ontem e hoje - Repositório Aberto da Universidade do Porto

universalizadores involuntarios, imposibilitando cualquier "monopolio" étnico de
la modernidad y de sus ventajas (vinculadas a Ia ciudadanía y 10s derechos uni-
versales).
Si es verdad que no siempre se expresa con e1 mismo entusiasmo, semejante
optimismo parece digno de elogio, enparticular enunasociedad con un grave déficit
de desarrollo como es la malgache. Pero, sin duda, e1 principal problema que suscita
no es un supuestamente ingenuo exceso de confianza, sino e1 falseamiento de las
relaciones de poder eu la isla y e1 consiguiente oscurecirniento de algunos procesos
con futuro, a1 menos a medio plazo. Para empezar, la apuesta por una sociedad civil
nacida de la construcción nacional conlleva un determinado sesgo merina (faccioso
internamente) a1 igual que e1 legado colonial implicam sesgo francés. No es evidente
que e1 primero se pueda tolerar en aras a su vinculación con una "mini-globalidaá"
malgache en presunto paralelo de Ia asociación de la culiura francesa con la civilización
global. Y no 10 es, entre otras cosas, porque 10s equilibrios de fuerzas de merina y de
franceses en sus respectivos contextos, malgache y global, son muy distintos. Só10
por este hecho habría que replantearse m discurso universalizador, cuya contundencia
crece de su componente antirracista, pasaporte privilegiados para cualquier meusaje
social en e1 siglo XXI, hasta e1 punto de poder10 hacer inmune a las críticas.
Es indicativo que e1 mensaje federalista parezca generar mayor alarmismo entre
10s universalizadores que e1 discurso de 10s etnonacionalistas merina, pesea la mayor
coherencia racista y exclusionista de éste. içoherencia, que dicho sea de paso, hace
que 10s discursos antirracistas esgrimidos frente a1 federalismo se construyan en buena
medida como réplicas alas proposiciones de1 etnonacionalismo merina! Las voces de
sensibilidad "periférica", críticas con e1 unitarismo pero no forzosamente integradas
en e1 movimiento federalista, raramente se expresan en e1 "ágora" y su silencio se
hace más Ilamativo en 10s momentos de crisis como Ia de1 2002, por miedo a ser
tildadas de no civilizadas, por moderados y accidentalizados que sean siis emisores.
Probablemente, 10 que justifica esta paradoja sea un contraste de trasfondos sociales.
E1 trasfondo de 10s etnonacionalistas y e1 de 10s universalizadores es la mima sociedad
urbana y ciudadana -no exclusivamente merina, pero con una alta presencia esta-
dística de éstos. Aun a riesgo de simplificar las cosas, los segundos pueden tipificar a
10s primeros como una especie local de "fascistas", 10 que les equipararía a 10s
lepenistas en Francia, tal vez juzgados como rivales o indeseables por 10s demócratas,
pero sin que eso 10s convierta en "otros" en un sentido radical, sin que de alguna
manera dejen de ser "uno de 10s nuestros" (en última instancia "redimibles").
Y viceversa. La exclusión absoluta só10 puede nacer de la autodefinición étnica,
pero ésta en símismano la produce. Habría que pensar, pues, que Ia etnicidad evocada
por 10s federalistas no obedece a 10s mismos parámetros que la de efnonacionalistas
y universalistas. Es cierto que 10s federalistas son occidentalizados, que comparten e1