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el antiguo testamento, manual para el alumno

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194<br />

diera fruto maduro. Esto demostró que Aarón no solamente<br />

era apto <strong>para</strong> su llamamiento, sino que ministraba<br />

en su oficio en pleno poder d<strong>el</strong> Espíritu y dio<br />

<strong>el</strong> fruto que de él se esperaba. La vara de almendro<br />

era especialmente adaptada <strong>para</strong> esto, pues <strong>el</strong> almendro<br />

florece y da fruto más rápido que todos los demás<br />

árboles y ha recibido su nombre d<strong>el</strong> vocablo<br />

. .. 'apresurar' debido a esta cualidad (confrontar<br />

con Jeremías 1:11-12)." (Keil y D<strong>el</strong>itzsch, Commentary,<br />

1:3--114.)<br />

(18-11) Números 18. Los Sacerdocios Levítico y<br />

Aarónico<br />

Aquí se hace una distinción entre los dos órdenes<br />

d<strong>el</strong> Sacerdocio Aarónico. Aunque los vocablos Aarónico<br />

y Levítico a veces se usan como sinómimos (véase<br />

D. y C. 107:1, 6, 10), ambos órdenes eran diferentes<br />

en sus deberes. El sacerdocio menor fue dado a los de<br />

la tribu de Leví (Números 18:2), a la cual pertenecían<br />

Aarón y sus hijos. Los levitas efectuaban las tareas<br />

domésticas d<strong>el</strong> tabernáculo, como ser llenar y<br />

encender las lám<strong>para</strong>s, transportar <strong>el</strong> arca d<strong>el</strong> testimonio,<br />

armar y desarmar <strong>el</strong> tabernáculo, etc. Los sacerdotes,<br />

que eran <strong>el</strong>egidos solamente entre los hijos<br />

de Aarón, tenían como responsabilidad ofrecer los<br />

sacrificios, quemar <strong>el</strong> incienso, instruir al pueblo<br />

acerca de la ley, etc. Presidiendo sobre todos los sacerdotes,<br />

o sea, los hijos de Aarón, había un primogénito.<br />

Servía como sumo sacerdote, o presidente de<br />

los sacerdotes (véase Números 3:5-10; 18:1-7; 1 Crónicas<br />

23:27-32).<br />

Los s<strong>el</strong>eccionados <strong>para</strong> ministrar en los oficios de<br />

sacerdote y levita debían sostenerse con los diezmos<br />

y ofrendas hechos por los hijos de Isra<strong>el</strong> (véase<br />

Números 18:21, 24) . Así <strong>el</strong> Señor le dijo a Aarón:<br />

"De aceite, de mosto y de trigo, todo lo más escogido,<br />

las primicias de <strong>el</strong>lo, que presentarán a Jehová,<br />

<strong>para</strong> ti las he dado". (vers. 12). Estos productos,<br />

como todo lo demás en Isra<strong>el</strong>, tenían que ser<br />

diezmados (véase verso 26).<br />

Además, los levitas tenían que tener un lugar<br />

donde vivir ya que no recibieron tierra como las demás<br />

tribus porque su herencia fue <strong>el</strong> sacerdocio<br />

(véase verso 20). A fin de esparcirlos entre las tribus y<br />

proporcionar hogares <strong>para</strong> <strong>el</strong>los, Moisés mandó que<br />

cuarenta y ocho "ciudades levitas" fueran establecidas<br />

<strong>para</strong> quienes atendían las necesidades espirituales<br />

de Isra<strong>el</strong> (véase Números 35:1-8). Se estableció esta<br />

herencia levítica cuando la tierra de Canaán fue<br />

conquistada bajo <strong>el</strong> mando de Josué (véase Josué 21).<br />

(18-12) Números 19. Leyes de purificación<br />

Antiguamente <strong>el</strong> isra<strong>el</strong>ita que había estado en la<br />

presencia de un muerto era considerado inmundo<br />

(véase encabezamiento 15-3). Este capítulo de Números<br />

describe la forma en que esa persona se purificaba.<br />

Primero, mataban una vaca alazana, la quemaban<br />

y apartaban las cenizas. Luego se ponían las<br />

cenizas en agua pura y esta mezcla se esparcía sobre<br />

los que se hubieran contaminado. Esta agua era conocida<br />

como "agua de purificación" (vers. 9). No valerse<br />

d<strong>el</strong> poder purificador en esta forma daba por<br />

resultado que la persona fuese "cortada de entre la<br />

congregación" (vers. 20), esto es, excomulgada.<br />

Hay un gran simbolismo en esta ordenanza ya que<br />

una persona que se profana a sí misma con <strong>el</strong> pecado<br />

sufre una muerte espiritual debido a lo cual es<br />

"cortada de la presencia de Dios", porque pierde la<br />

compañía d<strong>el</strong> Espíritu Santo. Puede recuperarse de<br />

esa muerte espiritual por la fe en <strong>el</strong> sacrificio de Jesucristo,<br />

