08.06.2017 Views

Richards Keith-Vida-Memorias

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—El pijama, papá.<br />

— ¡Bueno, deprisa!, ¿dónde están los putos pantalones?<br />

De todas formas, casi siempre me acostaba con lo que iba a ponerme para<br />

tocar. Y al cabo de media hora: «Damas y caballeros, con ustedes, los Rolling<br />

Stones». Es una manera interesante de despertarse.<br />

Que lo cuente Marlon.<br />

Marlon: La gira del 76 fue por Europa. Me me pasé con ellos todo el verano<br />

dando tumbos hasta el último concierto, que fue en Knebworth en agosto, cuando<br />

tocaron con los Zeppelin. Me pedían que despertara a <strong>Keith</strong> porque tenía muy<br />

mala leche y no le gustaba nada que lo despertaran. Así que Mick o algún otro<br />

venía y me decía: «Nos tenemos que marchar dentro de unas horas, ¿por qué no<br />

vas a despertar a tu padre?». Yo era el único que podía hacerlo sin recibir una<br />

bofetada. Le decía: «Papá, levántate, tienes que ponerte en marcha, ya es hora de<br />

irse, hay que coger el avión». Y él lo hacía. Mi padre era muy tierno. íbamos a<br />

los conciertos y luego de vuelta al hotel, y no recuerdo que hubiera mucha<br />

bacanal, de verdad que no. El y yo compartíamos el cuarto, uno con dos camas, y<br />

yo lo despertaba y pedía el desayuno al servicio de habitaciones: helado o tarta<br />

para desayunar; muchas veces las camareras me hablaban en un tonito<br />

condescendiente («¡ay, pobre niño!») y yo les decía que se fueran a tomar por<br />

culo porque era algo que me molestaba mucho. Además aprendí muy rápido<br />

a tratar a los que se pegaban como lapas y a la gente que intentaba llegar hasta<br />

<strong>Keith</strong> a través de mí. Y también me acostumbré enseguida a quitármelos de<br />

encima diciendo: «Mira, no quiero verte por aquí, lárgate». <strong>Keith</strong> usaba la excusa<br />

de «tengo que acostar a Marlon» para librarse de la gente. Había algunas tías o<br />

tipos muy pesados a quienes decía: «Largo de aquí, mi padre está<br />

durmiendo, déjanos en paz». Y como era un niño, nadie se atrevía a decirme nada<br />

y obedecían sin rechistar.<br />

Mick se portó muy bien conmigo durante esa gira. Una vez en Alemania, en<br />

Hamburgo, <strong>Keith</strong> estaba durmiendo y Mick me invitó a su habitación. Yo nunca<br />

había tomado una hamburguesa y me pidió una: «¿Nunca te has comido una<br />

hamburguesa, Marlon? Pues vas a comerte una hamburguesa en Hamburgo». Así<br />

que cenamos juntos. Por aquel entonces era muy cariñoso, encantador. Y cuidaba<br />

mucho de <strong>Keith</strong>, se ocupaba de todo, de que estuviera bien. Era algo que se veía.<br />

Y además por aquel entonces <strong>Keith</strong> estaba hecho polvo.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!