Los engaños de la mente- S.L. Macknik.pdf?part=0
Los engaños de la mente- S.L. Macknik.pdf?part=0
Los engaños de la mente- S.L. Macknik.pdf?part=0
- No tags were found...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
5<br />
HAY UN GORILA ENTRE NOSOTROS<br />
Más ilusiones cognitivas<br />
Apollo Robbins sigue <strong>de</strong>splumando sin piedad a George en <strong>la</strong>s jornadas sobre Magia <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
Consciencia. Ahora se sitúa <strong>de</strong> cara a él, dispuesto a hacernos otra <strong>de</strong>mostración <strong>de</strong> sus artimañas.<br />
«Cuando me acerco a alguien —dice—, si me pongo enfrente parece que invada su espacio personal.<br />
Sería como una burbuja ro<strong>de</strong>ándole el cuerpo. La distancia <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong>s culturas y <strong>la</strong>s personas, pero<br />
todo el mundo tiene <strong>la</strong> suya e intentará <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r<strong>la</strong>». Ahora Apollo cambia <strong>de</strong> posición y se coloca<br />
hombro con hombro con George. «Pero si me coloco a un <strong>la</strong>do, como ahora, el espacio es mucho<br />
menor y, a<strong>de</strong>más, <strong>la</strong> persona no se siente invadida». Hay algo más. «Mientras me muevo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l<br />
espacio personal <strong>de</strong> alguien, es muy importante que no lo mire a los ojos para que él no fije <strong>la</strong> mirada<br />
en mí». Apollo observa el suelo y George lo imita; en realidad, se ha pegado a su hombro, <strong>de</strong> forma<br />
que ha penetrado en <strong>la</strong> burbuja <strong>de</strong> George. A partir <strong>de</strong> ahora pue<strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r a su antojo con él.<br />
La observación <strong>de</strong> Apollo resulta fascinante. Lo que él <strong>de</strong>nomina «espacio personal», los<br />
neurocientíficos lo conocemos como «espacio peripersonal». (A los científicos nos encanta añadirles<br />
raíces greco<strong>la</strong>tinas a <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras). La gente siempre ha tenido una intuición muy fuerte con respecto a<br />
este espacio, pero sólo reciente<strong>mente</strong> <strong>la</strong> neurociencia ha empezado a <strong>de</strong>scifrar su base neuronal en el<br />
cerebro.<br />
Constituye algo más que una simple metáfora, pero no tanto como para hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> una áurea real y<br />
tangible. Se trata <strong>de</strong> una construcción que el cerebro crea como parte <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong> nuestra <strong>mente</strong>. Por<br />
lo que respecta al cerebro, el espacio más próximo a nosotros constituye literal<strong>mente</strong> una parte <strong>de</strong><br />
nuestro cuerpo. De ahí que podamos hacerle cosquil<strong>la</strong>s a un niño sólo con mover los <strong>de</strong>dos en el aire<br />
por encima <strong>de</strong> sus costil<strong>la</strong>s, y que seamos muy sensibles, tanto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista físico como<br />
emocional, cuando alguien «pincha» nuestra burbuja sin que le hayamos invitado a hacerlo.<br />
Para acabar, Apollo reve<strong>la</strong> el principio que rige el arte <strong>de</strong>l carterista que tan entusiasmados nos<br />
tiene a todos como neurocientíficos. «Después <strong>de</strong> tantos años haciendo espectáculos —nos dice—, me<br />
di cuenta <strong>de</strong> que el ojo se siente más atraído por <strong>la</strong>s líneas curvas que por <strong>la</strong>s rectas». Y vuelve a<br />
palpar los bolsillos <strong>de</strong> George, que lo mira intrigado. «Si lo que quiero es quitarle algo <strong>de</strong>l bolsillo,<br />
procuraré que sus ojos se fijen en mi mano libre, y lo conseguiré dibujando un arco con el<strong>la</strong>. Por el<br />
contrario, si <strong>la</strong> muevo en línea recta, su atención volverá a centrarse en mi otra mano», lo mismo que<br />
una goma elástica, explica.<br />
Apollo nos contó este principio cuando fuimos a Las Vegas unos meses antes <strong>de</strong> <strong>la</strong>s jornadas sobre<br />
Magia <strong>de</strong> <strong>la</strong> Consciencia, en una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tertulias en <strong>la</strong>s que nos reuníamos con los magos para<br />
compartir conocimientos e i<strong>de</strong>as y para <strong>de</strong>batir sobre el congreso que había <strong>de</strong> celebrarse en breve.<br />
(No nos importa reconocer que, tras cada reunión con Apollo, todos comprobábamos que no hubiese<br />
sustituido nuestras tarjetas <strong>de</strong> crédito por otras falsas. Es real<strong>mente</strong> muy bueno). Teller pidió que esta<br />
reunión en concreto se celebrara en su <strong>de</strong>spacho <strong>de</strong> modo que pudiésemos presentar a los magos los