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el antiguo testamento, manual para el alumno

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(14-5) Levítico 1:4. ¿Por qué ponía <strong>el</strong> oferente la<br />

mano sobre la ofrenda y en qué forma la ofrenda<br />

expiaba por él?<br />

La imposición de las manos era parte importante de<br />

cada sacrificio. "Esto significaba transmisión y d<strong>el</strong>egación,<br />

e implicaba representación; de manera que<br />

realmente señalaba hacia la substitución d<strong>el</strong> sacrificio<br />

por <strong>el</strong> que lo efectuaba. De ahí que siempre era<br />

acompañada por la confesión d<strong>el</strong> pecado y por oración.<br />

Así se hacía: El sacrificio era entregado de tal<br />

forma que la persona que confesaba miraba hacia <strong>el</strong><br />

oeste, en tanto que ponía las manos entre los cuernos<br />

d<strong>el</strong> sacrificio, y si <strong>el</strong> sacrificio se hacía en nombre<br />

de más de una persona, cada una tenía que poner allí<br />

las manos. No está muy claro si tenían que poner<br />

una o ambas manos, pero todos concuerdan en que<br />

tenía que ser hecho ' con toda la fuerza', como poniendo<br />

todo <strong>el</strong> peso d<strong>el</strong> cuerpo sobre <strong>el</strong> sacrificio."<br />

(Edersheim, The Temple, págs. 113-114.)<br />

Esta práctica muestra que <strong>el</strong> sacrificio tenía un simbolismo<br />

doble. Primero y lo más importante, representaba<br />

al único sacrificio que podía traer paz y remisión<br />

de pecados, esto es, <strong>el</strong> de Jesucristo. Pero la<br />

imposición de las manos mostraba una transferencia<br />

de identidad; esto es, <strong>el</strong> oferente ponía su propia<br />

identidad sobre <strong>el</strong> animal a sacrificar. De este modo,<br />

la muerte d<strong>el</strong> animal implicaba simbólicamente una<br />

de dos cosas, según la clase de ofrenda. Primero, implicaba<br />

que <strong>el</strong> pecador, <strong>el</strong> "hombre natural", como<br />

lo llamó <strong>el</strong> rey Benjamín (véase Mosíah 3:19), era<br />

muerto a fin de que la persona espiritual pudiera<br />

renacer. Pablo usó esta terminología en Romanos<br />

6:1-6 y la fuente bautismal es com<strong>para</strong>da con la<br />

tumba en Doctrina y Convenios 128:13. ¿Por qué?<br />

Porque <strong>el</strong> "hombre viejo" de pecado es sepultado<br />

allí (Romanos 6:6). En segundo lugar, si no era una<br />

ofrenda de pecado, la muerte d<strong>el</strong> animal implicaría<br />

entregar la vida de uno, esto es, un sacrificio total d<strong>el</strong><br />

hombre a Dios.<br />

El vocablo traducido como "expiación" viene de un<br />

vocablo hebreo que significa "cubrir o esconder".<br />

La connotación no es que <strong>el</strong> pecado no exista más,<br />

sino que <strong>el</strong> pecado ha sido cubierto, o, más de<br />

acuerdo con las Escrituras, borrado d<strong>el</strong>ante de Dios<br />

mediante su gracia o bondad (véase Alma 7:13) . Es<br />

decir, <strong>el</strong> poder d<strong>el</strong> pecado que se<strong>para</strong>ba al hombre de<br />

la presencia de Dios ha sido quitado (véase Keil y<br />

D<strong>el</strong>itzsch, Commentary, 1:2:276). De este modo, <strong>el</strong> vocablo<br />

expiación es usado <strong>para</strong> mostrar que se produce<br />

una reconciliación d<strong>el</strong> individuo con Dios y llegan<br />

a ser uno.<br />

(14-6) Levítico 1:5. ¿Por qué se hace tanto hincapié<br />

en la sangre?<br />

De todos los <strong>el</strong>ementos usados en la ordenanza d<strong>el</strong><br />

sacrificio, ninguno desempeñaba función más prominente<br />

que la sangre de la ofrenda. La forma de<br />

ofrecerla fue dada en detalle por <strong>el</strong> Señor. Según la<br />

ofrenda, la sangre debía ser rociada sobre los cuernos<br />

d<strong>el</strong> altar, salpicada o derramada sobre los cuatro lados<br />

d<strong>el</strong> altar, o volcada en la base d<strong>el</strong> mismo.<br />

