ontem e hoje - Repositório Aberto da Universidade do Porto

ser discutida (y por tanto defendida), pero siempre en términos de ventajas y
desventajas, no de imperativos categóricos. De 10 contrario, se producen efectos
insospechados.
Por ejemplo: la abolición por decreto de la esclavitud (una teórica conquista de
Ia acción civilizadora colonial), asociada a la introducción de una cultura escrita que
se organiza a partir de registros formalizados y "objetivados", ha contribuido a fijar
e1 estatus de "antiguo esclavo" hasta extremos impensables en Ias sociedades
tradicionales. En éstas, y en función de Ias vicisitudes lustóricas, en un intervalo
generacional limitado, 10s dependientes podían ser absorbidos por 10s antiguos amos,
a1 igual que 10s extranjeros podían convertirse en tonzpo?ztnlzy, duefios de la tierra.
Esta imposición de unnuevo sistema de integración no se acompaiiaba dela garantia
de accesos equiparables y negociables a 10s recursos y a1 espacio público, sino que,
sobre todo, generaba un desdoblamiento de las relaciones sociales y amenazaba con
introducir elementos extrafios (como e1 racismo biologista) en Ias categorías
tradicionales, siempre vigentes a1 continuar siendo útiles. Los efectos son de 10 más
diverso (quienes detentan e1 poder formal sacan provecho, pero 10s demás no se
qiiedan quietos) y no está claro que exista una alternativa a1 juego entre visibilidad e
invisibilidad. En cualquier caso, 10 que siempre resulta contraproducente es ignorar
dicho juego o actuar como si uno de 10s bandos 10 hubiese perdido de antemano, sin
tener pruebas de e110 y sin poner fecha final a la partida. La apelación moral, e1
compromiso con unos valores humanos presuntamente universales en poco afecta a
las consecuencias de semejante cegiera.
Algunas generalizaciones eventuales (y breves)
Uno no puede sino interrogarse sobre por qué e1 relativismo cultural (o e1
n~ulticult~~ralismo, estrechamente unido a las mencionadas estrategias "revaloracionistas"),
bajo la acusación mjs o menos velada de racismo, provoca tanto miedo
cuando tan a menudo se refiere a sociedades o comunidades marginadas o minoritarias.
E1 miedo a 10s "pequefios" es siempre un miedo culpable. E1 talón de Aquiles
científico de1 culturalismo no es su racismo, sino su inclinación idealista. Sin embargo,
e1 idealismo ha cautivado a pensamientos tan variados como e1 estructuralismo, Ia
dialéctica (a Ia que tanto han recurrido 10s presuntos materialistas marxistas) o la
bioética. No por e110 se 10s ha acusado de racistas. De hecho, e1 debate en torno a1
idealismo pondría en un brete a más de uno de 10s que critican e1 culturalismo.
E1 racismo está incrustado en la expansión occidental que acompafió a la
formación de1 nacionalismo europeo, sobre todo durante e1 siglo XIX. La estructuración
coetánea de la ciencia moderna favoreció Ia biologización de1 racismo. Autores
anteriores, incluidos 10s cantores de1 "buen salvaje" como e1 mismísimo Rousseau,
pudieron ser racistas sin que tal calificativo comportase Ias esclavitudes morales y