ontem e hoje - Repositório Aberto da Universidade do Porto

símbolo de Europa entera. Además, Prometeo era hijo de Jápeto, identificado con
Jafet, tercer hijo de Noé y mítico antepasado de 10s europeos. Pero todavia hay más:
e1 carácter heroico y abnegado de la acción de Prometeo fue considerado como
tipicamente ario. Prometeo es, pues, una suerte de calvinista nunnt-ln-lèttre.
E1 ya citado Blumenbach, hijo de Ia filosofia de Ias Luces, queria iliiminar e1
mundo (e1 blanco, por supuesto) sustih~yendo la anterior ecuación Camita:Negro
por Ia de Camita:Caucásico, y dió vía libre a la verdadera base de1 mito camita
'depurado', que se podría resumir en este principio: todo negro, por muy negro que
sea, será considerado caucásico (blanco) si se observa en é1 un mínimo barniz de
inteligencia.
Por otro lado, e1 alma racional de 10s ilustrados europeos de Ia época tenía que
explicar e1 por qué de la existencia de este extrafio elemento que es 'e1 negro'. Existían
dos grandes teorías: (1) e1 monogenismo, que incidía en e1 clima como factor
determinante de Ia oscura pigmentación (síntoma de degeneración ...) ; (2) e1
poligenismo, que apostaba por e1 carácter 'sub-humano' de1 negro, visto como un
'semi-mono', defendido en tiempos recientes por la ciencia oficial nazi y por ciertos
sectores de las aficiones futbolísticas europeas.
Vemos, pues, que Ia imagen de1 negro se deterioraba a medida que aumentaba
su valor como mercancía (Sanders, 1969). No ha de extraiiar 10 más mínimo que sele
expulsara dela familia humana por tiempo indefinido.
5. E1 mito camita: antiguo Egipto
Desde comienzos de1 siglo XIX, numerosos historiadores y estudiosos otorgaron
un origen camita a 10s antiguos egipcios. Supiiestamente, estos camitas tendrían sus
raíces en culturas indoeuropeas procedentes de Asia aun cuando estas 'razas' camitas
no existían (ni existen) en ninguna parte de1 continente asiático. ipor qué esta
insistencia a1 otorgar a1 Antiguo Egipto un origen asiático?: esencialmente, como ya
hemos apuntado antes, perque Asia era vista como la verdadera cuna de 10s
caucasianos, es decir, de 10s blancos. Una civilización tan 'desarrollada' y con un
grado de perfección técnica y espiritual tan elevada como Ia egipcia, no podía ser
negra, sino blanca. Y esto pese a que 10s antiguos egipcios fueran blancos de color
muy oscuro, tal y como las evidencias arqueológicas y 10s testigos históricos demos-
traban de manera reiterativa y contundente.
E1 inicio de la obsesión enfermiza por blanquear e1 antiguo Egipto y poblarlo de
supuestos camitas tuvo lugar e1 aiio 1798, coincidiendo con la invasiónnapoleònica
de este país africano. Los estudiosos que acompanaron a las tropas galas fundaron
una nueva ciencia (la egiptologia) que tuvo en e1 mito camita su espaldarazo más
valioso. Resultaba evidente, para ellos, que e1 origen dela civilización occidental no
era ya Grecia o Roma, sino Egipto. Evidentemente, 10s egipcios tenían que ser, a la
fuerza, blancos. Pero 10s intelectuales franceses iiegaron a la conclusión que 10s egipcios
eran negroides (Iniesta, 1989), y civilizados hasta e1 tuétano.