Osinergmin-Industria-Mineria-Peru-20anios
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mediana minería que iniciarían operaciones.<br />
Entre otras disposiciones se encuentran la<br />
simplificación del proceso administrativo para<br />
obtener la titularidad minera y la eliminación<br />
de la caducidad de los derechos mineros por<br />
falta de pago del canon, la clasificación de<br />
las concesiones mineras como metálicas,<br />
carboníferas, no metálicas y geotérmicas 14 ,<br />
entre otras (Dammert y Molinelli, 2007).<br />
El Decreto Legislativo N o 109 estaba diseñado<br />
con un esquema de varios tipos y clases de<br />
concesiones (por ejemplo, se distinguía entre<br />
concesiones de exploración, explotación<br />
y refinación, junto con las concesiones de<br />
beneficio, labor general y transporte minero),<br />
y que inclusive diferenciaba a las concesiones<br />
por las clases de minerales extraídos, a efectos<br />
de aplicarles regímenes diferenciales (como<br />
el de la Ley de Promoción Aurífera, Decreto<br />
Ley N o 22178). Este régimen establecía<br />
varios tipos de concesiones y era bastante<br />
complejo. Estaba pensado para una economía<br />
en la cual el Estado tenía una participación<br />
preponderante a nivel empresarial en la<br />
actividad minera (básicamente mediante<br />
sus empresas sectoriales como Centromín<br />
Perú, que ejercía actividad minera extractiva<br />
y de exploración; Minero Perú, que ejercía<br />
la actividad de comercialización de los<br />
minerales, y el Banco Minero).<br />
Desde los inicios de la década<br />
de los noventa se realizaron una<br />
serie de reformas estructurales<br />
orientadas hacia un rol menos<br />
preponderante de la actividad<br />
empresarial del Estado y al<br />
fomento de la inversión privada.<br />
A pesar del cambio de legislación, este<br />
no prosperó debido a una situación<br />
desfavorable de la minería en gran parte<br />
de la década de 1980 15 . Por ejemplo, a<br />
mediados de los años ochenta, el precio<br />
del cobre registró una caída a cerca de 60<br />
centavos de dólar por libra, lo cual conllevó<br />
al cierre de varias minas. Asimismo, el<br />
precio del oro, la plata y el plomo también<br />
mostraron esta tendencia afectando a<br />
las empresas que estaban fuertemente<br />
endeudadas por las inversiones en años<br />
pasados (Grade, 2007). En consecuencia,<br />
se creó el Fondo de Consolidación Minera<br />
(Focomi), que dispuso de US$ 120 millones<br />
y se habilitó una línea de crédito por US$ 40<br />
millones mediante el Banco Minero. El<br />
objetivo era ofrecer condiciones favorables<br />
para las empresas (Grade, 2007).<br />
Las empresas mineras nacionalizadas<br />
seguían operando incluso a pérdida,<br />
debido a que el gobierno debía asegurar<br />
el ingreso de divisas necesarias para cubrir<br />
el presupuesto nacional. La mayoría de<br />
las empresas se descapitalizaron en este<br />
periodo, incluso aquellas cuyas operaciones<br />
resultaban rentables, ya que no poseían<br />
independencia financiera y sus ingresos<br />
eran dispuestos directamente por el<br />
gobierno central (Becker, 1983).<br />
Para finales de esta década, el alicaído<br />
desempeño de la economía peruana<br />
afectó al sector minero. La hiperinflación<br />
y el control cambiario influenciaron en el<br />
deterioro de la rentabilidad de la minería.<br />
En este periodo, las inversiones mineras se<br />
redujeron al mínimo, causando el desgaste<br />
y obsolescencia de las instalaciones. Las<br />
cifras de los activos fijos de las empresas de<br />
mediana minería pasaron de US$ 139 millones<br />
en el periodo 1975-1979 a US$ 203 millones<br />
para el periodo 1980-1984, registrando un<br />
incremento de 46%. Sin embargo, para el<br />
periodo 1985-1989 los activos cayeron a US$ 177<br />
millones de 1995 (Campodónico, 1999).<br />
A principios de 1990, el Perú se encontraba<br />
en la peor crisis económica de su historia<br />
republicana debido a que sufrió el periodo<br />
más largo de inflación y recesión. La causa<br />
fue la aplicación de un “modelo económico,<br />
en el cual se asignaba al Estado un papel<br />
central en las decisiones sobre política<br />
económica” (Grade, 2007, p. 352) y, como<br />
consecuencia, al empleo de una serie de<br />
políticas económicas que distorsionaban<br />
la asignación eficiente de los recursos y<br />
creaban un clima de expectativas negativas.<br />
Reformas estructurales<br />
en la década de 1990: el<br />
Texto Único Ordenado<br />
