Viaje a Ixtlán - los mejores libros de espiritualidad para leer y ...
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Se apartó <strong>de</strong> un salto y me or<strong>de</strong>nó, en tono imperativo pero urgente, trotar en el sitio don<strong>de</strong> me<br />
hallaba <strong>de</strong> pie.<br />
Mientras corría sin avanzar, empecé a sentir una cali<strong>de</strong>z invadir mi cuerpo. Era una cali<strong>de</strong>z cobriza. La<br />
sentía en el paladar y en el "techo" <strong>de</strong> <strong>los</strong> ojos. Era como si la parte superior <strong>de</strong> mi cabeza ardiese en un<br />
fuego fresco que irradiaba algo así como un brillo <strong>de</strong> cobre.<br />
Algo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mí me hizo trotar más y más rápido conforme el sol empezaba a <strong>de</strong>saparecer. En <strong>de</strong>terminado<br />
momento me sentí en verdad tan ligero que hubiera podido volar. Don Juan asió con mucha<br />
firmeza mi muñeca <strong>de</strong>recha. La sensación causada por la presión <strong>de</strong> su mano me <strong>de</strong>volvió un sentido <strong>de</strong><br />
sobriedad y compostura. Me <strong>de</strong>jé caer en el suelo y él se sentó junto a mí.<br />
Tras unos minutos <strong>de</strong> reposo se puso calladamente en pie, me tocó el hombro y me hizo seña <strong>de</strong> seguirlo.<br />
Volvimos a escalar hasta la punta <strong>de</strong> roca ígnea don<strong>de</strong> habíamos estado antes. La roca nos escudaba<br />
<strong>de</strong>l viento frío. Don Juan rompió el silencio.<br />
-Fue una estupenda señal -dijo-. ¡Qué extraño! Sucedió al terminar el día. Tú y yo somos muy distintos.<br />
Tú eres más criatura <strong>de</strong> la noche. Yo prefiero el brillo joven <strong>de</strong> la mañana. O mejor dicho, el brillo <strong>de</strong>l sol<br />
matutino me busca, pero <strong>de</strong> ti se escon<strong>de</strong>. En cambio, el sol poniente te bañó. Sus llamas te abrasaron sin<br />
quemarte. ¡Qué extraño!<br />
-¿Por qué es extraño?<br />
-Nunca lo había visto pasar. La señal, cuando suce<strong>de</strong>, ha sido siempre en el reino <strong>de</strong>l sol joven.<br />
-¿Por qué es así, don Juan?<br />
-No es hora <strong>de</strong> hablar <strong>de</strong> eso -repuso, cortante-. El conocimiento es po<strong>de</strong>r. Toma mucho tiempo juntar<br />
el po<strong>de</strong>r suficiente incluso <strong>para</strong> hablar <strong>de</strong> él.<br />
Traté <strong>de</strong> insistir, pero él cambió <strong>de</strong> tema abruptamente. Inquirió sobre mi progreso en "soñar".<br />
Yo había empezado a soñar en sitios específicos, como la escuela y las casas <strong>de</strong> algunos amigos.<br />
-¿Estabas en esos sitios durante el día o durante la noche? -preguntó.<br />
Mis sueños correspondían con la hora <strong>de</strong>l día a la que solía estar en tales sitios: en la escuela durante el<br />
día, en casa <strong>de</strong> mis amigos por la noche.<br />
Sugirió que probara yo "soñar" mientras echaba una siesta <strong>de</strong> día, y ver si podía visualizar el sitio<br />
elegido como estaba a la hora en que yo "soñaba". Si yo "soñaba" <strong>de</strong> noche, mis visiones <strong>de</strong>l local <strong>de</strong>bían<br />
ser nocturnas. Dijo que lo que uno experimenta al "soñar" <strong>de</strong>be ser congruente con la hora en que el<br />
"soñar" tiene lugar; <strong>de</strong> otra forma las visiones que uno tenga no serán "soñar", sino sueños comunes.<br />
-Para ayudarte <strong>de</strong>bías escoger un objeto <strong>de</strong>terminado que pertenezca al sitio don<strong>de</strong> quieres ir, y enfocar<br />
en él tu atención -prosiguió-. En este cerro, por ejemplo, tienes ya una planta <strong>de</strong>terminada que <strong>de</strong>bes<br />
observar hasta que tenga un lugar en tu memoria. Pue<strong>de</strong>s regresar aquí en tu soñar simplemente<br />
recordando esa planta, o recordando esta roca don<strong>de</strong> estamos sentados, o recordando cualquier otra cosa<br />
<strong>de</strong> aquí. Es más fácil viajar al soñar cuando pue<strong>de</strong>s enfocarte en un sitio <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, como éste. Pero si no<br />
quieres venir aquí pue<strong>de</strong>s usar cualquier otro sitio. A lo mejor la escuela don<strong>de</strong> vas es <strong>para</strong> ti un sitio <strong>de</strong><br />
po<strong>de</strong>r. Úsalo. Enfoca tu atención en cualquier objeto <strong>de</strong> allí, y luego encuéntralo al soñar.<br />
"Del objeto específico que recuer<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>bes volver a tus manos, y luego a otro objeto y así<br />
sucesivamente.<br />
"Pero ahora <strong>de</strong>bes enfocar la atención en todo lo que existe encima <strong>de</strong> este cerro, porque éste es el<br />
sitio más importante <strong>de</strong> tu vida."<br />
Me miró como son<strong>de</strong>ando el efecto <strong>de</strong> sus palabras.<br />
-Éste es el sitio en que morirás -dijo con voz suave.<br />
Me moví con nerviosismo, cambiando <strong>de</strong> postura, y él sonrió.<br />
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