arrepentimiento por los pecados, bautismo<br />

por inmersión, la recepción d<strong>el</strong> Espíritu Santo y la<br />

obediencia a los mandamientos de Dios. Los que después<br />

de todo esto cometen ciertos pecados graves y<br />

rehusan arrepentirse también son "cortados de entre<br />

la congregación", es decir, son excomulgados<br />

(véase versículo 20) .<br />

(18-13) Números 20:2-13. ¿Por qué no se permitió a<br />

Moisés entrar en la Tierra Santa?<br />

La reb<strong>el</strong>ión no era desconocida entre los hijos de Isra<strong>el</strong><br />

durante su permanencia en <strong>el</strong> desierto. La reb<strong>el</strong>ión<br />

descrita en estos versículos, sin embargo, fue<br />

especialmente grave porque aparentemente hizo<br />

que Moisés, <strong>el</strong> profeta de Dios, momentáneamente olvidara<br />

lo que <strong>el</strong> Señor le había mandado hacer. El<br />

Señor le había dicho que proveyese de agua al pueblo<br />

que murmuraba, pero que lo hiciera en una forma<br />

especial. Señalando cierta roca, <strong>el</strong> Señor le dijo a Moisés:<br />

"Hablad a la peña a vista de <strong>el</strong>los [de Isra<strong>el</strong>]; y<br />

<strong>el</strong>la dará su agua" (vers. 8) . Pero Moisés estaba cansado<br />

y enojado con Isra<strong>el</strong>. "¡Oíd ahora, reb<strong>el</strong>des!"<br />

dijo, "¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña?"<br />

(vers. 10; cursiva agregada). Luego, en lugar de ha··<br />

blar a la roca como Dios ordenó, Moisés "golpeó la<br />

peña con su vara dos veces" y salió agua abundante<br />

(vei"s. 11). El Señor entonces reprendió a Moisés<br />

y Aarón por no haberlo santificado ante <strong>el</strong> pueblo<br />

y les dijo que ninguno de <strong>el</strong>los tendría permiso de<br />

introducir a Isra<strong>el</strong> en la tierra prometida (véase<br />

verso 12). No solamente habían desobedecido las instrucciones<br />

d<strong>el</strong> Señor sino que por <strong>el</strong> uso d<strong>el</strong> verbo<br />

en la primera persona d<strong>el</strong> plural dieron a entender<br />

que <strong>el</strong>los fueron los que proporcionaron <strong>el</strong> agua.<br />

Este incidente, tomado junto con otros pasajes, crea<br />

cierto número de interrogantes. ¿Pecó realmente<br />

Moisés contra <strong>el</strong> Señor? ¿Fue ésa la razón por la que<br />

Moisés no tuvo permiso de entrar en la tierra prometida?<br />

¿Se adjudicó realmente la gloria a sí mismo, o<br />

solamente estaba enojado por la falta de fe demostrada<br />

por los hijos de Isra<strong>el</strong>? ¿Fue este único error suficiente<br />

como <strong>para</strong> borrar años de gran fe, obediencia<br />

y devoción?<br />

Por lo menos otros dos pasajes d<strong>el</strong> Antiguo Testamento<br />

indican que Moisés pecó al golpear la roca<br />

en Meriba (véase Números 27:12-14; Deuteronomio<br />

32:51-52). Otros pasajes, sin embargo, nos aclaran<br />

<strong>el</strong> asunto. Deuteronomio 3:26 y 4:21 muestra que <strong>el</strong><br />

Señor dijo a Moisés que la razón por la que no pudo<br />

entrar en la tierra prometida fue que El (<strong>el</strong> Señor)<br />

estaba enojado con Moisés por causa de los hijos de<br />

Isra<strong>el</strong>. Esta declaración podría implicar que había<br />

otras razones, aparte d<strong>el</strong> error de Moisés, <strong>para</strong> justificar<br />

la prohibición y otros dos acontecimientos respaldan<br />

esta suposición. Primero, Moisés y <strong>el</strong> sacerdocio<br />

mayor fueron quitados de Isra<strong>el</strong> por causa de la<br />

indignidad d<strong>el</strong> pueblo, no de Moisés (véase D. y C.<br />

84:23--25). Segundo, Moisés fue trasladado cuando fi-

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