1 - Secundaria SM

Sugerencias didácticas
Puede iniciar con la lectura de la sección Pensemos antes de empezar
y que los alumnos respondan las interrogantes argumentando sus
respuestas. Sugiérales que observen la imagen e introduzca el tema de
los cronistas, que además de ser testigos de los hechos, los escribieron
en forma de crónicas y por tanto son fuentes primarias.
Le sugerimos que hagan la lectura en voz alta y alternada, y usted
puede mientras tanto anotar algunas preguntas en el pizarrón. Pida
voluntarios para responderlas. Ejemplos: ¿en qué consistió la calidad
artística de los zapotecos? ¿Cómo enterraban a sus muertos? ¿Cómo
se llamaba la casa en la que eran educados los pipiltin? ¿Cómo se
organizaba la población de Tenochtitlan?
Es conveniente que escriban en su cuaderno las respuestas y den
ejemplos de la relación pasado-presente, cambio-permanencia.
Valoración del desempeño
30
• Identifica fuentes primarias para la historia.
• Establece la relación pasado-presente.
Solucionario
1. a) Existe una relación integral: guerra-Dios-hombre-naturaleza.
b) No se sometieron a la Triple Alianza debido a la cosmovisión
mexica.
Otros recursos
Para conocer más sobre el tema, puede revisar la página de Internet:
http://www.explorandomexico.com.mx/state/28/Tlaxcala/history
Diego Muñoz Camargo —de madre
tlaxcalteca—, escribió una Historia
de Tlaxcala, entre 1580 y 1585, en
donde se narra la historia de este
señorío hasta la conquista española.
Pensemos antes
de empezar
¿Qué grupo jamás se
sometió a la Triple
Alianza?
¿A qué le llamamos
Imperio Mexica?
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Mixtecos y zapotecos
En los territorios obligados al pago de tributo por la Triple Alianza encontramos a
los señoríos mixtecos y zapotecos que, sin embargo, mantuvieron íntegras sus lenguas
y tradiciones. Los mixtecos fueron los protagonistas de la historia oaxaqueña
en el Posclásico, como lo habían sido los zapotecos en el Clásico. Los señoríos mixtecos,
especialmente en la sierra, se caracterizaron por la calidad artística de sus
obras: la rica decoración de sus palacios, la fina orfebrería, la cerámica policroma y
los códices pictográficos, en los que se relataba la historia de los reinos.
Los mixtecos habían ocupado, desde el Preclásico, la sierra que lleva su nombre
y las cañadas vecinas. Después del Clásico se extendieron, mediante conquistas mi-
de Oaxaca asimilaron algunos rasgos de la cultura zapoteca, como la práctica de
enterrar a sus muertos en cámaras subterráneas ricamente decoradas.
esta tumba, descubierto por Alfonso Caso, tenía la más rica ofrenda de oro de la que
Santo Domingo, en la ciudad de Oaxaca.
PARA RESOLVER
Localiza, interpreta y reflexiona
1 Sitúa al señorío tlaxcalteca en un mapa e investiga qué fueron las “guerras
floridas”. Puedes apoyarte en los códices indígenas.
a) ¿Qué relación existe entre la cosmovisión mexica y su organización militar?
b) ¿Por qué los mexicas decidieron hacer la guerra a los tlaxcaltecas? ¿Tenían
una razón exclusivamente religiosa o se trataba de un interés expansionista?
S8 Economía, estructura social y vida cotidiana
Como otras sociedades mesoamericanas, la sociedad mexica estaba dividida en dos
grandes clases sociales, los nobles o pipiltin (sing. pilli) y la gente popular o macehualtin
(sing. macehualli). Los pipiltin acumulaban riquezas, como jade y plumas, y vivían
có modamente gracias al tributo entregado por los macehualtin
humildemente y sólo podían vestir mantos de tela áspera, como costal, pues el uso
del algodón les estaba prohibido.
Los nobles iban a una escuela llamada Calmécac, y los muchachos del pueblo se educaban
en la escuela conocida como telpochcalli (casa de los jóvenes; había muchas de
éstas). La educación para unos y otros era rígida, y estaba orientada hacia la guerra y
el ritual. A los nobles se les enseñaba a utilizar los códices, a interpretar el calendario, a
hacer discursos y otras cosas útiles del gobierno. La educación de los macehualtin ponía
el énfasis en la obediencia, el trabajo colectivo y los ejercicios militares.
La población de México-Tenochtitlán estaba organizada en barrios, conocidos
como calpullis. Las áreas públicas del centro de la ciudad estaban muy vigiladas por
la guardia real, pero los calpullis tenían bastante autonomía y en sus callejones y plazoletas
se desarrollaban con libertad reuniones, juegos y fiestas religiosas.