Jotter [PDF 494 K]

—¿Qué significa eso?
A Oulipo le gustaba su trabajo. Sophie salió de la cocina, dijo una tontería muy
grande y se produjo como un vacío. Estaba muy morena. Increíble. Luego se dirigió a
la puerta cantando y bailando, como si se deslizase la superficie de la tierra. A Oulipo
le brillaron los ojos. Había pintado las columnas de color frambuesa. ¿La vida no
tendría que ser siempre así?
Oulipo se volvió y miró el televisor, había algo en lo que no se había fijado. Vio
a Ness en la entrada, afeitándose la cabeza. Fue a abrazarla, era un diablo, como él.
¡Oh, no! Pronto llegaría el verano. Sophie clavó la vista en el techo. Al día siguiente
estaba en un vuelo de Japan Airlines con una mujer llamada Charlotte. En Asia
encontró lo que andaba buscando: canarios adiestrados y un sombrero para el sol.
allí.
Oulipo fue al supermercado y sospechó que iba a encontrarse a Augusto por
—¡Rápido! Pasáremos la noche en la parte de atrás de mi Aston Martin.
Después Augusto se atragantó con una hamburguesa.
—¿De dónde has sacado dinero para un Aston Martin?
—Cariño, con la imaginación.
Entonces vomitó en la moqueta. A la encargada le molestó más de lo
esperadoAl fondo del pasillo.
—Nos veremos la semana que viene.
Si Augusto tuviera un accidente no le importaría. Uno de esos días, no sabía
cuándo, pondría en peligro su vida. Estaba sensiblemente borracho y hablaba de un
rotulador de cuando tenía 15 años. Después de eso se fue a Sudamérica. El momento
más perfecto de la vida de Augusto.
Ness estaba extasiada con la gran ciudad. Se agachaba para dejar que Sara la
siguiese con una mirada de adoración. Sophie los llamó desde Sydney. Ness corrió
como una liebre. Oulipo la envidiaba.
Al volver de su viaje de promoción, Sophie se dejó caer en el sofá. Parecía una
intelectual. Era el momento más romántico de sus vidas, pero Oulipo estaba
pensando en la cajera rubia del súper. Sophie murmuró una frase desde el sofá. Era
perfecta.
efímero.
—Quiero relajarme un poco, han pasado casi 6 semanas, pero ha sido algo
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