09.05.2013 Views

el antiguo testamento, manual para el alumno

el antiguo testamento, manual para el alumno

el antiguo testamento, manual para el alumno

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

270<br />

Tal vez no tenga dos metros setenta de estatura; tal<br />

vez no esté protegido por una coraza . .. pero todos<br />

los jóvenes tienen un Goliat. Y cada joven tiene su<br />

honda y tiene acceso al riachu<strong>el</strong>o donde están las<br />

piedras redondeadas.<br />

"Encontraréis los Goliats que os amenazan. Sea<br />

Goliat <strong>el</strong> fortachón d<strong>el</strong> pueblo, o sea la tentación de<br />

hurtar o destruir, o la tentación de robar o <strong>el</strong> deseo<br />

de decir malas palabras; si vuestro Goliat es <strong>el</strong> deseo<br />

de destruir o la tentación de la lujuria y d<strong>el</strong> pecado,<br />

o la inclinación a evitar la actividad, cualquiera que<br />

sea vuestro Goliat, puede ser destruido. Pero recordad,<br />

<strong>para</strong> ser vencedores debemos seguir la senda<br />

que siguió David:<br />

" 'David se conducía prudentemente en todos sus<br />

asuntos, y Jehová estaba con él' (1 Samu<strong>el</strong> 18:14)."<br />

(Spencer W. Kimball, "The Davids and the Goliaths",<br />

Ensign, nov. de 1974, pág. 82.)<br />

(25-41) Armados de fe en Dios, nuestra causa no<br />

puede ser obstaculizada<br />

Las personas prudentes se arman como lo hizo<br />

David, no con honda o piedra, sino con fe. Aunque<br />

David era experto en <strong>el</strong> manejo de la honda, su confianza<br />

descansaba en <strong>el</strong> Señor de los ejércitos, <strong>el</strong><br />

Dios de las huestes a las que Goliat desafiaba. D<strong>el</strong><br />

mismo modo, nosotros también debemos armarnos<br />

<strong>para</strong> nuestras batallas.<br />

"Sugiero que cada individuo se apreste con la armadura<br />

de Dios. Así llegará a ser un ejemplo <strong>para</strong> los<br />

demás, y muchos seguirán sus pasos. A medida<br />

que cada uno haga esto, ayudará a formar <strong>el</strong> ejército<br />

que obtendrá la gran victoria y finalmente pre<strong>para</strong>rá<br />

al mundo <strong>para</strong> la segunda venida d<strong>el</strong> Salvador.<br />

"Al vestir la armadura de Dios, debemos llegar a<br />

conocer al Salvador. A los 14 años de edad, José<br />

Smith, en su búsqueda de conocimiento y sabiduría,<br />

se dirigió al Señor en oración. Dios <strong>el</strong> Padre y su<br />

Hijo, Jesucristo, aparecieron ante él en una visión.<br />

Vio a dos personajes, uno diciendo d<strong>el</strong> otro: 'Este es<br />

mi Hijo Amado. ¡Escúchalo!' (José Smith 1:17). Este<br />

fue <strong>el</strong> comienzo de la restauración d<strong>el</strong> evang<strong>el</strong>io de<br />

Jesucristo en la tierra. Si tenemos fe, podemos pre<strong>para</strong>rnos<br />

mediante oración y estudio y obtener la<br />

misma seguridad que tuvo José Smith: que Dios<br />

vive y que El y su Hijo son dos personas distintas.<br />

Jesús de Nazaret entonces llegará a ser <strong>el</strong> centro de<br />

nuestra vida. Con esta certidumbre, nuestra causa no<br />

puede ser obstaculizada. Sin <strong>el</strong>la, no tenemos<br />

causa." (Victor L. Brown, "1s There Not a Cause?"<br />

Ensign, nov. de 1974, pág. 104.)<br />

(25-42) Es la causa a la que honramos y no a los<br />

miembros indignos que la profesan.<br />

"Aunque un hombre no sea <strong>el</strong> ungido d<strong>el</strong> Señor, es<br />

posible que tengamos hacia él sentimientos de simpatía,<br />

los cuales nos los enseña la misma naturaleza<br />

humana; mas cuando un hombre es <strong>el</strong> ungido d<strong>el</strong><br />

Señor, nos sentimos de la misma forma en que David<br />

se sintió hacia Saúl. El no levantaría su mano contra<br />

Saúl, porque, como él mismo lo dijo, es ungido<br />

d<strong>el</strong> Señor. Pero, ¿cómo podrían trabajar en armonía<br />

y estar en unidad si los dos tuvieran espíritus diferentes?<br />

En Saúl había un espíritu contrario, pero aun<br />

así David no levantaría la mano <strong>para</strong> matarle, aunque<br />

lo tenía en su poder, pues él era <strong>el</strong> ungido d<strong>el</strong> Señor.<br />

Un hombre puede estar asociado con otro y estar<br />

en <strong>el</strong> mismo reino y ser a la vez de espíritus diferentes;<br />

incluso puede pasar sin ser notado por algún<br />

tiempo. Cuando <strong>el</strong> ungido d<strong>el</strong> Señor no se esfuerza<br />

por cumplir con las responsabilidades d<strong>el</strong> reino, permanece<br />

inactivo todo <strong>el</strong> tiempo. De manera que<br />

¿cómo puede aqu<strong>el</strong> que obedece los principios de la<br />

rectitud y la justicia y que está lleno d<strong>el</strong> amor de<br />

Jesús amar a ese hombre? El no puede hacerlo como<br />

quisiera. Tenemos que estar inspirados por <strong>el</strong><br />

mismo Espíritu y por la misma clase de conocimiento<br />

<strong>para</strong> poder amarnos y ser uno en corazón y<br />

mente." (Lorenzo Snow, en Journal of Discourse, 4:156.)

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!