el antiguo testamento, manual para el alumno
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en <strong>el</strong> estado mortal. Como enseñó Abinadí, estos<br />
mandamientos eran <strong>para</strong> "conservar vivo en <strong>el</strong>los <strong>el</strong><br />
recuerdo de Dios y su deber <strong>para</strong> con él" (Mosíah<br />
13:30).<br />
La ministración de áng<strong>el</strong>es: Esta ministra ció n tiene<br />
como propósito pre<strong>para</strong>r a los hombres <strong>para</strong> tener<br />
fe en Cristo a fin de que puedan recibir <strong>el</strong> Espíritu<br />
Santo (véase Moroni 7:30-32).<br />
Pregunta. ¿Quiere decir entonces que la ley de Moisés<br />
contenía todos los principios básicos d<strong>el</strong> evang<strong>el</strong>io?<br />
Respuesta: La ley de Moisés es llamada "evang<strong>el</strong>io<br />
pre<strong>para</strong>torio" (D. y C. 84:26). Por motivo de que los<br />
isra<strong>el</strong>itas perdieron las llaves d<strong>el</strong> Sacerdocio de M<strong>el</strong>quisedec,<br />
no pudieron tener la plenitud de la ley de<br />
Cristo. Y cuando <strong>el</strong> Señor cumplió la ley, <strong>el</strong> evang<strong>el</strong>io<br />
pre<strong>para</strong>torio quedó bajo la ley de Cristo, y los<br />
mandamientos carnales fueron suprimidos.<br />
Pregunta . ¿Podemos ver todo esto en <strong>el</strong> Antiguo<br />
Testamento tal como lo tenemos hoy en día?<br />
Respuesta. Sí, una vez que uno sabe qué es lo que<br />
tiene que buscar y cómo buscarlo. Mormón enseñó<br />
que los conversos lamanitas entendieron correctamente<br />
la ley de Moisés porque creían en <strong>el</strong><br />
"espíritu de profecía" (Alma 25:16; véase también <strong>el</strong><br />
verso 15). El espíritu de profecía es <strong>el</strong> "testimonio<br />
de Jesús" (Ap. 19:10; véase también Alma 6:8). La ley<br />
de Moisés fue un "ayo" <strong>para</strong> llevar Isra<strong>el</strong> a Cristo<br />
(Gálatas 3:24); sin embargo, fue dada en "símbolos y<br />
figuras" (Mosíah 3:15; véase también 13:31; 16:14).<br />
Solamente aqu<strong>el</strong>los con <strong>el</strong> espíritu de profecía pueden<br />
entender estas enseñanzas simbólicas. Pues, como<br />
dijo Amulek: "Este es <strong>el</strong> significado entero de la ley,<br />
pues todo ápice señala a ese gran y postrer<br />
sacrificio" (Alma 34:14).<br />
Instrucciones al <strong>alumno</strong><br />
1. Emplee los comentarios que aparecen a continuación,<br />
pues <strong>el</strong>los le ayudarán en la lectura y estudio<br />
de Levítico 1-10.<br />
2. Lleve a cabo las asignaciones d<strong>el</strong> Resumen<br />
Ana lítico, según las indicaciones de su maestro.<br />
(Los <strong>alumno</strong>s d<strong>el</strong> Curso de estudio individual<br />
supervi sado deben completar toda esta sección.)<br />
COMENTARIOS SOBRE LEVITICO 1-10<br />
(14-2) Levítico 1:1 ¿Por qué es tan importante <strong>el</strong> libro<br />
de Levítico?<br />
Este libro contiene rev<strong>el</strong>ación directa de Dios dada<br />
mediante Moisés a Isra<strong>el</strong>. Obviamente era <strong>el</strong> <strong>manual</strong><br />
de instrucciones <strong>para</strong> <strong>el</strong> sacerdocio de aqu<strong>el</strong>la generación.<br />
Este hecho hace que <strong>el</strong> libro sea de gran<br />
interés, pues siempre que Dios habla al hombre, se<br />
rev<strong>el</strong>a a sí mismo, y así podemos llegar a conocerlo<br />
mejor, a entenderlo mejor a El y sus propósitos. El<br />
lector moderno puede llegar a sentir que <strong>el</strong> contenido<br />
d<strong>el</strong> libro está fuera de época, especialmente en<br />
lo que concierne al sacrificio de sangre; sin embargo,<br />
todo fue dado, tal como lo dijo Amulek, <strong>para</strong><br />
señalar hacia la expiación infinita de Cristo (véase<br />
Alma 34:14). Un erudito destacó lo siguiente en<br />
cuanto a los distintos sacrificios y ofrendas:<br />
