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el antiguo testamento, manual para el alumno

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ra <strong>el</strong> sumo sacerdote. Aquí, por primera vez, se usa <strong>el</strong><br />

título de "sumo sacerdote" (Levítico 21:10). El vocablo<br />

hebreo significa literalmente "<strong>el</strong> Sacerdote, <strong>el</strong><br />

grande". En su calidad de sacerdote principal, era<br />

<strong>el</strong> representante de Jehová ante <strong>el</strong> pueblo y como tal<br />

tenía que guardarse de toda mancha en su santo<br />

oficio. (El sumo sacerdote d<strong>el</strong> Antiguo Testamento<br />

poseía oficio en <strong>el</strong> Sacerdocio Aarónico, no en <strong>el</strong> Sacerdocio<br />

de M<strong>el</strong>quisedec tal como hoy en día. El<br />

sumo sacerdote era <strong>el</strong> sacerdote presidente, o cabeza<br />

d<strong>el</strong> Sacerdocio Aarónico. En la actualidad <strong>el</strong><br />

obispo presidente tiene ese cargo.) Todos los miembros<br />

d<strong>el</strong> sacerdocio tenían que casarse con vírgenes<br />

de su propio pueblo. Las prostitutas, las mujeres<br />

adúlteras y las divorciadas quedaban excluidas, evitándose<br />

así la duda en cuanto a la pureza personal.<br />

Los sacerdotes no podían casarse con mujeres<br />

"infames" (que no eran isra<strong>el</strong>itas; verso 7), ni contaminarse<br />

por <strong>el</strong> contacto con cadáveres de personas<br />

que no fueran parientes cercanos (véase verso 1-3), ni<br />

permitir que sus hijas se prostituyesen (véase verso 9).<br />

En otras palabras, todo Isra<strong>el</strong> fue llamado a una<br />

vida especial de recogimiento y santidad, pero los sacerdotes<br />

que servían como representantes autorizados<br />

de Dios ante <strong>el</strong> pueblo tenían que mantener un<br />

niv<strong>el</strong> más <strong>el</strong>evado de recogimiento y santificación.<br />

El sumo sacerdote, que era <strong>el</strong> símbolo de Jesús, "<strong>el</strong><br />

gran sumo sacerdote", tenía que sujetarse a un código<br />

todavía más estricto (Hebreos 4:14). Además de<br />

tener que reunir los requisitos de un sacerdote corriente<br />

en cuanto al casamiento y demás, no podía tener<br />

defectos físicos o mutilaciones (véase Levítico<br />

21:16-21). Tal rigidez era <strong>para</strong> que <strong>el</strong> pueblo tuviera<br />

presente que Cristo, <strong>el</strong> verdadero mediador entre<br />

Dios y sus hijos, era perfecto en todo sentido.<br />

(16-10) Levítico 23<br />

En este capítulo <strong>el</strong> Señor indicó cinco festividades o<br />

días santos que tenían que ser conmemorados por<br />

todo Isra<strong>el</strong>. Estos eran <strong>el</strong> día de reposo (véase verso<br />

1-3), la Pascua y la fiesta de los panes sin levadura<br />

(véase verso 4-14), la fiesta de las Semanas, o Pentecostés,<br />

como se le llamó en <strong>el</strong> Nuevo Testamento<br />

(véase verso 26-32) y la fiesta de los Tabernáculos<br />

(véase verso 33-44).<br />

El día de reposo, naturalmente, se santificaba semanalmente;<br />

las otras festividades aparecen en <strong>el</strong> orden<br />

en que se c<strong>el</strong>ebraban. La Pascua era en marzo o<br />

principios de abril (correspondiendo a la Pascua en<br />

la actualidad), y Pentecostés se c<strong>el</strong>ebraba siete semanas<br />

después, a fines de mayo. El Día de la Expiación<br />

se c<strong>el</strong>ebraba a fines de septiembre o a principios<br />

de octubre, y era seguido cinco días después por la<br />

fiesta de los Tabernáculos o de las enramadas. Para<br />

obtener más detalles sobre las festividades y c<strong>el</strong>ebraciones,<br />

