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MARX El Capital - Tomo I

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Marx: <strong>El</strong> <strong>Capital</strong>, Libro primero, cap. 8, La jornada laboral<br />

¿Para qué servían, sin embargo, todos esos emplazamientos ante los tribunales, cuando éstos, los county<br />

magistrates 163 , dictaban sentencias absolutorias? En esos [349] tribunales se sentaban los señores<br />

fabricantes y se juzgaban a sí mismos. Un ejemplo. Un hilandero de algodón, un tal Eskrigge, de la firma<br />

Kershaw, Leese & Co., había presentado al inspector fabril de su distrito el proyecto de un sistema de<br />

relevos para su fábrica. La respuesta fue negativa, y el fabricante adoptó en un primer momento una<br />

actitud pasiva. Pocos meses después, acusado de aplicar un plan de relevos idéntico al urdido por<br />

Eskrigge, comparecía ante los Borough justices (jueces de paz urbanos) de Stockport, un individuo<br />

apellidado Robinson, que si no el Viernes [164]bis era en todo caso pariente de Eskrigge. De los 4 jueces<br />

que integraban el tribunal, 3 eran propietarios de hilanderías de algodón, y a su cabeza se hallaba el<br />

mismo e infaltable Eskrigge. Éste absolvió a Robinson y declaró que lo justo para Robinson era legal para<br />

Eskrigge. Apoyándose en su propio fallo, de fuerza legal, introdujo de inmediato el sistema en su propia<br />

fábrica [165]. Ciertamente, la composición misma de estos tribunales constituía una transgresión abierta<br />

de la ley [166]. "Esta clase de farsas judiciales", exclama el inspector Howell, "requiere urgente<br />

remedio... O se modifica la ley adaptándola a estas decisiones, o se hace que la administre un tribunal<br />

menos falible, cuyos fallos se ajusten a la ley... en todos los casos de esta índole. [exclamdown]Cómo<br />

deseamos que haya jueces retribuídos!" [167].<br />

Los juristas de la corona declararon que la interpretación que de la ley de 1848 hacían los fabricantes era<br />

absurda, pero los salvadores de la sociedad se mantuvieron en sus trece. "Luego que yo intentara",<br />

informa Leonard Horner, "hacer cumplir la ley por medio de 10 acusaciones en 7 circunscripciones<br />

judiciales diferentes, y sólo en un caso fuera apoyado por los magistrados... consideré que era inútil seguir<br />

procediendo judicialmente contra las [350] transgresiones de la ley. La parte de ésta redactada para<br />

establecer la uniformidad en las horas de trabajo... ya no existe en Lancashire. Tampoco dispongo, ni<br />

disponen mis subinspectores, de medio alguno para asegurarnos de que en las fábricas donde impera el<br />

llamado sistema de relevos, no haya personas jóvenes y mujeres ocupadas durante más de 10 horas... A<br />

fines de abril de 1849 ya funcionaban con ese método, en mi distrito, 118 fábricas, y su número se<br />

acrecienta con rapidez. En general, trabajan actualmente 13 1/2 horas, de las 6 de la mañana a las 7.30 de<br />

la noche; en algunos casos 15 horas, de las 5.30 de la mañana hasta las 8.30 de la noche" [168]. Ya en<br />

diciembre de 1848 Leonard Horner tenía una lista de 65 fabricantes y 29 capataces de fábrica que<br />

declaraban, unánimemente, que bajo este sistema de relevos no había ningún sistema de vigilancia que<br />

pudiera impedir una gran difusión del exceso de trabajo [169]. Ora los mismos niños y muchachos eran<br />

trasladados (shifted) del taller de hilado al de tejido, etc.; ora se los llevaba, durante las 15 horas, de una<br />

fábrica a otra [170]. ¿Cómo controlar un sistema "que abusa de la palabra relevo para entreverar la mano<br />

de obra como si fueran naipes, en una variedad infinita, y desplazar a lo largo del día las horas de trabajo<br />

y de reposo de los diversos individuos, de tal suerte que nunca el mismo lote completo de obreros trabajan<br />

juntos en el mismo lugar y al mismo tiempo"? [171].<br />

Pero prescindiendo por entero del exceso real de trabajo, ese llamado sistema de relevos era un aborto de<br />

la fantasía capitalista, no superado nunca por Fourier en sus bosquejos humorísticos de las "courtes<br />

séances" [sesiones breves]; [172] sólo que la atracción del trabajo se había transformado en la atracción<br />

del capital. Obsérvense, por ejemplo, esos esquemas patronales que la prensa seria elogiaba como<br />

ejemplo de "lo que puede lograr un grado razonable de cuidado y de método" ("what a reasonable degree<br />

http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital1/8.htm (34 of 71) [28/08/2002 17:35:35]

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