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Jotter [PDF 494 K]

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investigación aportó pocos datos. El rector se puso enfermo y le ofrecieron su puesto<br />

a Sophie.<br />

—Hay cosas más raras, pero no quiero.<br />

Miró a Oulipo a los ojos.<br />

—Está claro.<br />

No había almohada en la cama. Sophie llevaba un par de pulseras de fantasía y<br />

un pantalón incrustado en la vagina. Había estado en una tienda de ropa con matas<br />

de geranios.<br />

—Pues sí.<br />

Sophie se dirigió hacia Oulipo. La habitación del hotel debía medir más de<br />

cinco metros por cinco. En una calle norteamericana. Ventanas ahumadas. Portero<br />

las veinticuatro horas del día. Cerraron la puerta por dentro. Ella preguntó cuándo<br />

volverían a casa. Su cuerpo hundiéndose en un mar de baldosas blancas. El pecho<br />

próximo a la cara. Oulipo podía ser extremadamente violento. Cuatro fotos tomadas<br />

con una cámara Polaroid. Con dificultades, después de hacer el amor, buscaron la<br />

maleta con su ropa. Al día siguiente comieron sólo arroz y fruta y el vendaval de la<br />

vida se los llevó a México.<br />

Sophie era como una muñeca perdida con una profunda serenidad sin fin. No<br />

tardó mucho en aparecer en un programa de televisión con Reinaldo Churragaña, un<br />

policía que olía a aceite de automóvil.<br />

Oulipo se detuvo al cruzarse por la calle con una mujer. Se dio la vuelta y lo<br />

miró sin sorpresa. Había sido su psicóloga infantil.<br />

Reinaldo Churragaña había sufrido un accidente de carretera y su mujer había<br />

sido hallada en una casa marrón, hundida entre hierros. Durante una semana, un<br />

tipo, un locutor de radio, había ocultado el cadáver. Churragaña no quería ni mirarlo<br />

a la cara.<br />

Oulipo caminó con la psicóloga infantil hablando sobre su adolescencia.<br />

Churragaña le tendió la mano a Sophie, con síntomas notorios de estar<br />

perdiendo la paciencia y segregando una especie de sudor aceitoso.<br />

—Él mató a mi mujer.<br />

La psicóloga infantil estaba perdiendo el hilo de la conversación.<br />

—La encontraron en la cocina. Violaba a mujeres y luego las mataba. Jodido<br />

gringo. Ya le llegará su hora.<br />

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