08.06.2017 Views

Richards Keith-Vida-Memorias

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

porque tiene un olor característico cuando lo quemas; y no te importaba si el olor<br />

que salía era el de la mezcla, porque la heroína vieja, la de calle, la mezclan con<br />

lactosa, pero aquello era una masa espesa, había veces que casi ni pasaba por la<br />

aguja. Andábamos bastante tirados.<br />

Yo por lo general no dejaba que la cosa llegase a un punto donde no pudiera<br />

pillar de la limpia, ponía el límite en tener que ir a buscar a la calle: ésa no era lo<br />

bueno, con aquello no iba a ir adonde quería, sólo valía para que no se parara el<br />

motor.<br />

Un día te despiertas y ha habido un cambio de planes, te tienes que ir a<br />

algún sitio de repente y te das cuenta de que en lo primero que piensas es «bueno,<br />

y el tema de la droga ¿cómo lo arreglo?». Lo primero de la lista no es la ropa<br />

interior ni tu guitarra, es: ¿cómo consigo colocarme? ¿Me la llevo de aquí y tiento<br />

a la suerte o tengo números de teléfono a los que puedo llamar donde sea que<br />

vaya y donde sé que me la van a pasar seguro? Más o menos por aquella época,<br />

cuando ya andábamos preparando la siguiente gira, fue cuando caí: había tocado<br />

fondo, no quería estar atrapado en el culo del mundo sin tener para meterme, ésa<br />

era mi mayor preocupación. Prefería desengancharme antes de salir de gira. Ya es<br />

suficientemente malo tener que desengancharte solo, pero la idea de poner en<br />

peligro toda la gira por mi culpa era demasiado, incluso para mí.<br />

Mi visado para Estados Unidos había caducado, así que de todos modos me<br />

tenía que largar. Además había llegado el momento de que Anita se largara de Los<br />

Angeles porque estaba embarazada de Angela: «Es la hora de desengancharse».<br />

No creo que Anita estuviera particularmente enganchada, no la necesitaba todo el<br />

tiempo, y evidentemente la fuerte y robusta Angela prueba que no había riesgos<br />

serios para su salud. Anita se metía algo de vez en cuando, en cambio yo sí que<br />

estaba enganchado y además de verdad. La cosa estaba chunga. Vivíamos al<br />

límite pero no creo que Anita o yo tuviéramos la menor duda de que<br />

podíamos con aquello, sólo era cuestión de ponerse y hacerlo. No recuerdo<br />

ninguna sensación de miedo o aprensión por pensar en dejarlo, más bien la actitud<br />

era: hay que hacerlo y hay que hacerlo. Y como no podíamos volver ni a<br />

Inglaterra ni a Francia, decidimos que nos iríamos a Suiza.<br />

Me puse hasta el culo antes del vuelo porque, cuando llegara, ya iba a ser<br />

directamente a pasar el mono y no tenía ningún contacto en Suiza que me pudiera<br />

pasar nada. La verdad es que fue bastante horrible. Cuando llegamos se montó<br />

bastante lío, lo poco que recuerdo es todo bastante confuso: me llevaron en

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!