La Esfinge y el Espejo I.pdf - Editores Alambique
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hablado palabras malignas. 90 Y <strong>el</strong> triunfo ha aumentado<br />
la arrogancia en Gilgamesh: abiertamente rechaza los<br />
avances de la diosa d<strong>el</strong> amor y le da muerte al Toro<br />
d<strong>el</strong> Ci<strong>el</strong>o, al cual enviara Anu para castigar esta<br />
ofensa. 91 Por todo esto debe ser tan oprobioso <strong>el</strong><br />
castigo final: Lenta es la agonía de Enkidú, larga su<br />
enfermedad y dolorosa su muerte. No como un<br />
guerrero en <strong>el</strong> campo de batalla muere <strong>el</strong> hermano de<br />
Gilgamesh, sino en un lecho, en vergüenza.<br />
Después de guardar du<strong>el</strong>o por su amigo a la<br />
antigua usanza, rasgando sus vestiduras y<br />
deambulando por <strong>el</strong> desierto cubierto con una pi<strong>el</strong> de<br />
león, Gilgamesh va en busca de Utnapíshtim (<strong>el</strong> único<br />
hombre a quien le ha sido concedido <strong>el</strong> don de la<br />
inmortalidad) para preguntarle sobre los vivos y los<br />
muertos. Después de cruzar una enorme oscuridad, <strong>el</strong><br />
héroe llega al jardín de los dioses y mientras caminaba<br />
… a la orilla d<strong>el</strong> mar lo vio Shamash, y vio que se vestía con<br />
pi<strong>el</strong>es de animales y que comía su carne. Apesadumbrado<br />
[<strong>el</strong> dios] habló y le dijo: Nunca encontrarás la vida que<br />
buscas. 92 Pero Gilgamesh le implora que lo deje<br />
continuar buscando, y así llega donde Siduri, la mujer<br />
de la viña, la hacedora de vino, quien se sienta en <strong>el</strong><br />
jardín a la orilla d<strong>el</strong> mar, con <strong>el</strong> tazón dorado y las doradas<br />
90 LA ÉPICA DE GILGAMESH. Mi versión de la traducción de N. K.<br />
Sandars, op. cit., pág. 83.<br />
91 Aunque <strong>el</strong> Toro d<strong>el</strong> Ci<strong>el</strong>o es literalmente un monstruo<br />
sobrenatural, <strong>el</strong> texto indica que también puede entendérs<strong>el</strong>o<br />
como “siete años de sequía en Uruk”.<br />
92 LA ÉPICA DE GILGAMESH. Mi versión de la traducción de N. K.<br />
Sandars, op. cit., pág. 100.<br />
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