Viaje a Ixtlán - los mejores libros de espiritualidad para leer y ...
Viaje a Ixtlán - los mejores libros de espiritualidad para leer y ...
Viaje a Ixtlán - los mejores libros de espiritualidad para leer y ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Reí <strong>de</strong> mi estupi<strong>de</strong>z y, excitado, expliqué a don Juan que el viento, al soplar a través <strong>de</strong> la rama, la<br />
había hecho parecer un animal vivo. Pensé que le complacería la forma en que resolví el misterio, pero él<br />
dio la media vuelta y empezó a subir al cerró. Lo seguí. Agachándose, entró en la <strong>de</strong>presión que parecía<br />
cueva. No era un hoyo, sino una muesca poco profunda en la piedra arenosa.<br />
Don Juan tomó algunas varitas y las usó <strong>para</strong> barrer la tierra acumulada en el fondo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>presión.<br />
-Hay que quitar las garrapatas -dijo.<br />
Me hizo seña <strong>de</strong> tomar asiento y dijo que me pusiera cómodo porque íbamos a pasar allí la noche.<br />
Empecé a hablar <strong>de</strong> la rama, pero él me hizo callar.<br />
-Lo que has hecho no es ningún triunfo -dijo-. Desperdiciaste un po<strong>de</strong>r hermoso, un po<strong>de</strong>r que infundió<br />
vida en aquella rama seca.<br />
Dijo que el triunfo verda<strong>de</strong>ro habría sido <strong>de</strong>jarme ir en pos <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r hasta que el mundo hubiera cesado<br />
<strong>de</strong> existir. No parecía disgustado conmigo ni <strong>de</strong>silusionado con mi <strong>de</strong>sempeño. Declaró repetidas<br />
veces que éste era sólo el principio, que manejar po<strong>de</strong>r llevaba tiempo. Palmeándome el hombro, dijo en<br />
son <strong>de</strong> broma que ese mismo día, unas horas antes, yo era la persona que conocía qué era real y qué no.<br />
Me sentí apenado. Empecé a pedir disculpas por mi ten<strong>de</strong>ncia a estar siempre tan seguro <strong>de</strong> mis<br />
supuestos.<br />
-No importa -dijo él-. Esa rama era un animal verda<strong>de</strong>ro y estaba viva en el momento en que el po<strong>de</strong>r la<br />
tocó. Siendo el po<strong>de</strong>r lo que le daba vida, la movida era, como en el soñar, prolongar su visión. ¿Ves a qué<br />
me refiero?<br />
Quise preguntar otra cosa, pero me calló y dijo que yo <strong>de</strong>bía permanecer en completo silencio, pero<br />
<strong>de</strong>spierto, toda la noche, y que él iba a hablar un rato.<br />
Dijo que, como el espíritu conocía su voz, podía aplacarse al oírla y <strong>de</strong>jarnos en paz. Explicó que la i<strong>de</strong>a<br />
<strong>de</strong> hacerse accesible al po<strong>de</strong>r tenía graves implicaciones. El po<strong>de</strong>r era una fuerza <strong>de</strong>vastadora que fácilmente<br />
podía conducir a la muerte, y había que tratarlo con enorme cuidado. Había que ponerse sistemáticamente<br />
al alcance <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, pero siempre con gran cautela.<br />
Se procedía poniendo en evi<strong>de</strong>ncia la presencia propia a través <strong>de</strong> un <strong>de</strong>spliegue contenido <strong>de</strong> palabras<br />
en voz alta o cualquier otro tipo <strong>de</strong> actividad ruidosa, y luego era obligatorio observar un silencio<br />
prolongado y total. Un estallido controlado y una quietud controlada eran la marca <strong>de</strong> un guerrero. Dijo<br />
que, propiamente, yo <strong>de</strong>bía haber sostenido un rato más la visión <strong>de</strong>l monstruo vivo. En forma dominada,<br />
sin per<strong>de</strong>r la razón ni trastornarme <strong>de</strong> excitación o miedo, <strong>de</strong>bí haber pugnado por "<strong>para</strong>r el mundo". Don<br />
Juan señaló que, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mi carrera cerro arriba, me hallaba en un estado perfecto <strong>para</strong> "<strong>para</strong>r el<br />
mundo". En tal estado se combinaban el temor, la impotencia, el po<strong>de</strong>r y la muerte; dijo que sería bastante<br />
difícil repetir un estado así.<br />
-¿Qué quiere usted <strong>de</strong>cir con "<strong>para</strong>r el mundo"? -le susurré al oído.<br />
www.bibliotecaespiritual.com<br />
Me lanzó una mirada feroz antes <strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r que era una técnica practicada por quienes cazaban<br />
po<strong>de</strong>r, una técnica por virtud <strong>de</strong> la cual el mundo, tal como lo conocemos, se <strong>de</strong>rrumbaba.<br />
63