La Esfinge y el Espejo I.pdf - Editores Alambique
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ciudades de Sodoma y Gomorra, en cuyas afueras vive<br />
Lot <strong>el</strong> pastor, y Dios acepta complacido las primicias<br />
de Ab<strong>el</strong> <strong>el</strong> cuidador de rebaños mientras que rechaza<br />
las ofrendas de Caín <strong>el</strong> agricultor. De la vida en<br />
ciudad dice <strong>el</strong> propio Gilgamesh: Aquí en la ciudad <strong>el</strong><br />
hombre muere oprimido en su corazón, <strong>el</strong> hombre perece con<br />
desesperanza en <strong>el</strong> corazón. 81 Enkidú, <strong>el</strong> hombre natural,<br />
no sabe siquiera de la comida y la bebida d<strong>el</strong> hombre<br />
civilizado, come pasto y bebe leche de animales<br />
salvajes. Por eso le dice la sirvienta d<strong>el</strong> amor: …come<br />
pan, es la sustancia de la vida; toma <strong>el</strong> vino, es la costumbre<br />
de la tierra. 82<br />
Ya hecho hombre, Enkidú caza lobos y leones,<br />
protege a los pastores y se embriaga. Tal vez por esta<br />
misma razón distingue la injusticia, y cuando sabe de<br />
los desmanes d<strong>el</strong> rey dice: Iré al lugar donde Gilgamesh<br />
rige sobre la gente, lo retaré audazmente y gritaré en Uruk:<br />
He venido a cambiar <strong>el</strong> viejo orden, pues soy <strong>el</strong> más fuerte<br />
aquí. 83 Una frase como “El viejo orden ha de cambiar<br />
porque así lo quiere <strong>el</strong> [más] Justo” está todavía muy<br />
lejos, pero es notable que a Enkidú no lo imp<strong>el</strong>e <strong>el</strong> reto<br />
por <strong>el</strong> reto mismo, sino una especie de indignación<br />
moral. <strong>La</strong> lucha entre ambos héroes termina en<br />
empate y en amistad eterna, y señala también un<br />
cambio en Gilgamesh: de la bruta opresión pasa a la<br />
81 LA ÉPICA DE GILGAMESH. Mi versión de la traducción de N. K.<br />
Sandars, op. cit., pág. 72.<br />
82 LA ÉPICA DE GILGAMESH. Mi versión de la traducción de N. K.<br />
Sandars, op. cit., pág. 69.<br />
83 LA ÉPICA DE GILGAMESH. Mi versión de la traducción de N. K.<br />
Sandars, op. cit., pág. 68.<br />
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