La Esfinge y el Espejo I.pdf - Editores Alambique
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Aún más representativo es <strong>el</strong> así llamado Gran<br />
Himno al Atén, que algunos han comparado con <strong>el</strong><br />
Salmo 104:<br />
Surges hermoso en <strong>el</strong> horizonte d<strong>el</strong> Ci<strong>el</strong>o, Oh Atén<br />
Viviente, Iniciador de la Vida. Cuando amaneces en <strong>el</strong><br />
Este llenas cada tierra con tu b<strong>el</strong>leza. Eres en verdad<br />
b<strong>el</strong>lo, grande, radiante y eminente sobre todo reino.<br />
Tus rayos abrazan los países hasta la plena extensión de<br />
todo lo que has hecho, pues eres Ra [<strong>el</strong> sol] y alcanzas<br />
sus límites y los subyugas para tu hijo amado<br />
[Akhenaten]. Eres remoto pero tus rayos están sobre la<br />
tierra, estás a la vista de los hombres pero tus caminos<br />
son desconocidos.<br />
Cuando te asientas al poniente la tierra entra en<br />
oscuridad, a la manera de la muerte. <strong>La</strong> gente pasa la<br />
noche adentro con la cabeza cubierta, y <strong>el</strong> ojo no ve a su<br />
compañero. Sus posesiones pueden ser robadas, incluso<br />
cuando están bajo su cabeza, sin que se dé cuenta.<br />
Cada león sale de su cueva y todas las serpientes<br />
muerden. <strong>La</strong> oscuridad es la única luz, y la tierra está<br />
en silencio cuando su Creador descansa en su<br />
habitación.<br />
<strong>La</strong> tierra resplandece cuando surges en <strong>el</strong><br />
horizonte de oriente y alumbras como Atén en <strong>el</strong> día.<br />
Tú ahuyentas la noche cuando lanzas tus rayos. Los<br />
Dos Reinos están en fiesta, despiertan y se levantan<br />
porque tú los has levantado. <strong>La</strong>van sus miembros, se<br />
visten y levantan los brazos en adoración de tu<br />
presencia. <strong>La</strong> tierra entera hace su trabajo. El ganado<br />
pasta tranquilo en sus pastizales, los árboles y las<br />
hierbas reverdecen. Los pájaros vu<strong>el</strong>an desde sus nidos,<br />
sus alas levantadas en alabanza de tu espíritu. Todos<br />
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