Anais 2º Congresso Latino-Americano de Restauraçao de Metais

mismo autor, los resultados por él obtenidos en objetos del período helenístico
conservan, aproximadamente, el mismo contenido de estaño, alrededor del 86,8 %
de cobre y un 2,3 % de plomo. Así pues, se deduce la similitud del material original
que nos ocupa por comparación con los resultados citados por el primer autor.
Con respecto al extremo del protector nasal el análisis por FRX proporciona un
contenido acusadamente más elevado de estaño, del orden del 34 % y,
consecuentemente, más bajo de cobre por comparación con el material original,
deduciéndose, por tanto, que es un añadido posterior a la fabricación del casco.
Resulta extraña la composición de las chapas añadidas como protector nucal,
correspondientes a un cobre arsenical similar a los utilizados durante el Calcolítico-
Bronce Inicial en buena parte de la Península Ibérica, pero la inexistencia de rastros
de corrosión en dicho cobre hacen difícil adscribirlo a un período tan antiguo como
origen de una posterior reutilización. Por evitar el dañado que supone la toma de
muestras no pudimos realizar un nuevo análisis sobre este material con medios
adecuados para la posible confirmación de los resultados aportados por FRX.
El material de soldadura del protector nasal está formado por una aleación Cu-
Sn-Zn-Ag, fundamentalmente, como podemos ver en la tabla I, y tanto el
relativamente elevado punto de fusión de este material como el procedimiento de
soldadura empleado llevan a la conclusión de que se trata de una reparación
moderna.
Finalmente, la observación radiográfica revela que la unión de los añadidos
del protector nucal al resto del casco es una pegadura, indicativa de que se trata de
una suelda blanda que, debido al bajo punto de fusión necesario para su aplicación,
únicamente realizó un pegado de las partes añadidas sin que ello ocasionara la
fusión de los bordes de las diversas piezas a unir.
5. CONCLUSIONES
De lo antedicho se deduce que se trata de un casco original si se compara su
composición con la de otros bien estudiados, y que sufrió una acusada corrosión por
la acción del medio con el que estuvo en contacto durante más de dos milenios. Con
posterioridad a su hallazgo en tiempos recientes, fue desabollado perdiendo material
en las zonas en las que la corrosión fue más acusada. Finalmente, a las zonas
perdidas de protección nasal y nucal se soldaron por dos procedimientos diferentes
unas piezas con las que se intentó restituir la forma original supuesta y se
enmascararon las zonas de unión mediante pintado. Este procedimiento de
reparación está en contra de las más elementales normas de lo que debe ser la
restauración de materiales arqueológicos y artísticos y, por lo tanto, debe tenerse
muy en cuenta a la hora de buscar paralelos y de establecer la tipología de las partes
añadidas.
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