de la Ley General de<br />
Minería y el Decreto<br />
Legislativo N o 708<br />
Desde inicios de la década de 1990, con el<br />
nuevo gobierno, se tomaron una serie de<br />
medidas destinadas a incentivar la inversión<br />
en el sector minero (Galarza, 2004). Así,<br />
se implementó un agresivo proceso de<br />
reformas estructurales orientadas a reducir<br />
la intervención del Estado y a eliminar las<br />
distorsiones en la economía heredada del<br />
anterior gobierno. Este conjunto de cambios<br />
incluyó una liberalización del comercio<br />
exterior y una reforma tributaria (Pascó-<br />
Font y Saavedra, 2001). En 1990, el Estado<br />
había asumido la deuda y la cartera pesada<br />
del Banco Minero (Grade, 2007).<br />
De este modo, se promulgó una serie de<br />
disposiciones legales para favorecer la<br />
inversión privada, por ejemplo, el Decreto<br />
Legislativo N° 662, Ley de Promoción de las<br />
Inversiones Extranjeras, y el Decreto Legislativo<br />
N° 674, Ley de Promoción de la Inversión<br />
Privada de las Empresas del Estado. Esta<br />
última declaró de interés nacional la inversión<br />
privada en el ámbito de las instituciones que<br />
conformaban la actividad empresarial del Estado,<br />
para lo cual se crearon los órganos a cargo de la<br />
inversión privada. Así, en la década de 1990, el<br />
sector minero sería testigo de grandes cambios<br />
en la normativa minera peruana.<br />
Se inició también un proceso de privatización<br />
de los activos estatales y se pusieron en venta<br />
las empresas Centromín Perú, Hierro Perú,<br />
Tintaya y las refinerías de Ilo y Cajamarquilla<br />
(ver recuadro 3-4). El gráfico 3-6 muestra una<br />
recuperación en el Producto Bruto Interno<br />
(PBI) minero durante los años noventa, cuando<br />
se ejecutaron las reformas estructurales.<br />
En 1991, mediante el Decreto Legislativo<br />
N o 708, se aprobó la Ley de Promoción<br />
de Inversiones en el sector minero, que<br />
“reguló aspectos relacionados al ambiente,<br />
introduciendo tres instrumentos para limitar<br />
la contaminación ambiental: los Estudios<br />
de Impacto Ambiental (EIA) para las nuevas<br />
operaciones, los programas de adecuación y<br />
manejo ambiental (PAMA) para las operaciones<br />
en funcionamiento y las auditorías internas”<br />
(Proyecto MMDS, 2002, p. 546). Asimismo,<br />
se dispuso que la concesión minera se diera<br />
en las actividades de exploración, beneficio,<br />
labor general y transporte minero. El cateo,<br />
la prospección y la comercialización fueron<br />
considerados como actividades libres sin la<br />
necesidad de un acto administrativo previo.<br />
Con esta disposición, la ley se adecua a un<br />
modelo de economía liberal por la existencia<br />
de la libre comercialización y contratación.<br />
Como consecuencia del cambio que generó<br />
este decreto legislativo en la Ley de Minería<br />
de 1981, en 1992 se promulgó el Texto Único<br />
Ordenado de la Ley General de Minería 16<br />
(TUO), aprobado por D.S. N o 014-92 EM. Estos<br />
cambios en la legislación minera se realizaron<br />
con la finalidad de modernizar la estructura<br />
de producción, así como facilitar y atraer la<br />
inversión privada dentro del país.<br />
Las medidas implicaron lo siguiente: i) estabilidad<br />
tributaria, cambiaria y administrativa no menor<br />
a 10 años; ii) libertad de remisión de utilidades<br />
y libre comercialización; iii) depreciación<br />
acelerada hasta en cinco años; iv) disminución<br />
de las tarifas arancelarias y reformas de aduanas<br />
y puertos; y v) deducción de las inversiones en<br />
infraestructura de servicios públicos para el<br />
cálculo de la base imponible para el impuesto a<br />
la renta (IR), así como la deducción de los tributos<br />
Proceso de fundición. Fuente: MEM.<br />
relacionados con el proceso de producción. A<br />
estas medidas del marco regulatorio se suma<br />
el proceso de privatización de las operaciones<br />
mineras estatales iniciado en los primeros años<br />
de la década de 1990, el cual se analizará más<br />
adelante (Galarza, 2004, p. 277). La ilustración<br />
3-7 muestra la recopilación normativa<br />
republicana desde 1821 hasta 1992.<br />
La reforma del Decreto Legislativo N o<br />
708 preservó la estructura que el TUO<br />
denominaba jurisdicción administrativa<br />
minera (y que incluye a la Dirección<br />
General de Minería y al Consejo de<br />
Minería como autoridades administrativas<br />
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