Musica Para Camaleones
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MÚSICA PARA CAMALEONES // COLABORAR-COOPERAR-COPRODUCIR<br />
HACE UNOS MESES, fui invitado por HUB Madrid<br />
para hablar sobre microcréditos a un grupo<br />
de representantes de colectivos de artistas con<br />
problemas de acceso a productos financieros<br />
necesarios para poner en marcha sus proyectos.<br />
Fui claro, en España no hay microcréditos. Y no<br />
hay microcréditos porque han fracasado. Tuvieron<br />
un repunte cuando la situación era otra (o<br />
mejor dicho cuando la situación era ficticia), los<br />
concedieron algunas Cajas de Ahorros y sus beneficiarias<br />
fueron, fundamentalmente, mujeres<br />
inmigrantes. Algunas ONG hicieron una labor<br />
formidable de asesoramiento a la mujer sobre<br />
qué negocio emprender, dónde y cómo agilizar<br />
la tramitación burocrática. Se llamaban Entidades<br />
Sociales de Apoyo al Microcrédito (ESAM).<br />
Fue maravilloso, un ejemplo de subsidiaridad y<br />
descentralización inteligente, la institución financiera<br />
se apoyaba en las ONG por encontrarse<br />
estas más cerca del problema: la exclusión social,<br />
o mejor dicho, la exclusión financiera y social.<br />
Pero la situación económica a partir de<br />
2008 ahogó a las prestatarias y las cajas dejaron<br />
de concederlos. No es que la crisis cortase<br />
el grifo, es que la gente ya no demandaba sus<br />
productos en bares, peluquerías o locutorios al<br />
ritmo pronosticado en el momento de la concesión<br />
del microcrédito. Las pérdidas las asumieron<br />
las Cajas porque el microcrédito más que<br />
un crédito pequeño, es una relación de confianza<br />
en la que la institución financiera hace su<br />
parte (prestar dinero) sin exigir al prestatario<br />
ninguna garantía patrimonial que respalde el<br />
crédito. A fin de cuentas lo que sucedió es que<br />
el sistema de microcréditos en España estaba<br />
subvencionado y por eso funcionaba, cayó la<br />
demanda, la subvención no aguantó el peso,<br />
y dejó de funcionar. El modelo era frágil y se<br />
explicaba porque se apoyaba en una variable<br />
escondida que era la variable subvención.<br />
Quien quiera volar y observar este caso desde<br />
la distancia podrá extrapolar tal sistema al área<br />
en la que ha desenvuelto, durante los últimos<br />
años, su vida profesional.<br />
El Cuarto Invitado.Un barómetro adaptado para medir la confianza<br />
de los mercados financieros. Derivart.<br />
Así que en aquellas conferencias, como<br />
decía, no hablamos de microcréditos. Hablamos<br />
sobre posibilidades de acceso a crédito para un<br />
perfil concreto de personas excluidas del sistema<br />
financiero formal: artistas y colectivos de artistas<br />
sin garantías patrimoniales que avalasen<br />
un crédito pero con la idea, gravitando sobre sus<br />
cabezas, de una producción artística. Hablamos<br />
sobre métodos de financiación alternativos,<br />
en concreto sobre el sistema de Comunidades<br />
Autofinanciadas (CAF), es decir, cooperativas<br />
de ahorro y crédito informales donde un grupo<br />
de personas se juntan para crear un fondo auto<br />
financiado, auto gestionado y auto regulado,<br />
tan independiente e idiosincrático como sus<br />
miembros quieran. Ponen y sacan, sus ahorros<br />
crecen a tipos de interés consensuados por el<br />
grupo, los montos máximos también se regulan,<br />
todo se auto regula, quién entra, y con qué<br />
propósito se crea la Comunidad.<br />
Lo interesante del modelo de Comunidades<br />
Autofinanciadas hoy, tan común en países<br />
donde la mayor parte de su población vive<br />
excluida del sistema financiero por no tener<br />
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