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Por primera vez en casi tres años
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Gozó con el hálito de vetiver de
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un minuto de su tiempo. Volvió má
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obligatorio de capacitación para q
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escrito para saber que la firma fue
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Así que volvió a las cinco de la
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afrentas de esa tarde. Lorenzo Daza
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sido recibidas. Además, ambas esta
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La hermana Franca de la Luz fingió
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Cuando ella se levantaba, ya él se
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Fermina Daza inició un gesto de re
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tres años el emblema de su complic
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con sus llantos de mujer. En un mis
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Sabía que iba a casarse el sábado
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esparció todo por el piso, hasta q
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irrecuperable, como nunca, aunque n
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camisón de dormir, pero ella se lo
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ciencia. Trajo una suscripción de
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en el que tuvo la buena idea de can
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etratos se parecía a él, ni conco
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también el que correspondía mejor
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y no hubo una sola vez en que ella
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escarmiento que por experiencia, qu
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preguntas, de suposiciones teórica
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de equivocarse por segunda vez. Se
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El ciclón pasó de largo, pero sus
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Florentino Ariza se impresionó, no
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quintos Juegos Florales, convencida
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mamar, cambiándole los pañales em
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alegría de vivir infundía en otro
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Desgracias sobre desgracias, Fermin
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Martínez”. Esta identidad, usurp
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Desde las primeras visitas al cemen
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ceremonias inútiles del ritual dom
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-En mi opinión -dijo- el siglo xix
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Florentino Ariza estaba ocupándose
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Florentino Ariza sabía que los ric
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-Por el olor a caca. La verdad es q
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-¿Qué es lo que pasa? -preguntó.
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la escuela de enfrente, pues los ni
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estables se acabaron por chismes de
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Sin embargo, muy pronto iba a apren
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Fue lo único que dijo, cohibida ta
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se habían tomado tres brandis cada
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Esa noche, a los cuarenta y ocho a
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había descuajado el brazo al prime
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Se acordó de otras viudas amadas.
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América Vicuña, desnuda por compl
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No volvió a dormir una noche compl
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primera vez, vencida por la nostalg
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-Estás como para un entierro -le d
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domingo le mandó el automóvil por
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corazón los resabios del pasado, y
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agotaba. Después de rondar la quin
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para eso habían sido compradas: pa
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Una torcedura de las tripas como un
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Se despidió pasadas las seis, cuan
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-Los que hacemos los reglamentos so
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Florentino Ariza insistió en evoca
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Lucrecia del Real, elegido presiden
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mucho menos a los ochenta. En una d
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A las siete de la noche dieron la p
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lanca, fresca, todavía sudada de r
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juntos la cubierta de primera clase
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de los peregrinajes más malos e in
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No hubieran pensado en salir del ca
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Florentino Ariza, por su parte, se
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-¿Y hasta cuándo cree usted que p