el antiguo testamento, manual para el alumno
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mirra más fragante y <strong>el</strong> incienso más dulce. Las ofrendas<br />
que toma d<strong>el</strong> pastor no sufren la muerte, y sus<br />
rebaños se envu<strong>el</strong>ven en praderas siempre verdes. El<br />
pan de su cosecha nunca se acaba, <strong>el</strong> aceite de su<br />
prensa no falla y su vino siempre es nuevo. En tanto<br />
que los hombres tengan aliento, sus líneas eternas<br />
forman la letanía d<strong>el</strong> corazón suplicante. Las cuerdas<br />
que hace vibrar son las cuerdas d<strong>el</strong> arpa de Dios.<br />
"El ritmo de la poesía hebrea no se puede medir<br />
desde <strong>el</strong> punto de vista material, ya que es <strong>el</strong> ritmo<br />
majestuoso d<strong>el</strong> espíritu que se remonta por las alturas<br />
y que sólo puede percibirlo quien tenga en su alma<br />
la música d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o. Se <strong>el</strong>eva por encima de la métrica<br />
llegando a una dimensión más <strong>el</strong>evada y nueva: la<br />
dimensión d<strong>el</strong> espíritu, en la que quien adora a Dios<br />
lo hace en espíritu y en verdad.<br />
"Su objeto propio es <strong>el</strong> Altísimo, <strong>el</strong> Dios d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o y<br />
de la tierra; su fuente y origen, las profundidades<br />
d<strong>el</strong> corazón hambriento de Dios. Su gran tema es <strong>el</strong><br />
encuentro personal con <strong>el</strong> Dios viviente. " (Douglas,<br />
New Bible Dictionary, s. v. "poetry", pág. 1008. )<br />
(G-5) Empleo d<strong>el</strong> dualismo en los escritos hebreos<br />
Uno de los aspectos difíciles de la literatura hebrea<br />
es la frecuencia con la que ciertos escritores emplean<br />
figuras o imágenes, o escriben acerca de cosas<br />
que tienen un sentido doble. Tal dualismo es similar<br />
al lenguaje esotérico, <strong>el</strong> cual "va dirigido o es comprendido<br />
solamente por los iniciados<br />
especialmente", esto es, lenguaje "circunscripto a un<br />
pequeño núcleo" (Webster's New Collegiate Dictionary,<br />
ed. 1979, s. v. "esoteric"). Por ejemplo, supongamos<br />
que una persona en un grupo de extraños<br />
desea saber, sin preguntarlo abiertamente, si se encuentran<br />
presentes algunos Santos de los Ultimas<br />
Días. Se pone de pie sobre un banco y comienza a<br />
cantar "¡Oh está todo bien!" (Himnos de Sión, Núm.<br />
214). Está empleando lenguaje esotérico. Los miembros<br />
de la Iglesia reconocerán inmediatamente las<br />
estrofas, y todos los demás supondrán que está cantando<br />
un himno que <strong>para</strong> <strong>el</strong>los es desconocido.<br />
La misma técnica era usada a menudo en los escritos<br />
d<strong>el</strong> Antiguo Testamento. Mensajes especiales de<br />
importancia espiritual eran expresados en pasajes espiritualmente<br />
insignificantes en apariencia. Pero<br />
<strong>para</strong> los iniciados en lo espiritual, los espiritualmente<br />
sensibles, <strong>el</strong> significado más importante salta a la<br />
vista. Isaías escribió un "proverbio" (una expresión de<br />
juicio) contra <strong>el</strong> "rey de Babilonia" (Isaías 14:4). Es<br />
una condena magistral al gobernante d<strong>el</strong> imperio que<br />
en poco tiempo se tornaría <strong>el</strong> principal enemigo de<br />
Isra<strong>el</strong> y su destructor final. En medio de la profecía<br />
de esta caída se encuentra este pasaje: "¡Cómo<br />
caíste d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o, oh Lucero, hijo de la mañana!<br />
¡Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las<br />
naciones!" (Isaías 14:12).<br />
La mayoría de los eruditos ha llegado a la conclusión<br />
de que Lucifer, que en hebreo significa "estr<strong>el</strong>la<br />
brillante" o "estr<strong>el</strong>la matutina", era un nombre poético<br />
aplicado al rey de Babilonia, puesto que los reyes<br />