véase Temas suplementarios, sección D, y<br />

también <strong>el</strong> calendario hebreo en la sección de mapas<br />

y gráficas.)<br />

(16-11) Levítico 23:27<br />

Afligir <strong>el</strong> alma significa ser humilde o sumiso ante<br />

<strong>el</strong> Señor. El término hebreo connota disciplina. Por<br />

lo tanto, en estos días, los isra<strong>el</strong>itas debían dedicarse<br />

completamente al Señor mediante ayuno y oración.<br />

(16-12) Levítico 23:37<br />

Las ofrendas especificadas <strong>para</strong> los días de festividades<br />

eran todas voluntarias. Estos eran días de c<strong>el</strong>ebración<br />

en los que se mostraba libremente la gratitud<br />

personal al Señor.<br />

(16-13) Levítico 24:17-22. ¿Consistía la ley de Moisés,<br />

realmente, en ojo por ojo?<br />

Este pasaje ha llegado a ser considerado por muchos<br />

como la sustancia y <strong>el</strong> resumen de la ley mosaica:<br />

"ojo por ojo, diente por diente" (vers. 20), lamentable<br />

malentendido que da a la ley la apariencia<br />

de frialdad e inflexibilidad y la caracteriza como de espíritu<br />

vengativo. El malentendido ha surgido por la<br />

falta de capacidad <strong>para</strong> discernir entre la ley social y<br />

la penal. La primera estaba basada en <strong>el</strong> amor y la<br />

preocupación por <strong>el</strong> prójimo (véase Levítico 19:18). La<br />

ley penal no desestimaba al amor pero había sido<br />

hecha <strong>para</strong> recalcar la justicia absoluta. Aun así, es<br />

menester notar tres cosas en cuanto a la aplicación<br />

de este "ojo por ojo":<br />

"Primero, tenía <strong>el</strong> propósito de hacer que prevaleciera<br />

una exacta justicia, no venganza. Segundo, no<br />

era venganza personal sino justicia pública. Tercero,<br />

excluido <strong>el</strong> asesinato de entre los d<strong>el</strong>itos por los<br />

que era permisible <strong>el</strong> rescate (Nm. 35:31), es probable<br />

que la compensación por daños que se hicieran se<br />

pagara normalmente en forma de multa." (Guthrie<br />

y Motyer, Bible Commentary: Revised, pág. 164.)<br />

La misma ley que requería la retribución y <strong>el</strong><br />

pago justos también requería que <strong>el</strong> agricultor dejara<br />

sin segar porciones de su campo <strong>para</strong> que los pobres<br />

pudieran tomar de allí <strong>para</strong> su sustento (véase<br />

Levítico 19:9-10; 23:22), demandaba que <strong>el</strong> empleador<br />

pagara al asalariado al caer la noche en lugar de<br />

esperar <strong>para</strong> hacerlo hasta <strong>el</strong> día siguiente (véase<br />

19:13), mandaba a los hombres: "no aborrecerás a tu<br />

hermano en tu corazón" (19:17) y resumía <strong>el</strong> ideal<br />

diciendo "sed santos" (20:7) .<br />

(16-14) Levítico 25. El año de reposo y <strong>el</strong> de jubileo<br />

Muchos cristianos modernos consideran la ley de<br />

Moisés como una ley primitiva y de menor importancia,<br />

dada a un pueblo inmaduro e ignorante. Este<br />

capítulo ilustra la fe y la confianza en Dios que se<br />

requieren de quien verdaderamente se sujeta a la ley.<br />

El isra<strong>el</strong>ita aprendía que un año de cada siete debía<br />

confiar su sostén enteramente a Dios en lugar de confiar<br />

en los frutos de sus propias manos. La tierra,<br />

también, tenía que tener su reposo y durante ese año<br />

no se debía arar, sembrar, segar o cosechar. Además,<br />

una vez cada cincuenta años la tierra tenía que<br />

tener un doble descanso. El séptimo año sabático<br />

(<strong>el</strong> año cuadragésimonono) tenía que ser seguido por<br />

un año de jubileo. Dios había librado d<strong>el</strong> cautiverio<br />

a Isra<strong>el</strong>, sacándolo de Egipto, perdonando sus numerosas<br />

deudas y dándole una herencia en la tierra<br />

prometida. Para demostrar su amor a Dios y a sus semejantes,<br />

los isra<strong>el</strong>itas tenían que seguir aqu<strong>el</strong><br />

ejemplo durante <strong>el</strong> año de jubileo. Los esclavos o siervos<br />

eran liberados, las propiedades volvían a sus<br />

dueños originales y las deudas eran perdonadas<br />

(véase verso 10, 13, 35-36).<br />

Los modernos seguidores de la ley mayor d<strong>el</strong> evan-

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