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MARX El Capital - Tomo I

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Marx: <strong>El</strong> <strong>Capital</strong>, Libro primero, cap. 3, <strong>El</strong> dinero, o la circulación de mercancías<br />

las cotizaciones de una lista de precios y se encontrará la magnitud de valor del dinero representada en<br />

todas las mercancías posibles. <strong>El</strong> dinero, en cambio, no tiene precio alguno. Para participar en esa forma<br />

relativa unitaria del valor de las demás mercancías, tendría que referirse a sí mismo como a su propio<br />

equivalente.<br />

<strong>El</strong> precio o la forma dineraria del valor característica de las mercancías es, al igual que su forma de valor<br />

en general, una forma ideal o figurada, diferente de su forma corpórea real y palpable. <strong>El</strong> valor del hierro,<br />

del lienzo, del trigo, etc., aunque invisible, existe en esas cosas mismas; se lo representa mediante su<br />

igualdad con el oro, mediante [117] una relación con el oro, la cual, por así decirlo, es sólo como un<br />

duende que anduviera en sus cabezas. De ahí que el custodio de las mercancías tenga que prestarles su<br />

propia lengua, bien colgarles un rótulo, para comunicar sus precios al mundo exterior [2] 3 . Como la<br />

expresión de los valores mercantiles en oro es ideal, el oro que se emplea en esta operación es también<br />

puramente figurado o ideal. Todo guardián de mercancías sabe que cuando confiere a éstas la forma del<br />

precio, o forma áurea figurada, está lejos de haberlas bañado en oro, y que para tasar en oro millones de<br />

valores mercantiles no necesita una sola pizca de ese metal. En su función de medida de valor, por<br />

consiguiente, el dinero sirve como dinero puramente figurado o ideal. Esta circunstancia ha dado pie a las<br />

teorías más desatinadas [4]. Aunque para la función de medir el valor sólo se utiliza dinero figurado, el<br />

precio depende estrictamente del material dinerario real. <strong>El</strong> valor, es decir, la cantidad de trabajo humano<br />

que contiene, por ejemplo, una tonelada de hierro, se expresa en una cantidad figurada de la mercancía<br />

dineraria que contiene la misma cantidad de trabajo. Según sea el oro, la plata o el cobre el que preste<br />

servicios como medida del valor, el valor de la tonelada de hierro tendrá expresiones de precio totalmente<br />

diferentes, o se representará en cantidades de oro o plata o cobre por entero distintas.<br />

[118] Por tanto, si dos mercancías distintas --por ejemplo el oro y la plata-- sirven simultáneamente como<br />

medida del valor, todas las mercancías tendrán dos expresiones de precio diferentes, precios en oro y<br />

precios en plata, que coexistirán sin sobresaltos mientras la relación que existe entre el oro y la plata se<br />

mantenga inalterada, por ejemplo 1:15. Pero todo cambio en esa relación de valor perturbará la<br />

proporción entre los precios áureos y los precios argénteos de las mercancías y demostrará así, de manera<br />

efectiva, que la duplicación de la medida del valor contradice la función de la misma [5] a .<br />

[119] Las mercancías con precios determinados se representan todas en la fórmula siguiente: a mercancía<br />

A = x oro; b mercancía B = z oro; c mercancía C = y oro, etc., donde a, b, c representan determinadas<br />

cantidades de las clases de mercancías A, B, C; x, z, y, determinadas cantidades de oro. Los valores de las<br />

mercancías, pues, se transforman en cantidades de oro figurado y de diferente magnitud, y por ende, pese<br />

al enmarañado abigarramiento de los cuerpos de las mercancías, en magnitudes de igual denominación,<br />

en magnitudes de oro. En cuanto tales, esas cantidades disímiles de oro se comparan y miden entre sí,<br />

desarrollándose de este modo la necesidad, desde el punto de vista técnico, de vincularlas todas a una<br />

cantidad fija de oro que oficie de unidad de medida. Esta unidad de medida misma continúa<br />

desarrollándose, gracias a su división ulterior en partes alícuotas, hasta llegar a ser un patrón de medida.<br />

Con anterioridad a su transformación en dinero, el oro, la plata, el cobre poseen ya tales patrones en sus<br />

pesos metálicos; de modo, por ejemplo, que una libra sirve como unidad de medida, y mientras que por<br />

una parte se la subdivide en onzas, etc., por la otra se suman libras hasta formar un quintal, etc [6]. En<br />

http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital1/3.htm (2 of 49) [28/08/2002 17:34:05]

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