y otros personajes importantes a veces eran mencionados<br />
como estr<strong>el</strong>las (Wilson, Old Testament<br />
Word Studies, s. v. "Lucifer", pág. 261). Y ciertamente<br />
<strong>el</strong> pasaje entero (Isaías 14:4-22) tiene sentido si se<br />
aplica a la cabeza d<strong>el</strong> gobierno babilónico. Pero <strong>el</strong><br />
nombre de Satanás era Lucifer, y la caída d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o<br />
representa su expulsión de la presencia de Dios después<br />
que su reb<strong>el</strong>ión llevó a la guerra en los ci<strong>el</strong>os<br />
(véase D. y C. 76:25-28; Moisés 1:1-4). Además, Babilonia<br />
llegó a representar al mundo y a los dominios<br />
de Satanás (véase Apocalipsis 17:5; D. y C. 1 :16;<br />
133:14). Lea nuevamente este pasaje a la luz de<br />
otros significados de Babilonia y Lucifer . Surge bien<br />
claro un nuevo significado, igualmente válido y<br />
lleno de sentido. ¿Cuál es la interpretación correcta?<br />
La respuesta -y una clave <strong>para</strong> comr,render la literatura<br />
hebrea- es que ambas son ((" rectas. El pasaje<br />
fue escrito en estilo literario.<br />
Las profecías concernientes a Sión proporcionan<br />
otro ejemplo de dualismo. Sión era <strong>el</strong> título común<br />
<strong>para</strong> la ciudad de Jerusalén y, por extensión, <strong>para</strong> <strong>el</strong><br />
pueblo d<strong>el</strong> convenio (tal como decimos Washington<br />
o Moscú <strong>para</strong> referirnos a Estados Unidos de América<br />
o la Unión Soviética). La mayoría de los eruditos interpretan<br />
las referencias a Sión como r<strong>el</strong>acionadas al<br />
<strong>antiguo</strong> Isra<strong>el</strong> y sin duda a él se refieren. Pero <strong>para</strong><br />
los Santos de los Ultimas Días, Sión tiene implicaciones<br />
modernas, las que añaden significado más profundo<br />
a tales pasajes (Isaías 2:1-4). La antigua Jerusalén<br />
(Sión) ha sido establecida nuevamente en la<br />
cumbre de los montes de Isra<strong>el</strong>, y muchos judíos de<br />
todo <strong>el</strong> mundo se han congregado en <strong>el</strong>la. Pero <strong>el</strong><br />
establecimiento de la Iglesia restaurada en Salt Lake<br />
City y en otros lugares en la cumbre de los montes<br />
también ha dado cumplimiento a la profecía. De manera<br />
que aquí tenemos otro ejemplo clásico de dualismo<br />
literario y profético.<br />
Otro ejemplo más lo constituyen las profecías<br />
concernientes al esparcimiento y congregación de Isra<strong>el</strong>.<br />
Estas profecías han sido cumplidas varias veces<br />
en distinta forma. Los judíos fueron llevados cautivos<br />
a Babilonia y regresaron setenta años después.<br />
Los lamanitas, otra rama de Isra<strong>el</strong>, han sido esparcidos<br />
y ahora están retornando a la Iglesia. Los isra<strong>el</strong>itas<br />
que están por todo <strong>el</strong> mundo se están congregando<br />
en la Iglesia verdadera.<br />
(G-6) Resumen<br />
La clave <strong>para</strong> entender tales estilos literarios se encuentra<br />
en <strong>el</strong> Espíritu de Dios. El élder Bruce R.<br />
McConkie dijo lo siguiente:<br />
"En <strong>el</strong> análisis final, no hay forma -absolutamente<br />
ninguna (¡y esto nunca será expresado lo suficientemente<br />
fuerte!)- de entender cualquier profecía mesiánica,<br />
o cualquier otro pasaje de escritura, a no ser<br />
que se tenga <strong>el</strong> mismo espíritu de profecía que influyó<br />
sobre quien expresó la verdad en su forma original.<br />
La Escritura viene de Dios mediante <strong>el</strong> poder<br />
d<strong>el</strong> Espíritu Santo y no se origina en <strong>el</strong> hombre. Significa<br />
sólo lo que <strong>el</strong> Espíritu Santo piensa que significa.<br />
Para interpretarla, debemos ser iluminados por <strong>el</strong><br />
poder d<strong>el</strong> Espíritu Santo. Como dijo Pedro:<br />
'Ninguna profecía de la Escritura es de interpretación<br />
privada, porque nunca la profecía fue traída por