ontem e hoje - Repositório Aberto da Universidade do Porto

E1 marco en e1 cual se presentan 10s discursos racistas es 10 que podríanios llaniar
la "cuestión federalista". Con e1 advenimiento de la 111 República (1991-1992), y de la
democracia, se opusieron dos modelos de estado, uno que se podría denominar
"unitario", y que ha resultado claramente vencedor hasta la fecha, y otro que, intermi-
tentemente, se ha venido autodenominando "federal". La mayor parte de 10s medios
de comunicación y de Ia intelligentsin de1 país ha demonizado la alternativa federal
(mucho menos consistente, organizativa e ideológicamente) y ha creído detectar
dinámicas excluyentes, calificadas a veces como racistas, entre sus partidarios. Sin
embargo, algo paradójicamente, las formulaciones racistas más coherentes y explícitas
han surgido de1 mismo núcleo que ha conformado e1 principal apoyo de la tesis
unitaria: la sociedad merina7, a menudo opuesta coloquialmente a1 resto de grupos
étnicos de Ia isla, reunidos de manera abusiva bajo la denominación de côtiers. Puede
decirse, pues, que e1 campo federalse divide como mínimo en dos sectores: e1 llamado
"federalista", que hace referencia por encima de todo a iniciativas surgidas de medios
côtiers, y e1 nuevo nacionalismo merina.
No cabe hablar de fenómeno nuevo a1 aludir a una cierta "sensibilidadperiférica"
côtier; descafeinada e incluso alguien diría que "folklórica", pocos la calificarían de
nacionalismo8 hasta la manifestación pública de1 "federalismo", a partir de 1991. E1
adjetivo podría parecer más apropiado para e1 nuevo nacionalismo merina,
formalmente ausente de la arena malgache desde e1 final de las últimas resistencias
a1 ataque colonial (a cabal10 entre 10s siglos XIX y XX). Su presencia se vuelve a
evidenciar a partir aproximadamente de 1992, con la aparición de una serie de
asociaciones y de medios de expresión pública, entre 10s que destaca el semanario
Feon'izy Merinn ("La Voz de 10s Merina"), aunque sea quizás en Intemet donde su
presencia resulte más notoria? Con todo, conviene precisar y matizar la ruptura que
representaria e1 nuevo nacionalismo merina.
Las bases de1 nuevo nacionalismo merina ya eran moneda corriente entre 10s
intelectuales malgaches, a1 menos desde Ia colonización. Lo que resulta novedoso ha
sido que e1 "etnonacionalismo" merina -tal como 10 denominan algunos autores para
distinguirlo- haya renunciado ala estrategia dominante de las élites merina durante
todo e1 siglo XX. Ésta consistia en proyectar e1 nacionalismo merina (nacido en e1
'Loç merina,arieinarios delnorte de Ias TierrasAitaç centrales, formaneieruuo éhUcomásnimeroso
rlc Ia is1.i (certa dr.l33', LI? I:, I>ol>laciiin) y ,,I qt~c ctx~c~ntn inioyJr podcr pi,litico, r'coiiú~.n, c idc.>!6gi;o
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10s Deçheredados de Madaeaçcar). .. formación favorecida uór 10s franceses tras la insiirrección de 1947,
donde se cocería una parte de Ia élite de Ia I República, en absoluto federalista, y que, pesea tener uncôfier
a1 frente, nunca pudo prescindir de una mayoría merina enel aparato estatal.
' En cansonancia con Ia posición hegemónica de Ias élites merina, e1 nuevo nacionalismo merina se
ha dotado de unas plataformas de expresión (Internet, diarios) prácticamente inaccesibles -y muy
probablemente poco efectivas- para otras hipotéticas identidades etnonacionalistas de Ia isla.
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