08.06.2017 Views

Richards Keith-Vida-Memorias

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

de las confesiones en el lecho de muerte siempre me ha dado un poco de mala<br />

espina porque la única persona que estaba allí aparte del muerto es un tío, una<br />

hija, lo que sea. «En su lecho de muerte confesó que había matado a Brian.» No<br />

tengo ni idea de si lo hizo o no. Brian tenía asma y se metía Quaalude y Tuinal,<br />

que no son precisamente lo mejor para zambullirte en una piscina... es muy fácil<br />

ahogarte si vas de esos rollos: estaba fuertemente sedado. Desde luego que su<br />

tolerancia a las drogas era alta, no lo discuto, pero si se compara eso con el<br />

informe del forense... pleuresía, hipertrofia cardiaca y trastornos renales. Aun así,<br />

me puedo imaginar una situación en la que Brian se pusiera insoportable con<br />

Thorogood y los obreros que estaban haciendo obras en la casa de Brian y que<br />

seguramente se descojonaban de él. Se cayó y no volvió a salir a la superficie.<br />

Pero cuando alguien confiesa «yo me cargué a Brian», como mucho diría que fue<br />

homicidio involuntario. Vale, igual lo empujó, pero la intención no era cargárselo.<br />

Seguro que les tocó los cojones a los obreros quejándose por todo y dando por<br />

saco. Independientemente de si los obreros estaban por allí o no, había llegado a<br />

un punto en su vida en que ya nada tenía sentido.<br />

Tres días después, el 5 de julio, hicimos nuestro primer bolo después de<br />

dos años, en Hyde Park, un concierto gratuito al que asistió aproximadamente<br />

medio millón de personas, fue increíble. Para nosotros lo más importante era que<br />

actuábamos por primera vez desde hacía mucho tiempo y con cambios en la<br />

plantilla porque fue nuestro primer concierto con Mick Taylor. Ibamos a tocar de<br />

todos modos. Claro que por supuesto que se tenía que hacer algún tipo de<br />

comunicado, así que lo convertimos en un concierto en memoria de Brian.<br />

Queríamos despedirlo a lo grande. Los altibajos de la relación con el tío son una<br />

cosa, pero cuando resulta que ya no está... soltemos las palomas o, en este caso,<br />

dos sacos de mariposas blancas.<br />

Hicimos una gira por Estados Unidos en noviembre del 69 con Mick Taylor.<br />

B. B. King, y Ike y Tina Turner eran los teloneros, lo que en sí mismo ya<br />

constituía un espectáculo en toda regla. Además, era la primera vez que íbamos a<br />

largar delante del público los riffs con afinación abierta, el gran sonido nuevo. Al<br />

que más le impresionaron fue a Ike Turner. La afinación abierta lo fascinó igual<br />

que me había pasado a mí. Un día me arrastró a su camerino prácticamente a<br />

punta de pistola, creo que era en San Diego, y me dijo: «Enséñame el rollo ese de<br />

las cinco cuerdas». Así que nos tiramos allí unos cuarenta y cinco minutos y le<br />

enseñé lo básico. Luego sacaron Come Together, ese álbum maravilloso de Ike y<br />

Tina, y era todo con cinco cuerdas. ¡Lo captó en cuarenta y cinco minutos! ¡Así!<br />

Pero, para mí, lo impresionante era: ¿yo le estoy enseñando algo a Ike Turner?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!