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MARX El Capital - Tomo I

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Marx: <strong>El</strong> <strong>Capital</strong>, Libro primero, cap. 17, Transformación del valor (o, en su caso, del precio) de la fuerza de trabajo en salario<br />

sustituyó por ésta la cuestión originaria, pues n lo que respecta a los costos de producción del trabajo en<br />

cuanto tales se movía en un círculo vicioso sin adelantar un solo paso. Lo que la economía política<br />

denomina valor del trabajo (value of labour), pues, en realidad es el valor de la fuerza de trabajo que<br />

existe en la personalidad del obrero y que es tan diferente de su función, del trabajo, como una máquina<br />

lo es de sus operaciones. Ocupados con la diferencia entre los precios del trabajo en el mercado y lo que<br />

se llamaba su valor, con la relación entre ese valor y la tasa de ganancia, y entre ese valor y los valores<br />

mercantiles producidos por intermedio del trabajo, nunca descubrieron que el curso del análisis no sólo<br />

había llevado de los precios del trabajo en el mercado a su valor [a], sino que había llevado a resolver este<br />

valor del trabajo mismo en el valor de la fuerza de trabajo. La falta de conciencia acerca de este resultado<br />

obtenido por su propio análisis; la aceptación, sin crítica, de las categorías "valor del trabajo", "precio<br />

natural del trabajo", etc., como expresiones adecuadas y últimas de [656] la relación de valor considerada,<br />

sumió a la economía política clásica, como se verá más adelante, en complicaciones y contradicciones<br />

insolubles y brindó a la economía vulgar una base segura de operaciones para su superficialidad, que sólo<br />

venera a las apariencias.<br />

Veamos ahora, por de pronto, cómo el valor y el precio de la fuerza de trabajo se presentan en su forma<br />

transmutada como salario.<br />

Como ya sabemos, el valor diario de la fuerza de trabajo se calcula sobre la base de cierta duración de la<br />

vida del obrero, la cual corresponde a cierta duración de la jornada laboral. Supongamos que la jornada<br />

laboral habitual sea de 12 horas y el valor diario de la fuerza de trabajo ascienda a 3 chelines, expresión<br />

dineraria de un valor en el que se representan 6 horas de trabajo. Si el obrero percibe 3 chelines, percibe<br />

el valor de su fuerza de trabajo mantenida en funcionamiento durante 12 horas. Ahora bien, si ese valor<br />

diario de la fuerza de trabajo se expresara como valor del trabajo efectuado durante un día, obtendríamos<br />

el resultado siguiente: el trabajo de 12 horas tiene un valor de 3 chelines. <strong>El</strong> valor de la fuerza de trabajo<br />

determina así el valor del trabajo o, expresándolo en dinero, el precio necesario del trabajo. Si el precio de<br />

la fuerza de trabajo, por el contrario, difiere de su valor, el precio del trabajo diferirá asimismo de lo que<br />

se llama su valor.<br />

Como el valor del trabajo no es más que una expresión irracional para designar el valor de la fuerza de<br />

trabajo, de suyo se obtiene el resultado de que el valor del trabajo siempre tiene que ser necesariamente<br />

menor que el producto del valor, puesto que el capitalista siempre hace funcionar a la fuerz de trabajo<br />

durante más tiempo que el necesario para que se reproduzca el valor de la misma. En el ejemplo aducido<br />

más arriba, el valor de la fuerza de trabajo mantenida en funcionamiento durante 12 horas era de 3<br />

chelines, un valor para cuya reproducción aquélla requiere 6 horas. Su producto de valor, en cambio, es<br />

de 6 chelines, porque en realidad funciona durante 12 horas, y su producto de valor no depende del valor<br />

mismo de la fuerza de trabajo, sino de la duración de su funcionamiento. Llegamos así al resultado, a<br />

primera vista absurdo, [657] de que un trabajo que crea un valor de 6 chelines, vale 3 chelines [7].<br />

Vemos además lo siguiente: el valor de 3 chelines en que se representa la parte paga de la jornada laboral,<br />

esto es, el trabajo de 6 horas, aparece como valor o precio de la jornada laboral total de 12 horas, que<br />

contiene 6 horas impagas. La forma del salario, pues, borra toda huella de la división de la jornada laboral<br />

entre trabajo necesario y plustrabajo, entre trabajo pago e impago. Todo trabajo aparece como trabajo<br />

http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital1/17.htm (3 of 7) [30/08/2002 16:56:03]

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