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MARX El Capital - Tomo I

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Marx: <strong>El</strong> <strong>Capital</strong>, Libro primero, cap. 9, Tasa y masa del plusvalor<br />

supuesto, más materias primas, husos, etcétera, que para emplear a 100. Pero suba, baje, se [372]<br />

mantenga inalterado, sea grande o pequeño el valor de estos medios de producción adicionales, dicho<br />

valor no ejercerá influjo alguno en el proceso de valorización de las fuerzas de trabajo que los ponen en<br />

movimiento. La ley enunciada más arriba adopta pues la siguiente forma: estando dado el valor de la<br />

fuerza de trabajo y siendo igualmente grande el grado de explotación de la misma, las masas de valor y<br />

plusvalor producidas por diversos capitales estarán en razón directa a las magnitudes de las partes<br />

variables de esos capitales, esto es, a sus partes invertidas en fuerza de trabajo viva.<br />

Esta ley contradice abiertamente toda la experiencia fundada en las apariencias. Todo el mundo sabe que<br />

el dueño de una hilandería de algodón que, si nos atenemos a los porcentajes del capital total empleado,<br />

utiliza proporcionalmente mucho capital constante y poco capital variable, no por ello obtiene una<br />

ganancia o plusvalor menor que un panadero, quien comparativamente pone en movimiento mucho<br />

capital variable y poco capital constante. Para resolver esta contradicción aparente se requieren aún<br />

muchos eslabones intermedios, tal como en el plano del álgebra elemental se necesitan muchos términos<br />

medios<br />

0<br />

para comprender que puede representar una magnitud<br />

0<br />

real. Aunque nunca la haya formulado, la economía clásica se aferra instintivamente a esa ley, pues se<br />

trata de unaconsecuencia necesaria de la ley del valor en general. Procura salvarla abstrayéndose<br />

violentamente de las contradicciones del fenómeno. Más adelante [2] 3 veremos cómo la escuela<br />

ricardiana ha tropezado en esa piedra del escándalo [4]. La economía vulgar, que "realmente tampoco ha<br />

aprendido nada" [5], aquí como en todas partes se atiene a la apariencia, alzándose contra la ley que rige<br />

al fenómeno. Cree, por oposición a Spinoza, que "la ignorancia es razón suficiente" [6].<br />

<strong>El</strong> trabajo que el capital total de una sociedad pone en movimiento día por día, puede considerarse como<br />

una jornada laboral única. Si, por ejemplo, el número de los obreros es de un millón y la jornada laboral<br />

media de un [373] obrero asciende a 10 horas, la jornada laboral de la sociedad ascenderá a 10 millones<br />

de horas. Dada cierta duración de esta jornada laboral, y es lo mismo que se hayan trazado sus límites por<br />

motivos de orden físico o de orden social, sólo se puede aumentar la masa del plusvalor si se acrecienta<br />

el número de los obreros, esto es, la población obrera. <strong>El</strong> crecimiento de la población configura aquí el<br />

límite matemático para la producción de plusvalor por el capital total social. Y a la inversa. Estando dada<br />

la magnitud de la población, ese límite lo conforma la prolongación posible de la jornada laboral 7 . Se<br />

verá en el próximo capítulo que esa ley sólo rige para la forma del plusvalor analizada hasta aquí.<br />

Del examen que hasta aquí hemos hecho en torno a la producción del plusvalor se infiere que no todas<br />

las sumas de dinero o de valor son convertibles en capital; para esta conversión está presupuesto, antes<br />

bien, que un mínimo de dinero o de valor de cambio se encuentre en las manos del poseedor individual<br />

http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital1/9.htm (4 of 9) [28/08/2002 17:35:49]

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