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Richards Keith-Vida-Memorias

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aunque me gustaban más o menos en secreto, pero también tenía la impresión de<br />

que representaban la muerte del saxofón, delante de mis narices, ¡porque ninguna<br />

de las dos bandas llevaba un saxofonista, tío! Me veía tocando Tijuana Brass el<br />

resto de mi vida, así que no pensé «¡genial, vamos a actuar en el mismo<br />

espectáculo!» precisamente. Yo tocaba con un tío llamado Bobby Vee que por<br />

aquel entonces tenía un número uno titulado «Rubber Ball» y éramos los que<br />

abríamos hasta que aparecieron ellos y pasaron a ser los que abrían.<br />

Joder, estábamos en Texas, tío, en mi territorio!<br />

Nos alojábamos todos en el mismo hotel de San Antonio y un día los vi<br />

tocando en la terraza de la habitación, a Brian y a <strong>Keith</strong>, y creo que también<br />

estaba Mick. Salí afuera para oírlos y tengo que reconocer que, en mi modesta<br />

opinión (y era algo que conocía bien porque se inventó en Texas y estuve presente<br />

cuando surgió), aquello sonaba a rock and roll de verdad. En realidad eran una<br />

banda muy buena y de hecho tocaban «Not Fade Away» mejor de lo que nunca lo<br />

hizo el propio Buddy. Claro que eso nunca se lo dije ni a ellos ni a nadie aunque,<br />

eso sí, pensé que igual los había juzgado con demasiada dureza. Así que al día<br />

siguiente debíamos de tener tres pases del espectáculo y, para cuando llegamos al<br />

tercero, estaba en el vestuario con ellos, oyéndolos hablar de los artistas<br />

americanos, de que siempre se cambiaban de ropa antes de subirse al escenario,<br />

lo cual es cierto (nos poníamos traje negro, camisa blanca y corbata, lo cual era<br />

una soberana estupidez porque en verano en San Antonio teníamos cincuenta<br />

grados a la sombra). Estaban hablando de todo eso:<br />

—¿Y por qué no nos cambiamos nosotros de ropa también?<br />

—Sí... ¡buena idea!<br />

Así que me esperaba que aparecieran con traje y corbata, pero lo que<br />

hicieron fue cambiarse la ropa, literal: se la intercambiaron entre ellos. Aquello<br />

me pareció genial.<br />

Hay que darse cuenta de que la imagen, la onda según el estándar del rock<br />

and roll del año 64, eran el traje de mohair y la corbata y parecer el simpático<br />

muchacho de aspecto modosito que vivía en la casa de al lado. Y, de repente, ¡se<br />

presentaba desde Inglaterra aquella panda de moscas cojoneras, unos intrusos,<br />

cantando una canción de Buddy Holly! ¡Me cago en todo! Y la verdad es que<br />

tampoco se podía oír muy bien que dijéramos con la calidad que tenían los amplis<br />

y el equipo de sonido por aquel entonces, pero, tío, lo sentía. Joder, lo sentía y me

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