Musica Para Camaleones
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MÚSICA PARA CAMALEONES // COLABORAR-COOPERAR-COPRODUCIR<br />
ciones, sino como transformaciones profundas,<br />
ya que proponen un tipo de políticas que son:<br />
• anticapitalistas y antineoliberales: el crecimiento<br />
y la acumulación de capital no es el<br />
único modo de sobrevivir culturalmente;<br />
• antipositivistas: no toda la cultura es buena,<br />
sino que es un campo de conflictos y no tenemos<br />
por qué generar narraciones heroicas, conceptos<br />
benevolentes sobre el desarrollo cultural o<br />
argumentar todo en términos de crecimiento<br />
cultural, social y económico;<br />
• anti-patriarcales: entendiendo la cultura<br />
como un conjunto de relaciones colectivas y<br />
afectivas, de cuidados y trabajos reproductilos<br />
de trabajo con el territorio (por ejemplo,<br />
la revalorización del trabajo con lo local, sin<br />
caer en marcos populistas 5 ). El decrecimiento<br />
abogaría aquí también por normas de transparencia,<br />
de ética e igualdad laboral paritaria<br />
y marcos regulativos que garanticen la calidad<br />
de los productos y los modos en que circulan.<br />
También, en último caso, de manera radical, el<br />
rechazo directo al patrocinio de empresas que<br />
no respeten los marcos equitativos sociales o<br />
agroecológicos, sería una punta de lanza del<br />
decrecimiento cultural. 6 En definitiva, uno de<br />
los mayores retos está en generar otros marcos<br />
donde no se priorice lo cuantitativo sobre lo<br />
cualitativo, lo productivo sobre lo reproductivo,<br />
lo efectivo sobre lo afectivo.<br />
Queremos subrayar que no estamos hablando<br />
de una “retroguardia”, como una especie<br />
de colchón que alivie los ataques transgresores<br />
de la vanguardia cultural por la puerta trasera.<br />
De hecho, entrar en dicotomías de delante/<br />
atrás nos situaría precisamente en la misma<br />
dialéctica de producción que queremos evitar.<br />
Precisamente Latouche nos recuerda que los<br />
tiempos y formas de relacionalidad son complejas,<br />
relativas y multidimensionales 7 . Por lo<br />
tanto, cuando hablamos de “perder el tiempo”,<br />
“tiempo eficaz”, o “tiempo productivo”, son<br />
nociones que responden en numerosas ocasiones<br />
a lógicas productivistas centro-europeas<br />
de la modernidad. Incluso algunos lenguajes<br />
actuales de innovación social se enmarcan en<br />
estos términos capitalistas: nichos de cooperación,<br />
cuencas de producción colaborativa,<br />
planes de emprendiduría, laboratorios para<br />
la innovación 8 , etc. Si nos fijamos, la idea de<br />
explotación de recursos sigue vigente en los<br />
nuevos mercados culturales con un latente discurso<br />
neocolonial. Tratamos estos nichos como<br />
si de minas, montañas o selvas amazónicas se<br />
tratasen, donde se extrae riqueza de ellas por<br />
la acción de empresas extranjeras.<br />
Estos cambios que proponemos aquí no<br />
deben de ser tomados como ligeras modifica-<br />
1 Término que tomamos prestado a Eduardo Molinari, quien<br />
lo introduce en el libro del proyecto Los niños de la soja.<br />
Véase Revista online: Malabia: arte, cultura y sociedad. www.<br />
revistamalabia.com.ar<br />
2 A día de hoy asistimos al desmantelamiento directo del<br />
proyecto Amarika que gestionó, durante el 2008 y 2011,el<br />
presupuesto en cultural de forma participativa de la Diputación<br />
Foral de Álava. mediante una asamblea ciudadana y<br />
comisiones de trabajo .<br />
3 Bajo la lógica de la autogestión se pueden esconder estrategias<br />
para que diversos grupos o iniciativas, “por amor al<br />
arte”, organicen actividades o proyectos sin ningún tipo de<br />
retribución y explotando el paradigma de la participación a<br />
expensas de un ahorro de partidas presupuestarias. )<br />
4 Muchas empresas también ejercen un monopolio sobre<br />
los servicios educativos y otras actividades derivadas como<br />
la seguridad en sala, etc..<br />
5 Pocos centros culturales tienen trabajadores comunitarios<br />
o áreas específicas en este trabajo, ya que el número mayor de<br />
visitantes se atrae generalmente mediante visitas escolares,<br />
categorizadas como “públicos cautivos”.<br />
6 En este sentido es notorio señalar en UK: el trabajo de<br />
Platform en la galería Arnolfini (Bristol, 2009) que desencadenó<br />
uno crítica sobre justicia ecológica a las instituciones<br />
culturalesy posteriormente la plataforma activista Liberate<br />
Tate , que rechaza el patrocinio de la British Petroleum de<br />
proyectos artísticos http://liberatetate.wordpress.com/<br />
7 Latouche, Serge (2003) Decrecimiento y posdesarrollo.<br />
El pensamiento creativo contra la economía del absurdo.<br />
El Viejo Topo.<br />
8 Aquí cabe destacar que el paradigma de “laboratorio” no<br />
escapa también de las dinámicas capitalistas, ya que abre<br />
nuevos mercados y experimenta nuevos modos de economías<br />
culturales que deben ser analizados críticamente con<br />
más detenimiento en las lógicas de gentrificación urbana y<br />
proletariado cognitivo.<br />
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