastimado y

era culpable por ello, ahora era mi propia responsabilidad hacerme feliz yo

mismo de nuevo. Ella nunca regresaría a arreglar mi mundo, tenía que arreglarlo

yo mismo.

Cuando me enfoqué en esa certeza, varias cosas sucedieron. De entrada,

empecé a mejorar. Inicié una rutina de ejercicio y pasaba más tiempo con mis

amigos (a los que había dejado de lado por salir con ella). Deliberadamente me

dispuse a conocer gente nueva. Aproveché una oportunidad de estudiar fuera y

trabajé como voluntario. Y poco a poco, de manera lenta comencé a sentirme

mejor.

Aún sentía rencor por mi ex por haber hecho lo que hizo, pero al menos

ahora estaba tomando la responsabilidad de mis propias emociones. Y al hacerlo,

elegía mejores valores, valores dirigidos a cuidarme a mí mismo, aprender a

sentirme mejor acerca de mí mismo, en vez de enfocarlos a conseguir que ella

arreglara lo que había roto.

(Por cierto, todo esto de “hacerla responsable de mis emociones” es quizá

parte de la razón por la cual me dejó. Les contaré más en un par de capítulos).

Entonces, casi un año después, empezó a suceder algo gracioso. Conforme

veía en retrospectiva nuestra relación, comencé a notar problemas que no había

detectado antes, problemas en los que yo tenía la culpa y que yo pude haber

hecho algo para resolverlos. Me di cuenta de que tal vez no era un gran novio y

que la gente no traiciona a alguien de pronto y por acto de magia, a menos que

haya sido infeliz por algún motivo.

No pretendo justificar lo que hizo mi ex, para nada, pero reconocer mis

errores me permitió comprender que quizá yo no había sido la víctima inocente

que creía ser. Que yo había desempeñado un papel al permitir que esa relación

tan mala continuara por tanto tiempo hasta que terminó. Después de todo, las

personas que entablan una relación tienden a adoptar valores similares. Y si yo

estuve con alguien que mantuvo valores tan mediocres durante mucho tiempo,

¿qué decía eso de mí y de mis propios valores? Tuve que aprender a la mala que

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!