Viaje a Ixtlán - los mejores libros de espiritualidad para leer y ...
Viaje a Ixtlán - los mejores libros de espiritualidad para leer y ...
Viaje a Ixtlán - los mejores libros de espiritualidad para leer y ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
"En cambio, si el cazador quiere darse a notar, todo lo que tiene que hacer es <strong>para</strong>rse en la punta <strong>de</strong> un<br />
cerro a la hora <strong>de</strong>l crepúsculo, y el po<strong>de</strong>r lo acosará y lo buscará toda la noche. Por eso, si un cazador<br />
quiere viajar <strong>de</strong> noche, o quiere que lo tengan <strong>de</strong>spierto, <strong>de</strong>be ponerse al alcance <strong>de</strong>l viento.<br />
"En eso consiste el secreto <strong>de</strong> <strong>los</strong> gran<strong>de</strong>s cazadores. En ponerse al alcance, y fuera <strong>de</strong>l alcance, en la<br />
vuelta justa <strong>de</strong>l camino."<br />
Me sentí algo confuso y le pedí recapitular. Con mucha paciencia, don Juan explicó que había utilizado<br />
el crepúsculo y el viento <strong>para</strong> indicar la crucial importancia <strong>de</strong> la interacción entre escon<strong>de</strong>rse y mostrarse.<br />
-Debes apren<strong>de</strong>r a ponerte adre<strong>de</strong> al alcance y fuera <strong>de</strong>l alcance -dijo-. Como anda tu vida ahora, estás<br />
todo el tiempo al alcance sin saberlo.<br />
Protesté. Sentía que mi vida se hacía cada vez más y más secreta. Él dijo que yo no lo había comprendido,<br />
y que ponerse fuera <strong>de</strong>l alcance no significaba ocultarse ni guardar secretos, sino ser inaccesible.<br />
-Deja que te lo diga <strong>de</strong> otro modo -prosiguió, pacientemente-. No tiene caso escon<strong>de</strong>rte si todo el mundo<br />
sabe que estás escondido.<br />
"Tus problemas <strong>de</strong> ahora surgen <strong>de</strong> allí. Cuando estás escondido, todo el mundo sabe que estás<br />
escondido, y cuando no, te pones enmedio <strong>de</strong>l camino <strong>para</strong> que cualquiera te dé un golpe."<br />
Empezaba a sentirme amenazado, y apresuradamente intenté <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rme.<br />
-No <strong>de</strong>s explicaciones -dijo don Juan con sequedad-. No hay necesidad. Todos somos tontos, toditos, y<br />
tú no pue<strong>de</strong>s ser diferente. En un tiempo <strong>de</strong> mi vida yo, igual que tú, me ponía enmedio <strong>de</strong>l camino una y<br />
otra vez, hasta que no quedaba nada <strong>de</strong> mí <strong>para</strong> ninguna cosa, excepto si acaso <strong>para</strong> llorar. Y eso hacía,<br />
igual que tú.<br />
Don Juan me miró <strong>de</strong> pies a cabeza y suspiró fuerte.<br />
-Sólo que yo era más joven que tú -prosiguió-, pero un buen día me cansé y cambié. Digamos que un<br />
día, cuando me estaba haciendo cazador, aprendí el secreto <strong>de</strong> estar al alcance y fuera <strong>de</strong>l alcance.<br />
Le dije que no veía el objeto <strong>de</strong> sus palabras. Verda<strong>de</strong>ramente no podía enten<strong>de</strong>r a qué se refería con lo<br />
<strong>de</strong> "ponerse al alcance" y "ponerse enmedio <strong>de</strong>l camino".<br />
-Debes ponerte fuera <strong>de</strong>l alcance -explicó-. Debes rescatarte <strong>de</strong> en medio <strong>de</strong>l camino. Todo tu ser está<br />
allí, <strong>de</strong> modo que no tiene caso escon<strong>de</strong>rte; sólo te figuras que estás escondido. Estar enmedio <strong>de</strong>l camino<br />
significa que todo el que pasa mira tus ires y venires.<br />
Su metáfora era interesante, pero al mismo tiempo oscura.<br />
-Habla usted en enigmas -dije.<br />
Me miró con fijeza un largo momento y luego empezó a tararear una tonada. En<strong>de</strong>recé la espalda y me<br />
puse alerta. Sabía que, cuando don Juan tarareaba una canción, estaba a punto <strong>de</strong> soltarme un golpe.<br />
-Oye -dijo, sonriendo, y me escudriñó-. ¿Qué pasó con tu amiga la güera? Esa muchacha que tanto<br />
querías.<br />
Debo haberlo mirado con cara <strong>de</strong> idiota. Rió con enorme <strong>de</strong>leite. Yo no sabía qué <strong>de</strong>cir.<br />
-Tú me contaste <strong>de</strong> ella -afirmó, tranquilizante.<br />
Pero yo no recordaba haberle contado <strong>de</strong> nadie, mucho menos <strong>de</strong> una muchacha rubia.<br />
-Nunca le he mencionado nada por el estilo -dije.<br />
-Por supuesto que sí -dijo como dando por terminada la discusión.<br />
Quise protestar, pero me <strong>de</strong>tuvo diciendo que no importaba cómo supiera él <strong>de</strong> la chica: lo importante<br />
era que yo la había querido.<br />
Sentí gestarse en mi interior una oleada <strong>de</strong> animosidad en contra <strong>de</strong> él.<br />
42<br />
www.bibliotecaespiritual.com