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el antiguo testamento, manual para el alumno

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como hicieron después de la victoria de Gedeón (ver<br />

Jueces 8:1-3). Tal vez esto era típico de Efraín: r<strong>el</strong>ajarse<br />

hasta la obtención de la victoria y luego pretender<br />

que había querido ser parte d<strong>el</strong> esfuerzo. Gedeón<br />

los había apaciguado, pero Jefté sin rodeos les<br />

recordó que, aunque se les pidió, no enviaron reclutas,<br />

y de ahí que procediera de esa manera.<br />

(22-30) Jueces 12:8-15<br />

"La mención d<strong>el</strong> número de hijos e hijas que podían<br />

montar parece ser un tipo de símbolo <strong>antiguo</strong><br />

usado <strong>para</strong> dar idea de posición social". (Rasmussen,<br />

Introduction to the Old Testament, 1:152.)<br />

RESUMEN ANALITICO<br />

(22-31) Josefa, <strong>el</strong> reconocido historiador judío, generalmente<br />

se refería a su pueblo usando los conceptos<br />

más <strong>el</strong>evados. Sin embargo, su comentario en<br />

cuanto a la condición de los isra<strong>el</strong>itas durante <strong>el</strong> período<br />

de los jueces no fue nada halagador:<br />

"Después de esto, los isra<strong>el</strong>itas se tornaron blandos<br />

al punto de no p<strong>el</strong>ear más contra sus enemigos,<br />

sino se dedicaron al cultivo de la tierra, que les produjo<br />

gran abundancia y riquezas, pero por <strong>el</strong>lo fueron<br />

negligentes en la disposición regular d<strong>el</strong> lugar<br />

donde habitaban y se entregaron al lujo y a los placeres;<br />

dejaron de ser cuidadosos en escuchar las leyes<br />

que regían su gobierno político. Por esta razón Dios<br />

se vio provocado a la ira y expuso ante <strong>el</strong>los cómo,<br />

en contra a sus direcciones, <strong>el</strong>los habían perdonado a<br />

los cananeos, y luego, cómo esos cananeos se aprovechaban<br />

de <strong>el</strong>los bárbaramente." Oosefo, Flavius Josephus<br />

Antiquities, libro 5, cap. 2, párr. 7.)<br />

En esta época se requería valor de parte de todo isra<strong>el</strong>ita<br />

<strong>para</strong> dedicarse al Señor. Lamentablemente,<br />

esta situación surgió no por causa de presión externa<br />

sino por la presión interna de Isra<strong>el</strong>. Los vecinos de<br />

Gedeón, no un grupo de cananeos paganos, fueron<br />

llevados así a cometer un asesinato cuando Gedeón<br />

destruyó <strong>el</strong> altar de Baal. La profecía de Jotam fue expresada<br />

en contra de su propio hermano, no en<br />

contra de algún rey filisteo. Ciertamente <strong>el</strong> problema<br />

de Isra<strong>el</strong> no radicaba en las masas paganas a las<br />

que enfrentaba sino que era un problema en <strong>el</strong> corazón<br />

de los isra<strong>el</strong>itas. Sus más grandes enemigos no<br />

eran los madianitas o moabitas hambrientos de poder<br />

sino la vacilación interior, la apatía, la desobediencia<br />

y la reb<strong>el</strong>ión. Sus enemigos externos constantemente<br />

se encarnizaban contra <strong>el</strong>los solamente porque<br />

las debilidades interiores se encarnizaban sin ser<br />

controladas.<br />

Hoy en día, los cananeos y filisteos no existen; pero<br />

¿no existen entre nosotros <strong>el</strong> fruto de sus dioses,<br />

actualizados y transformados <strong>para</strong> hacerlos int<strong>el</strong>ectualmente<br />

aceptables? ¿Y qué decir de la apatía, la<br />

desobediencia, la vacilación y la reb<strong>el</strong>ión? ¿No mora<br />

en nosotros nuestro más grande enemigo? Si es así,<br />

hoy día es necesaria la misma clase de valor que fue<br />

243<br />

demostrada por los personajes que acabamos de estudiar.<br />

(22-32) Se requiere valor <strong>para</strong> ser constante en la<br />

devoción personal a las normas d<strong>el</strong> evang<strong>el</strong>io. El<br />