El Señor <strong>el</strong>igió la sangre <strong>para</strong> representar las consecuencias<br />

d<strong>el</strong> pecado y lo que entraba en juego en <strong>el</strong><br />

proceso d<strong>el</strong> perdón y de la reconciliación. Por lo<br />

tanto, la sangre simbolizaba la vida (véase Levítico<br />

17:11) y la entrega de la vida. La muerte es la consecuencia<br />

d<strong>el</strong> pecado, y por <strong>el</strong>lo <strong>el</strong> animal era muerto<br />

<strong>para</strong> mostrar lo que sucede cuando <strong>el</strong> hombre peca.<br />

Además, <strong>el</strong> animal era un símbolo de Cristo. Mediante<br />

la entrega de la vida por <strong>el</strong> hombre, por <strong>el</strong> derramamiento<br />

de su sangre, aqu<strong>el</strong> que está espiri-<br />

La sangre simbolizaba la expiación de los pecados<br />

tualmente muerto por causa d<strong>el</strong> pecado puede encontrar<br />

nueva vida. De esta verdad surge un <strong>para</strong>l<strong>el</strong>o<br />

espiritual: "De la misma manera que en Adán, o por<br />

la naturaleza humana, todos los hombres caen y están<br />

sujetos a la muerte espiritual, así en Cristo y por<br />

su sacrificio expiatorio, todos tienen <strong>el</strong> poder de alcanzar<br />

la vida eterna (véase 1 Corintios 15:22)" (Mc­<br />

Conkie, The Promised Messiah, pág. 259.)<br />

El propósito d<strong>el</strong> derramamiento de sangre era efectuar<br />

la expiación (véase Lv. 17:11; Hebreos 9:22).<br />

Tal como se destaca en <strong>el</strong> encabezamiento 14-5, <strong>el</strong><br />

verbo hebreo que se ha traducido como expiación<br />

significa "cubrir". De ahí que al salpicar, derramar o<br />

volcar la sangre, se cubría los pecados de los hombres<br />

y así se producía la expiación. En la idea de que<br />

los justos son aqu<strong>el</strong>los "cuyos vestidos son hechos<br />

blancos mediante la sangre d<strong>el</strong> Cordero" (Eter 13:10;<br />

Alma 5:21), hay una hermosa <strong>para</strong>doja: lo que cubre<br />

los pecados es la sangre de Cristo y hace que <strong>el</strong><br />

hombre sea puro a fin de poder recibir expiación y<br />

comunión con Dios.<br />

De este modo la sangre era un símbolo de todo <strong>el</strong><br />

procedimiento mediante <strong>el</strong> cual <strong>el</strong> hombre se reconcilia<br />

con Dios. "De todo esto sacamos que es evidente<br />

que aqu<strong>el</strong>los en Isra<strong>el</strong> que estaban iluminados espiritualmente<br />

sabían y entendían que sus ordenanzas<br />

de sacrificios eran una semajanza de la muerte futura<br />

de Aqu<strong>el</strong> cuyo nombre usaban <strong>para</strong> adorar al Padre,<br />

y que no era la sangre que estaba sobre sus altares<br />

lo que producía la remisión de los pecados sino<br />

la sangre que sería derramada en Getsemaní y en <strong>el</strong><br />

Calvario" (McConkie, The Promised Messiah, pág. 258.)<br />

(14-7) Levítico 1:6-9. ¿Qué propósito tenía<br />

descuartizar al animal?<br />

El aspecto particular d<strong>el</strong> holocausto era <strong>el</strong> descuartizamiento<br />

d<strong>el</strong> animal en distintas partes y <strong>el</strong> lava-

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