ontem e hoje - Repositório Aberto da Universidade do Porto

con otras denominaciones -en principio, sociales y, en todo caso, más espúreas-, como
"pueblo" o "nación". La relación frecuente de esos usos precontemporáneos con Ia
noción de estirpe o filiación (piénsese en vocablos como "generación") no conllevaba
en modo alguno un sentido puramente biológico; a este respecto, basta con revisar Ia
crítica de antropólogos como D. Schneider a Ia conexión entre parentesco y biologia.
La biologización decimonónica de1 concepto de raza supuso su puesta de largo
en e1 contexto de la ciencia moderna; esta renovación no tardó en impregnar todos
10s usos dela palabra y determinó decisivamente la comprensión de la idea derivada
de "raci~mo"~. Una consecuencia fundamental de esta biologización fue que Ias
diferencias entre 10s pueblos (tan evidenciadas en e1 mundo colonial) se "ensancharon"
enormemente a1 calificarlas como "raciales", desbaratando en buena medida e1 ideal
pedagógico de Ia Ilustración, que a su vez había querido quebrar esencialismos
anteriores. A1 fin y a1 cabo, con Darwin, se había empezado a imponer en paralelo e1
convencimiento de que 10s mecanismos de transmisión biológica y cultural eran
autónomos y bien diferenciados, revelándose 10s primeros (que afectaban por
definición a 10s "caracteres raciales") mucho más lentos y difíciles de manipular (a1
menos hasta que la ingeniería genética -aún en mantillas y muy difícilmente
universalizable- diga otra cosa). A partir de ahí, e1 racismo se fue configurando
mediante múltiples trasvases multidireccionales entre e1 "sentido común" imperante
en 10s países europeos y una pseudociencia (o simplemente una mala práctica
científica), que se dedicó a "fijar", y jerarquizar, biológicamente Ias diferencias
culturales, entre personas y colectivos.
Las en principio tímidas condenas a1 racismo (que prácticamente inauguraron e1
uso mismo de1 concepto) conseguirían un enorme eco tras Ia I1 Guerra Mundial,
quedando incorporadas a Ia Declaración de Derechos Humanos y conformando e1
eje de algunas de Ias conquistas sociales más celebradas de1 final de1 siglo XX (piénsese
en iconos como Martin Luther King o Nelson Mandela); esta lucha marcó
especialmente Ia emancipación de 10s estados africanos, dado que Ia cuna de la "raza
negra" -o congoide o melanoderma o.. .- se había ubicado a1 sur de1 Sáhara y dado
que 10s discursos racistas solían situar a dicha "raza negra" en e1 punto más bajo de
su rnnking particular. Es en este contexto cuando la palabra racismo adquirió su
desconcertaute polisemia actual. Por una parte, 10s usos populares y políticos de Ia
palabra han tendido a equiparar racismo con exclusión o discriminación,
confundiendo Ia parte con e1 todo; una versión atenuada de esta tendencia viene a
considerar e1 racismo como Ia discriminación por antonomasia. Por otra parte, y más
allá dela adhesión a todo tipo de proclamas más o menos igualitarias sobre la unidad
Fue en e1 siglo XIX cuando se acuiiaron adjetivos como "racial" (probablemente en inglés,
extendiéndoçe deçpués a okas lenguas) o substantivos como "racialwmo" y "rackmo".