11.05.2013 Views

Jotter [PDF 494 K]

Jotter [PDF 494 K]

Jotter [PDF 494 K]

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—No quiero escucharte más.<br />

—¡Oh, sí! —gritó Sophie—. ¡Podrías tener un poco más de voluntad!<br />

—Estoy condenado.<br />

—Augusto no es tu drama, a ver si te das cuenta de una vez.<br />

—Vale, vamos, escucharé lo que tengas que decir.<br />

—Janice lo asesinó, ha terminado su viaje, y tú no tienes por qué tragarte lo<br />

que ha dejado atrás. Estaba enfermo. Deja de pelear con sus recuerdos porque si no<br />

tienes cuidado vas a ir tú detrás.<br />

Oulipo se fue a la estación y se sentó en el primer tren que vio. Janice no<br />

confesaría nunca. Hacía buen día. Al lado de Oulipo se sentó una mujer gorda que iba<br />

descalza, delante había una chica rubia con una cesta de mimbre y pantalones<br />

blancos.<br />

—Buenas tardes —dijo la chica—. Merece la pena salir de Londres con este día,<br />

a mí me gusta ir al campo a hacer volar mi cometa.<br />

La chica rubia y la mujer gorda pegaron sus bocas en un lascivo beso<br />

voluptuoso. Toda la gente las estaba mirando, era gracioso. Oulipo buscó unas<br />

monedas en el bolsillo y fue a comprar una cerveza antes de que saliese el tren.<br />

Empujó la puerta del bar.<br />

—¿Cómo me has encontrado después de tanto tiempo? —preguntó Esteban,<br />

empezando a sonreír.<br />

a alcohol.<br />

Esteban era un hombre que había conocido en el teatro. Olía, sin duda alguna,<br />

—Querido Oulipo, en otro tiempos, apagábamos las luces de toda la ciudad,<br />

intimábamos entre las sombras —sonrió humildemente—. Yo me he comido mis<br />

pecados. ¿Y Augusto?<br />

—Ha dejado de existir —contestó Oulipo frunciendo el ceño.<br />

—No podía durar más que su belleza exterior. ¡Qué lástima!<br />

Si Oulipo hubiese tenido tiempo y humor se hubiese quedado a charlar...<br />

Al día siguiente, Oulipo permaneció en la cama, lleno de tristeza. No le<br />

quedaba otro remedio que afrontar el horror. El jueves tenía que asistir a una<br />

inauguración en la sala Godalming.<br />

Ness murmuró algo abrazando a su padre. Se acercaba la Navidad. ¿Por qué<br />

estaba Sophie tan lejos de sí misma? Había un torbellino de confusión. Un estado de<br />

71

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!