Cántico de Débora contiene una clave con r<strong>el</strong>ación a<br />

la forma de vencer al adversario: "Por haberse<br />

ofrecido voluntariamente <strong>el</strong> pueblo, load a Jehová"<br />

Oueces 5:2). ¿En qué forma puede usted ejercer <strong>el</strong><br />

valor necesario <strong>para</strong> ofrecerse voluntariamente a<br />

Dios? El consejo dado por <strong>el</strong> presidente Joseph F.<br />

Smith a los líderes de la Iglesia se aplica a todos<br />

nosotros en un sentido muy real. Considér<strong>el</strong>o con<br />

suma atención:<br />

"Una de las cualidades más nobles de todo buen dirigente<br />

es una alta norma de valor. Al hablar d<strong>el</strong><br />

valor y la habilidad <strong>para</strong> dirigir, estamos usando términos<br />

que significan la calidad de vida mediante la<br />

cual los hombres conscientemente determinan <strong>el</strong> camino<br />

que han de seguir, y sostienen con fid<strong>el</strong>idad<br />

sus convicciones. Jamás ha habido una época en la<br />

Iglesia en que no se haya requerido que sus líderes<br />

sean hombres de valor, no sólo valor en <strong>el</strong> sentido de<br />

poder hacer frente a los p<strong>el</strong>igros físicos, sino también<br />

firmes y leales a una convicción clara y recta.<br />

"Los que dirigen la Iglesia, pues, deben ser hombres<br />

que no se desaniman fácilmente, que no carecen<br />

de esperanza, que no se dejan llevar por presagios<br />

de todo género de males venideros. Sobre todas las<br />

cosas, los que dirigen jamás deben infundir un espíritu<br />

tenebroso en <strong>el</strong> corazón de los miembros. Si los<br />

hombres que ocupan altas posiciones sienten a veces<br />

<strong>el</strong> peso y ansiedad de épocas trascendentales,<br />

tanto más deben sostenerse firmes y resu<strong>el</strong>tos en<br />

esas convicciones nacidas de una conciencia temerosa<br />

de Dios y de vidas puras. En sus vidas personales<br />

los hombres deben sentir la necesidad de suministrar<br />

ánimo al pueblo por medio de sus propias r<strong>el</strong>aciones<br />

con <strong>el</strong>los, llenas de esperanza y buen ánimo, así<br />

como por sus palabras en lugares públicos. Es de<br />

gran importancia que se eduque al pueblo a estimar y<br />

cultivar <strong>el</strong> aspecto alegre de la vida, más bien que<br />

permitir que sus tinieblas y sombras los cubran.<br />

"A fin de vencer con éxito las inquietudes concernientes<br />

a los asuntos que requieren tiempo <strong>para</strong> resolverse,<br />

son esenciales una fe y confianza absolutas<br />

en Dios y en <strong>el</strong> triunfo de su obra.<br />

"Las preguntas más trascendentales y los mayores<br />

p<strong>el</strong>igros a la f<strong>el</strong>icidad personal no siempre se<br />

arrastran y se resu<strong>el</strong>ven dentro de uno mismo, y si<br />

los hombres no pueden hacer frente valerosamente a<br />

las dificultades y obstáculos de sus propias vidas y<br />

naturalezas individuales, ¿cómo van a enfrentarse con<br />

éxito a esos asuntos públicos en los cuales están de<br />

por medio <strong>el</strong> bienestar y la f<strong>el</strong>icidad d<strong>el</strong> pueblo?"<br />

(Véase Doctrina d<strong>el</strong> Evang<strong>el</strong>io, págs. 149-50.)

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