Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Fue desconcertante.<br />
—¡Oh, Joder! —suspiró Janice—. ¡Sophie! ¿Qué haces aquí?<br />
—Llegué ayer.<br />
—¿Ha pasado algo? ¡Ni siquiera me has llamado!<br />
Sophie se fue a casa, abandonando rápidamente la conversación con Janice.<br />
No le importaba nada esa mujer. Por supuesto, a Janice no le hacía gracia que Sophie<br />
hubiese vuelto, pero, como siempre, fingió.<br />
—Me he encontrado con Janice —dijo sombría Sophie al entrar en casa—. Ha<br />
sido toda una sorpresa. Iba disfrazada de rata.<br />
—¿Qué? ¿Cómo? —murmuró Oulipo.<br />
—Un horror, traté de evitarla, pero corrió hacia mí.<br />
—Yo no la veo muy a menudo, no les hago mucho caso.<br />
—¿Siguen juntos?<br />
—Sí.<br />
—¿Qué piensas tú?<br />
—Lamento haberlos presentado. Su relación es infinitamente patética.<br />
—Ella es nefasta.<br />
—Bueno, no me tortura. Los dos tienen problemas, pero es su responsabilidad.<br />
¿A ti qué te parece?<br />
—Augusto nunca se ha portado demasiado bien contigo. Es triste, siempre<br />
escondiéndose... Aunque supongo que todos nos quedamos sordos de vez en cuando<br />
durante un rato.<br />
Janice llegó a casa de Augusto sin contratiempos. Él la escuchó atentamente y<br />
después le gritó:<br />
—¡Prefiero morirme antes que seguir contigo!<br />
—¡Maldito seas!<br />
—¡Escucha! ¡Las cosas empezarán a irme bien cuando te largues!<br />
Janice estaba un poco desconcertada. Se dijeron muchas cosas el uno al otro,<br />
era una lucha sin esperanzas. Augusto tuvo su último triunfo. Janice se marchó<br />
mientras sonaban las campanadas de las dos de la tarde en la iglesia. Él había sido<br />
honesto, pero Janice tenía muy mal carácter y lo encadenaba. Ella siempre había sido<br />
una listilla, y se fue a hablar con toda la prensa amarilla sobre Augusto, pero no era<br />
tan elocuente como para a explicarles una buena historia, así que no fue capaz de<br />
67