ontem e hoje - Repositório Aberto da Universidade do Porto

de1 sistema de rnznnn en Madagascar con un biologismo racista si se prescinde de
observar cómo ha funcionado históricamente. Esa mirada revela un importante
dinamismo en las categorizaciones, remitiendo a esas magníficas síntesis de 10 que
nosotros Ilamamos "social" y "natural" que operan en Ias sociedades con inclinaciones
holistas. También e1 racismo supuestamente dominante en la oposición merina / côtiei.
es todavía más reciente que Ia propia oposición (S. XIX); por 10 general, esta división
se ha entendido en clave política (negociable y reversible), no biológica. Las tendencias
a Ia fijación biológica-racista se sincronizan con Ia liberación individual atribuida a Ia
colonización y su legado. Da que pensar.
En e1 fondo, la negación de la ecuación raza-lengua-cultura es mucho más
compleja de 10 que 10s universalistas pretenden y en absoluto se adecua a su famosa
contraposición de diversidad física y unidad cultural. O a1 menos, hay que explicar
qué se entiende por dicha unidad: jes que alguien pretende que estudiando a fondo
Ia sociedad delsegrià (unacomarca en e1 sudoeste de Catalunya, a suvez enelnoreste
de Espana, que ocupa e1 sudoeste de Europa) podremos entender 10 que ocurre en un
pueblo de las Ardenas? jo que, a1 proclamar Ia humanidad de sus respectivos
habitantes, podemos hacer caso omiso de Ias formas de actuación colectiva de unos y
otros, formas que se han construido históricamente y no en un gabinete de disefio
social, que implican a personas concretas y no só10 a ideas? jDemagogia? Quizás,
aunque no sé muy bien a quien adulo. Un colega malgache me confió que "aunque
Madagascar sea físicamente una isla, socialmente es un ar~hipiélago"~'. Y socialmente
quiere decir culturalmente y políticamente y.. .
La casi coincidencia de etnonacionalistas y universalistas en apostar por un
potencial malgache-merina es sugerente. La similitud en la descripción de dicho
potencial, su aceptación por bandos aparentemente separados por e1 anatema racista
responde a que dicho potencial se mide con e1 rasero de1 progreso occidental. Algo
parecido podría ocurrir con 10s federalistas. AI fin y a1 cabo, 10s modelos que evocan
tambiénsonoccidentales y democráticos, y las balizas territoriales conlas que cuartean
su estado federal son Ias fronteras de losfnritnny, herederos directos de Ias "provincias"
coloniales, de escasa coherencia étnica, con Ia excepción matizable de1 fnritnny de
Antananarivo, significativamente considerado como un "feudo merina"". E1 problema
no es, pues, e1 discurso, opinable pero también homologable en Ia ortodoxia
politológica global. Fero tampoco 10 es e1 racismo más o menos implícito que puede
acabar infectando dicho discurso: todos 10s nacionalismos han tenido dicho compaiíero
de equipaje en algún momento y ésa se ha probado una tara grave pero corregible
(algo de esta comprensión hay en algunas críticas universalistas a1 etnonacionalismo).
" Comunicación personal de Manassé Esaavelomandroça.
Esta excepción relativa merece çin duda una atención detallada que yo aqui no puedo ofrecerle.