08.06.2017 Views

Richards Keith-Vida-Memorias

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

mí eran los Famous Flames y James Brown era en efecto el cantante principal,<br />

pero esa noche se dedicó a ejercer su autoridad sobre los subalternos, los<br />

guardaespaldas y el grupo de músicos que tocaba con ellos, lo cual a Mick le<br />

resultó fascinante.<br />

Cuando volvimos a Inglaterra, la gran diferencia fue reencontrarnos con<br />

viejos amigos y músicos conocidos asombrados de que nos<br />

hubiésemos convertido en los Rolling Stones: «Pero es que ahora, encima, habéis<br />

ido a América, tío». De repente eras consciente de que habías llegado muy lejos<br />

por el mero hecho de haber estado en Estados Unidos, cosa que enojó mucho a los<br />

fans ingleses (a los Beatles también les pasó) porque ya no eras «suyo», había un<br />

cierto resentimiento por su parte, y nunca tan patente como en Blackpool: allí, en<br />

el Empress Ballroom, pocos días después del regreso, volvimos a afrontar la<br />

muchedumbre, que esta vez consistía en una chusma formada por borrachos<br />

escoceses reclamando un poco de sangre a rebuzno limpio. Por aquel entonces<br />

había una cosa llamada «semana escocesa» durante la cual todas las fábricas de<br />

Glasgow cerraban y prácticamente todo el mundo se iba a Blackpool, una<br />

ciudad turística de la costa, de vacaciones. Empezamos a tocar y estaba hasta<br />

arriba de gente, había muchos tíos, muchos de ellos muy borrachos, todos con sus<br />

mejores galas de domingo. Y, de pronto, un cabroncete pelirrojo muy pequeñajo<br />

me lanza un escupitajo, así que me aparto, pero lo vuelve a hacer y me acierta en<br />

la cara; me vuelvo a poner delante y me escupe por tercera vez y, claro, como yo<br />

estaba en el escenario, la cabeza le quedaba a la altura adecuada, justo al lado de<br />

mi pie, perfecto para chutar un penalty: le di un puntapié con un grácil movimiento<br />

que ni Beckham y lo tumbé; el tipo aquel nunca volvió a ser el mismo, fijo. Ahí se<br />

desató el huracán: lo rompieron todo, hasta el piano, no recuperamos ni un trozo<br />

del equipo que midiera más de diez centímetros y no tuviera un amasijo de cables<br />

colgando, y nosotros conseguimos salir enteros de milagro.<br />

Al poco de regresar de Estados Unidos aparecimos en Juke Box Jury, un<br />

programa de televisión que llevaba mucho tiempo en antena; lo presentaba David<br />

Jacobs y la fórmula consistía en que los famosos del «jurado» comentaran los<br />

discos que les ponía Jacobs y los clasificaran como aciertos o errores. Aquél fue<br />

uno de esos momentos cruciales del que no fuimos en absoluto conscientes hasta<br />

pasado el tiempo, pero que después en los medios se interpretó como una<br />

declaración de guerra generacional y eso desencadenó todo el escándalo, miedo y<br />

desprecio que siguieron. Ese mismo día habíamos grabado una aparición en otro<br />

programa, Top of the Pops, para promocionar el single de Bobby Womack «It’s<br />

All Over Now». Para entonces me había acostumbrado a cantar en playback sin

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!