Musica Para Camaleones

MÚSICA PARA CAMALEONES // PERIFERIAS
de solicitud ni “vuelva usted mañana”, sino que
hay relaciónes y confianzas.
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En segundo lugar, lo periférico tiene una gran
capacidad de generar autenticidad y vivencia,
en contraposición a lo que llamamos fake, ese
adjetivo que vendría a integrar en una sola palabra
lo falso, lo imitable, lo fingido, o lo sintético,
la trampa y el cartón. El territorio, entendido
como el entorno periférico, nos permite muchas
veces vincularnos con el espacio público de manera
amable y alejada del frenetismo hostil de
los grandes núcleos urbanos.
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En tercer lugar, señalar la capacidad de los entornos
rurales o periféricos de generar distinción,
a partir de la invención de determinados
modelos de gestión inéditos que aparecen, muchas
veces, a partir de la carencia o las limitaciones
en infraestructuras, medios o servicios.
En cierto modo, este fenómeno se explicaría a
partir de la capacidad de transformar las debilidades
y amenazas en fortalezas y oportunidades.
Estaríamos hablando de algo así como
“aquí lo hacemos de esta manera porque no nos
queda otra, pero es que además funciona, gusta
y nos distingue”.
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Finalmente, el territorio permite la infinita
exploración, juego e interacción con el entorno.
En este sentido, y basándome en los 10
años de fantásticas e hilarantes experiencias
de producción en FiraTàrrega, solo hace falta
hacer un breve repaso de los espacios dónde
hemos realizado espectáculos: lógicamente,
en plazas, calles y avenidas, pero también en
casas particulares habitadas y abandonadas, en
iglesias, gimnasios, museos, bibliotecas, oficinas,
balcones, escuelas o naves industriales, sin
olvidar que hemos llevado al público en campos
absolutamente yermos en medio de la nada,
Jesus Vilamajó. Cie. Man Drake / Toméo Vergès, French Chicken
en el Marco de FiraTàrrega 2009.
que hemos realizado una gran instalación de
fuego con miles de litros de parafina en la calle
o que hemos programado un Shakespeare en un
parque de pinos, encinas y robles, entre otras
muchas experiencias.
Ahora bien, de poco sirve la generación de
valor añadido sin una propuesta cultural donde
impere la calidad, con misión y objetivos, planificada,
comunicada y ejecutada por un equipo
calificado y dotada de un presupuesto razonable
y razonado. Rurales sí, pero no ingenuos, claro
está.
En el fondo, se puede entender el territorio
como un agente vivo que busca una marca con la
que poder posicionarse en un contexto de oferta
y demanda en plena y cambiante competencia.
Y esta marca la encuentra en interacción con
las percepciones y las sensibilidades próximas
a la psicología humana. Es el rural power, o esa
fantástica sensación de privilegio cuando estás
convencido de vivir algo extraordinario en
un lugar alejado pero nuclear a la vez. ¡Cómo
nos gusta sentir en la ciudad de Tàrrega que
estamos en el centro del universo durante los
cuatro días de celebración de la Fira de Teatre
al Carrer, emborrachándonos en lo que Manuel
Delgado definiría como microclima temporal
y excepcional, capaz de alterar los escenarios
durmientes de la normalidad!
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