inédita en el resto <strong>de</strong>l continente; lo que ha sido conocido por los historiadores como “La Frontera” 30 . En síntesis, los mapuches, poseen la admirable peculiaridad <strong>de</strong> haber permanecido in<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong> España por espacio <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 260 años. A pesar <strong>de</strong> todos los intentos realizados por los españoles, los mapuches, gracias al equilibrio militar que presentaron a los ejércitos castellanos, lograron mantener su in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. Las explicaciones que se han dado para enten<strong>de</strong>r esta resistencia <strong>de</strong> los mapuches frente a los españoles, inédita en la historia americana, han sido muchas y variadas. Se ha hablado latamente <strong>de</strong> una supuesta condición racial <strong>de</strong> los mapuches que los coloca por encima <strong>de</strong> otros pueblos en su condición <strong>de</strong> hábiles guerreros, así se ha llegado a hablar <strong>de</strong> un “espíritu guerrero” o <strong>de</strong> “raza militar”. Hoy en día, los estudios <strong>de</strong> Antropología han <strong>de</strong>mostrado que no existe ninguna información que pueda establecer una relación <strong>de</strong> correspon<strong>de</strong>ncia entre los componentes biológicos hereditarios <strong>de</strong>l ser humano y su comportamiento cultural. Es <strong>de</strong>cir, las conductas, comportamientos y habilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terminado pueblo, no pue<strong>de</strong>n ser atribuibles a su condición genética ni nada que se le parezca, sino que dichas expresiones son el resultado <strong>de</strong> su adaptación a su entorno, su recorrido histórico, su relación con otros pueblos, en fin lo que en términos antropológicos se <strong>de</strong>nomina cultura 31 . En la actualidad, cuenta con bastante aceptación un tipo <strong>de</strong> explicación que fundamenta las razones <strong>de</strong> su victoria militar, en el tipo <strong>de</strong> organización social mapuche, 32 . A diferencia <strong>de</strong> los inkas y aztecas, que poseían gobiernos centralizados y divisiones políticas internas, los mapuches tenían una estructura social no jerarquizada, sin po<strong>de</strong>r central, siendo cada familia una unidad in<strong>de</strong>pendiente. En los primeros casos, los 30 Aldunate, Carlos. “El Indígena y La Frontera”. En: Sergio Villalobos, Carlos Aldunate, Horacio Zapater, L. Mén<strong>de</strong>z y C. Bascuñan, pp. 67-86. Relaciones Fronterizas en la Araucanía. Ediciones Universidad Católica <strong>de</strong> Chile. Santiago. 1982. 31 La concepción que vinculaba el comportamiento social y cultural <strong>de</strong>l ser humano con sus características hereditarias, es propia <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo evolucionista <strong>de</strong>l siglo XIX, y que encuentra su raíz en los planteamientos <strong>de</strong> Darwin, y para el caso <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s humanas en H. Spencer. Estos autores pensaron, correctamente, que la evolución biológica y la evolución cultural estaban íntimamente relacionadas. Así por ejemplo, pue<strong>de</strong> verse que en la transición <strong>de</strong>l hominoi<strong>de</strong> al homínido, ocurren cambios biológicos y socioculturales que se refuerzan mutuamente. Dentro <strong>de</strong> los homínidos ocurre algo similar; los cambios socioculturales están en directa relación con cuestiones biológicas como el tamaño <strong>de</strong>l cerebro, por ejemplo. Sin embargo con el Homo Sapiens Sapiens -humanidad-, los cambios y diferencias biológicas se han estabilizado y su importancia en el comportamiento social es prácticamente nula. Sin embargo esta información no era manejada en los ámbitos científicos <strong>de</strong>l siglo XIX, que es cuando se tejen todas estos imaginarios respecto a las llamadas socieda<strong>de</strong>s salvajes. “Así Spencer ni sus contemporáneos aceptaban que la propia relación entre el repertorio hereditario y el aprendido ha sufrido una evolución a lo largo <strong>de</strong> la cual la modificación <strong>de</strong> las formas culturales se ha hecho cada vez menos <strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> cambios genéticos concomitantes”. De esta manera hoy se acepta como plenamente válido para todas las poblaciones humanas, que “en el estadio <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo biológico y cultural en que se encuentran actualmente, un grupo cualquiera pue<strong>de</strong> adquirir el repertorio aprendido <strong>de</strong> otro grupo diferente sin que sea necesaria ni una sola innovación genética”. Harris, Marvin. El Desarrollo <strong>de</strong> la teoría antropológica. Historia <strong>de</strong> las teorías <strong>de</strong> la cultura. Editorial Siglo XXI. (13° edición) México. 1997. p. 113 32 Jara, Álvaro. Guerra y Sociedad en Chile. La transformación <strong>de</strong> la guerra <strong>de</strong> Arauco y la esclavitud <strong>de</strong> los indios. Editorial Universitaria. Santiago. 1971. 358
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