"El primer punto, entonces, que requiere nuestra<br />
atención es éste: En cada ofrenda hay por lo menos<br />
tres partes. Están la ofrenda, <strong>el</strong> sacerdote y <strong>el</strong> oferente. Es<br />
esencial tener un conocimiento definido de la importancia<br />
precisa de cada una de estas partes si es<br />
que queremos entender la naturaleza de las ofrendas.<br />
"¿ Qué es la ofrenda, entonces? ¿Quién es <strong>el</strong> sacerdote?<br />
¿Quién es <strong>el</strong> oferente? Cristo es la ofrenda,<br />
Cristo es <strong>el</strong> sacerdote y Cristo es <strong>el</strong> que la ofrece.<br />
Son tantas las ocasiones en las que Cristo ha intercedido<br />
en favor d<strong>el</strong> hombre que ningún símbolo o<br />
conjunto de símbolos puede, adecuadamente, representarlas<br />
todas. De ahí que tenemos muchas clases<br />
de símbolos y muchas variedades dentro de esas distintas<br />
clases, cada uno de los cuales representa un<br />
aspecto particular de Cristo, ya sea en su carácter, en<br />
su obra o en su persona. De cualquier manera, <strong>para</strong><br />
los pecadores El cumple más de una función, y por<br />
eso se necesita que haya muchos emblemas. Primero<br />
Cristo viene como <strong>el</strong> que ofrece, pero no podemos<br />
apreciarlo como tal si no vemos la ofrenda. Y<br />
esta ofrenda es El mismo. Y Cristo, que es la ofrenda<br />
y <strong>el</strong> oferente, es también <strong>el</strong> sacerdote. Como hombre,<br />
nuestro substituto, Cristo, se presentó ante Dios<br />
como oferente. Tomó '<strong>el</strong> cuerpo pre<strong>para</strong>do <strong>para</strong> El'<br />
como su ofrenda a fin de que mediante ese cuerpo El<br />
pudiera reconciliarnos con Dios. De modo que,<br />
cuando <strong>el</strong> sacrificio y la ofrenda fracasaron por completo,<br />
cuando Dios no los aceptó más de la mano<br />
d<strong>el</strong> hombre, entonces dijo El: 'He aquí, vengo; en <strong>el</strong><br />
rollo d<strong>el</strong> libro está escrito de mí; <strong>el</strong> hacer tu voluntad,<br />
Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio<br />
de mi corazón' (Salmos 40:7-8). De este modo<br />
su cuerpo era la ofrenda que voluntariamente ofreció;<br />
y luego, como sacerdote, tomó la sangre y la llevó<br />
al santísimo. Como oferente lo vemos hombre sujeto a la<br />
ley, ubicándose como nuestro substituto a fin de<br />
que nosotros podamos cumplir toda justicia. Como sacerdote<br />
lo tenemos presente en calidad de mediador,<br />
mensajero de Dios ante El mismo e Isra<strong>el</strong>. En tanto<br />
que como ofrenda es víctima inocente, olor agradable<br />
a Dios, y sin embargo, es quien llevó sobre sí <strong>el</strong> pecado<br />
y murió por causa d<strong>el</strong> mismo.<br />
"Así en un mismo mod<strong>el</strong>o, hay tres símbolos distintos:<br />
<strong>el</strong> oferente simboliza a Cristo en su persona,<br />
como <strong>el</strong> que llegó a ser Hombre <strong>para</strong> satisfacer los requisitos<br />
de Dios; la ofrenda lo representa en su carácter<br />
y obra, como la víctima mediante la cual es ratificada<br />
la Expiación; en tanto que <strong>el</strong> sacerdote nos da<br />
un tercer aspecto de El, su r<strong>el</strong>ación oficial como mediador<br />
e intercesor." (Jukes, Law of the Offerings, págs.<br />
44-45.)<br />
(14-3) Levítico 1:2-3. ¿Qué cualidades debían tener<br />
los animales <strong>para</strong> ser aceptables como ofrenda?<br />
El vocablo hebreo que se traduce como "sin<br />
mancha" o "sin defecto" significa sano, completo.<br />
Además de esta condición, todos los animales apartados<br />
<strong>para</strong> <strong>el</strong> sacrificio debían llenar dos requisitos<br />
más: Tenían que ser de la categoría que <strong>el</strong> Señor había<br />
declarado limpios (véase Levítico 11) y también<br />
tenían que ser de los rebaños domesticados (véase Levítico<br />
1:2). "En los animales aceptables, que había