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Los engaños de la mente- S.L. Macknik.pdf?part=0

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eso, aunque <strong>la</strong> percepción resultante no sea <strong>de</strong>l todo exacta (y hab<strong>la</strong>remos <strong>de</strong> una ilusión porque <strong>la</strong><br />

percepción no encaja con <strong>la</strong> realidad física), diremos que <strong>la</strong> ilusión es «suficiente<strong>mente</strong> fiel» y que el<br />

ser humano ha podido sobrevivir gracias también a este ahorro en el proceso cerebral <strong>de</strong> tiempo y<br />

esfuerzo, como por ejemplo cuando nuestros antepasados oían a los leopardos mero<strong>de</strong>ando al amparo<br />

<strong>de</strong> unos arbustos.<br />

También el oído pue<strong>de</strong> engañar a los ojos. Si miramos un fogonazo <strong>de</strong> luz y mientras oímos<br />

también varios pitidos, es posible que acabemos viendo varios fogonazos. Del mismo modo, también<br />

lo que oímos influye en lo que sentimos. [4] En <strong>la</strong> ilusión conocida como piel <strong>de</strong> pergamino, nos<br />

frotamos <strong>la</strong>s manos mientras oímos diferentes sonidos. Cuanto más altas sean <strong>la</strong>s frecuencias <strong>de</strong>l<br />

sonido más ásperas notaremos <strong>la</strong>s manos. Y al revés. Cuanto más bajas sean más nos parecerá que son<br />

suaves, aunque nada haya cambiado en <strong>la</strong>s manos.<br />

El modo en que sentimos el mundo pue<strong>de</strong> asimismo cambiar <strong>la</strong> manera <strong>de</strong> verlo, y viceversa. [5]<br />

Recor<strong>de</strong>mos <strong>la</strong> ilusión <strong>de</strong> <strong>la</strong> cascada <strong>de</strong>l capítulo 1. Si contemp<strong>la</strong>mos el movimiento <strong>de</strong> caída <strong>de</strong>l agua<br />

durante un tiempo, nos parecerá que los objetos adyacentes y estáticos, como <strong>la</strong>s rocas, empiezan a<br />

subir. Pero si entonces notamos en <strong>la</strong> yema <strong>de</strong>l <strong>de</strong>do un roce ascen<strong>de</strong>nte o <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>nte, <strong>la</strong> dirección<br />

que percibimos <strong>de</strong>l flujo <strong>de</strong>l agua cambiará. Y es que el tacto altera <strong>la</strong> visión.<br />

También está <strong>la</strong> ilusión <strong>de</strong> <strong>la</strong> mano <strong>de</strong> goma, que po<strong>de</strong>mos probar en casa. [6] Primero<br />

compraremos una <strong>de</strong> esas espeluznantes manos <strong>de</strong> goma que se usan en Halloween y se ven<strong>de</strong>n en<br />

tiendas <strong>de</strong> disfraces. Imaginemos que se trata <strong>de</strong> una mano <strong>de</strong>recha. Nos sentamos a una mesa y<br />

colocamos encima <strong>la</strong> mano <strong>de</strong> goma <strong>de</strong> manera que podamos ver<strong>la</strong>, y entretanto ponemos nuestra<br />

mano <strong>de</strong>recha, <strong>la</strong> <strong>de</strong> verdad, sobre el regazo, <strong>de</strong> manera que no <strong>la</strong> veamos. A continuación, le pedimos<br />

a un amigo que coja dos pinceles y los pase a <strong>la</strong> vez y al mismo ritmo sobre <strong>la</strong> mano real y <strong>la</strong> <strong>de</strong> goma.<br />

Si somos como <strong>la</strong> mayoría <strong>de</strong> <strong>la</strong> gente, no tardaremos en sentir <strong>la</strong> mano falsa como si fuera nuestra. Si<br />

en ese momento nuestro amigo le atiza un martil<strong>la</strong>zo a <strong>la</strong> mano <strong>de</strong> goma, es bastante probable que<br />

gritemos «¡ay!», como si nos doliera. 29 Con el equipo a<strong>de</strong>cuado, incluyendo un visor <strong>de</strong> realidad<br />

virtual, pue<strong>de</strong> inducirse una experiencia extracorporal completa basada en esta ilusión. 30<br />

Existe una sorpren<strong>de</strong>nte cantidad <strong>de</strong> personas que experimentan percepciones multisensoriales<br />

excepcionales, y se <strong>de</strong>be al modo en que funcionan sus conexiones cerebrales. Una sensación como <strong>la</strong><br />

música pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nar otra como el gusto. <strong>Los</strong> sentidos se activan <strong>de</strong> manera cruzada. Hay<br />

personas, por ejemplo, que perciben <strong>la</strong>s letras o los números con un color <strong>de</strong>terminado. Para una <strong>de</strong><br />

el<strong>la</strong>s, <strong>la</strong> letra a siempre es <strong>de</strong> color rojo, y b es siempre <strong>de</strong> color turquesa. Para otra, sin embargo, el<br />

número 7 siempre es amarillo, y el 4, naranja. <strong>Los</strong> días <strong>de</strong> <strong>la</strong> semana pue<strong>de</strong>n tener su personalidad<br />

propia: el martes significa tristeza, y el miércoles, felicidad. Estas asociaciones son automáticas e<br />

idiosincrásicas, y duran toda <strong>la</strong> vida. Este fenómeno se conoce como «sinestesia». [7]<br />

<strong>Los</strong> neurocientíficos han i<strong>de</strong>ntificado por lo menos cincuenta y cuatro varieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> sinestesia,<br />

incluyendo <strong>la</strong>s más comunes. [8] Las personas con sinestesia auditiva oyen sonidos como repiqueteos,<br />

pitidos o zumbidos cuando ven algo que se mueve o que <strong>de</strong>stel<strong>la</strong>. Esta característica se <strong>de</strong>scubrió<br />

acci<strong>de</strong>ntal<strong>mente</strong> cuando un estudiante que participaba en un experimento <strong>de</strong> movimiento visual<br />

informó <strong>de</strong> que oía sonidos al contemp<strong>la</strong>r una escena parecida a <strong>la</strong> que da comienzo a La guerra <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

ga<strong>la</strong>xias, cuando <strong>la</strong>s estrel<strong>la</strong>s se acercan al espectador, pero en este caso no había banda sonora. <strong>Los</strong><br />

investigadores no tardaron en i<strong>de</strong>ntificar a otros muchos estudiantes con <strong>la</strong> misma percepción

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