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Los engaños de la mente- S.L. Macknik.pdf?part=0

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Mientras el cerebro <strong>de</strong> cada sujeto trata <strong>de</strong> racionalizar <strong>la</strong> «elección» hecha, Johansson y Hall (que<br />

se han turnado con cada sujeto) retiran disimu<strong>la</strong>da<strong>mente</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> mesa <strong>la</strong> foto escogida y <strong>la</strong> escon<strong>de</strong>n en<br />

el regazo. Entretanto, el sujeto da por hecho que <strong>la</strong> foto que han colocado frente a él es <strong>la</strong> que ha<br />

elegido. Esta suposición tácita ha funcionado como un convincente método <strong>de</strong> duplicidad.<br />

El sujeto <strong>de</strong>scubre el cambiazo menos <strong>de</strong> <strong>la</strong> tercera parte <strong>de</strong> <strong>la</strong>s veces. En <strong>la</strong>s pruebas en que el<br />

cambiazo se realiza con éxito, el sujeto se autosugestiona para justificar <strong>la</strong>s razones por <strong>la</strong>s que ha<br />

escogido <strong>la</strong> foto reemp<strong>la</strong>zada.<br />

Uno <strong>de</strong> los sujetos afirma: «He elegido ésta porque me gustan más <strong>la</strong>s rubias», cuando en realidad<br />

<strong>la</strong> foto que eligió era <strong>la</strong> <strong>de</strong> una mujer morena. Una mujer escoge <strong>la</strong> foto <strong>de</strong> otra sin pendientes, y<br />

cuando <strong>la</strong> reemp<strong>la</strong>zan por una en <strong>la</strong> que aparece una mujer que sí lleva, se justifica diciendo que <strong>la</strong> ha<br />

elegido porque le gustan los pendientes. ¡Mentimos como bel<strong>la</strong>cos! <strong>Los</strong> sujetos no habían elegido <strong>la</strong>s<br />

fotografías que sostenían en <strong>la</strong>s manos, pero estaban convencidos <strong>de</strong> lo contrario. Entonces, ¿qué<br />

hacemos cuando tenemos que justificar una opción que creemos haber realizado? Autoengañarnos.<br />

Aferrarnos a ello y no dar el brazo a torcer.<br />

En otro experimento, a los clientes <strong>de</strong> un supermercado se les da a probar dos tipos <strong>de</strong> merme<strong>la</strong>da<br />

y luego <strong>de</strong>ben explicar por qué prefieren una en concreto mientras, para cerciorarse <strong>de</strong> ello, siguen<br />

tomando cucharadas <strong>de</strong>l tarro «escogido». En un momento dado se intercambian los tarros, <strong>de</strong> modo<br />

que el sujeto acaba elogiando con entusiasmo <strong>la</strong> merme<strong>la</strong>da que previa<strong>mente</strong> ha rechazado. Hay otro<br />

experimento <strong>de</strong> simi<strong>la</strong>res características, pero realizado con té. [5]<br />

En <strong>la</strong> actualidad, los investigadores están estudiando <strong>la</strong> ceguera a <strong>la</strong> elección en lo que a opiniones<br />

morales y políticas se refiere. Por medio <strong>de</strong> una nueva herramienta, un «cuestionario mágico», son<br />

capaces <strong>de</strong> manipu<strong>la</strong>r <strong>la</strong>s respuestas <strong>de</strong> una encuesta <strong>de</strong>l siguiente modo. Se pi<strong>de</strong> a los participantes<br />

que valoren hasta qué punto están o no <strong>de</strong> acuerdo con una afirmación <strong>de</strong> naturaleza moral, por<br />

ejemplo: «Es moral<strong>mente</strong> reprensible que exista el comercio sexual incluso en una sociedad<br />

<strong>de</strong>mocrática don<strong>de</strong> <strong>la</strong> prostitución sea legal y esté regu<strong>la</strong>da por el gobierno». Al final <strong>de</strong>l experimento,<br />

<strong>de</strong>ben explicar los motivos <strong>de</strong> su acuerdo o <strong>de</strong>sacuerdo. De nuevo, los resultados muestran que <strong>la</strong><br />

mayoría <strong>de</strong> los participantes en <strong>la</strong> encuesta son ciegos a los cambios realizados y a menudo acaban<br />

construyendo e<strong>la</strong>boradísimos argumentos para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r lo contrario <strong>de</strong> lo que habían <strong>de</strong>cidido. [6]<br />

Estos estudios nos ayudan a compren<strong>de</strong>r cómo racionalizamos muchas <strong>de</strong> nuestras <strong>de</strong>cisiones. Lo<br />

importante no es tanto <strong>la</strong> naturaleza <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong>cisión tomada, sino <strong>la</strong>s repercusiones <strong>de</strong> estas <strong>de</strong>cisiones y<br />

cómo afectan nuestras vidas.<br />

LA CEGUERA AL CAMBIO COMO MODO DE VIDA<br />

La ceguera al cambio pue<strong>de</strong> causar estragos en nuestra vida. ¿Quién no ha sido víctima alguna vez

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